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Deja Que Mi Mente Te Transforme


Enviado por   •  9 de Diciembre de 2013  •  431 Palabras (2 Páginas)  •  505 Visitas

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Quién iba a pensar que mis días ocultaban realidades?

Sinfonías no descritas enterradas

Tristes notas coloreando alegres dramas

Tocando cuando nada me ayudaba

Quien iba a creer que lo mío era mío?

Si enterrándose en el fango nadie encuentra un alivio

Ni volando se logra extender alas

De los mártires en vino aquí se canta

Cómo iba a decir su nombre en conjuro?

Si en vez de su ventura, solo conozco un muro

Cómo iba a saber que letras no caducan?

Su nombre, mi tinta danzaron ya más nunca.

Ahora le digo y pido al cielo

Conceda, permita sentir un anhelo

Simple esperanza que cambie los cursos

Fármaco dulce, me llama, iluso

Quédate, deja que mi mente te transforme

Déjame, permite que mi cuerpo te transporte

Debí y debiste, ahora debemos tanto.

Nosotros debimos estar juntos. Permanecer juntos. Yo debí buscarte menos, provocarte más. Tú debiste quedarte. Debimos quedarnos juntos, viajar por el mundo en mi cama, deshacer las almohadas, soñar, volar, quedarnos. Debí verte más los dientes, hacerte reír, tomarte de la mano y nunca dejarte ir. Debí no haberte querido tanto, no hacerte sentir necesario así tal vez te hubieras quedado. Debí conocerte más antes de enamorarme, debí enamorarte más antes de quererte tanto. Debí y debiste, debimos tanto.

Las ruinas tienden a colapsar.

El calor tiende a transmitirse.

Y los huesos débiles a quebrarse.

Con el mínimo esfuerzo, sin respirar de más, dos titanes cuyos mundos se alejaron por siglos, con uno de ellos y su vista, hacia atrás; dos gigantes de fantasía chocaron entre sí. Y no busco hacer referencias de caravana a la fe y el grano de mostaza de Mateo y su primera mención en el nuevo testamento. Hoy en día, quedan como tiernas metáforas para demostrar a los niños que pueden ser tan inútiles e insignificantes como una simple semilla cuando no logran sus objetivos.

Era bastante tarde y ya estaba aparentemente descansando, ¡Debe haber algo más!, pensó con algo de duda, al momento que sentía como un nuevo tatuaje asomaba la cabeza en la palma de su mano. La palabra era ilegible, pero bastante familiar, algo que pudo leer alguna vez. Se retorció de dolor e intentó respirar profundo cinco veces. Algo en su asqueroso y olvidado interior, que estaba lleno de propagandas probablemente falsas, quería que así fuera. Contrario a lo que anotaba su ser consciente.

Sentía que todo le observaba y le juzgaba, sentía reto por sus propias situaciones, quería no dejar de hacerlo. No decepcionarlos.

Probablemente rezar al fin, habría sido una buena opción, pero hubiera caído en lo que llamamos antes metáforas.

-¿Pedirle algo a alguien que es nadie?-

Anotó:

Las ruinas

...

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