Critica personal a la obra de Annette Messager: púdica-Público
Enviado por naranjito14 • 18 de Octubre de 2018 • Síntesis • 680 Palabras (3 Páginas) • 233 Visitas
Ignacio Saldías Celis Arte y corrientes estéticas contemporáneas 1ºFilosofía
Critica personal a la obra de Annette Messager: púdica-Público
Nada más entrar me sentí extrañado ante tantos muñecos y ventiladores. No es la sensación que espero tener al entrar en una exposición de arte pero a pesar de ello decidí seguir.
La primera parte estaba compuesta por muñecas, papel higiénico y señales. Lo contemplé y no encontraba un hilo conductor por lo que decidí apoyarme en la pequeña referencia que había al lado, la cual tampoco me saco del estado de disconformidad en el que me encontraba. Continué con las “obras” que se movían al son de los ventiladores. Bolsas, telas, juguetes y demás me trajeron a la memoria el tan famoso síndrome de Diógenes, a los cuales se unieron después zapatos, muñecas y triciclos quemados(si la memoria no me traiciona). Hasta ese momento era todo desasosiego pero creí necesario seguir para ver hasta que punto puede llegar el “arte” de la señorita Messager.
Paredes de vaginas. Cuadros de vaginas. Vaginas, vaginas y más vaginas. Aquella sala me recordó al monstruo de Florencia, el cual coleccionaba los pechos y las vaginas de sus víctimas. Fue, hasta cierto punto, desagradable, si lo asociaba con aquel asesino en serie. Bajo esta comparación, y sin encontrar el feminismo por ningún lado(mucho menos en la pequeña referencia), salí con algo de incomodidad de aquel habitáculo para dirigirme hacia la penúltima parte de la exposición, la cual estaba conformada por hilos, guantes y lapices que en su conjunto formaban figuras simples como un triángulo o una cruz. Pensé “¿realmente esto es arte?”.
Hamparte. Termino acuñado por, el Doctor en Bellas Artes y licenciado en las especialidades de pintura y escultura, Antonio García Villarán, el cual significa (entre otras cosas): “Si la obra consiste simplemente en la elección de un objeto (objet trouvé, found art o ready-made) que es convertido mágicamente en obra de arte por el hecho de colocarlo en un espacio expositivo cualquiera es Hamparte.”. Ese es el termino que mejor definía la exposición hasta ese momento bajo mi humilde, y poco sabida en arte, opinión.
Todo me parecía hamparte, pero no un hamparte útil que te hace reflexionar sino un hamparte inútil, un hamparte sin fondo, carente de sentido.
Todo eso cambio en la última sala. Una sala oscura, con diferentes objetos cubiertos por una especie de sabana negra, de la cual emanaba una luz blanca de manera itinerante. Dicha luz permitía ver el perfil de los distintos objetos que habían. Pero no solo había luz, también había movimiento. Movimiento originado por unos conductos de aire que se encontraban en la pared. La extensión de aquella obra ocupaba gran parte de la sala, dejando un espacio en los laterales por los cuales paseé para ver más de cerca aquello. Al pasear no me pareció nada del otro mundo pero al ver la obra en su conjunto desde una perspectiva algo alejada hizo que esa opinión cambiara por completo. Aquella obra de arte me hizo rememorar una de las imágenes mas hermosas, sino la que más, que te puede ofrecer la naturaleza: una noches en la playa, solo y a oscuras, observando como el viento se encargaba de dirigir el rumbo del mar. Fue tan real esa sensación que mi cabeza se encargó de ponerle banda sonora a lo que mis ojos veían en aquel momento. Paz, tranquilidad, relajación e incluso nostalgia por vivir otra vez esos momentos de conexión con el Mediterráneo, fue lo que me transmitió Annete.
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