Cuento Corto

Había una vez, un grupo de jóvenes dinosauros que todas las tardes jugaban futbol en su campo preferido. Y siempre jugaban juntos, estaba el T-rex, Ohh Yo soy el portero, estaba el tres cuernos, Si yo anotare todos los goles, también estaba el cuello largo “no anotaras tres cuernos”, y el pterodáctilo, si nadie es más rápido que yo. Y así jugaban todos los días al atardecer.

Un día llovió mucho por la tarde y su campo de juegos estaba completamente mojado, cuando ellos llegaron se entristecieron por que no podían jugar.

Tengo una idea dijo el T-rex ¡ Usemos trapeadores de nuestras casa para secarlo.

Excelente idea exclamaron todos, y se pusieron de acuerdo no solo necesitamos trapeadores dijo el tres cuernos. Hay que traer un balde un trapeador una toalla y una escoba.

Así que el tres cuernos repartió las cosas que traerían para recoger el agua.

El T-rex traería el trapeador, el pterodáctilo le toco la escoba, el cuello largo traería la toalla y el tres cuernos el balde, así dispusieron, y se reunirían nuevamente para limpiar.

Al regresar todos llevaban lo que se les había pedido excepto el pterodáctilo que había olvidado por completo la escoba y cuando se disponían a limpiar no podían empezar pues no podían juntar el agua, se entristecieron mucho pues el pterodáctilo había olvidado su responsabilidad de llevar la escoba por pensar en ir a jugar.

De pronto apareció Mamá pterodáctilo y llevaba la escoba entonces mamá pterodáctilo dijo a su hijo

Oye olvidaste la escoba, te la traje.

Entonces el pterodáctilo agradeció a su mamá y se disculpo con sus amigos.

Y teniendo ya la escoba pronto pudieron reunir el agua y limpiar el campo pues cada uno llevaba lo que necesitaban.

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