Dragón Cascada Es Muy Fuerte
Enviado por lisbeny81 • 16 de Octubre de 2013 • 3.354 Palabras (14 Páginas) • 282 Visitas
Formación de la personalidad del niño y la niña de 0 a 6 años
El desarrollo del mundo actual revela, según plantea R. Myers, que 19 de cada 20 niños llegan a cumplir un año de vida, cuando en 1960 solo lo lograba un 83%. No obstante, se estima que el 39% de los niños en la actualidad tienen un retardo en el crecimiento, están por debajo de sus coetáneos en términos de crecimiento físico. Este retardo en el crecimiento es un indicador definido de riesgo y limita de manera considerable las posibilidades de un sano desarrollo. Este es un enorme problema al cual se ha de dar solución.
Pero, atender, cuidar y mantener vivos a esos niños no es suficiente para crearles un futuro promisorio, y es necesario proporcionarles algo más que la supervivencia. En este sentido hay que crear grandes planes para satisfacer las necesidades del desarrollo de los niños en la primera infancia, pues el éxito o fracaso de su desenvolvimiento posterior va a estar condicionado por la medida en que los elementos de orden económico, social, políticos y demográficos, proveen una racional para posibilitar la salud, la nutrición, la cognición, lo social, lo emocional y lo espiritual de estos niños.
Por lo tanto, la atención de los niños en la primera infancia ha de incluir todos los apoyos necesarios para que cada uno de ellos ejerza su derecho a la supervivencia, a la protección y a su óptimo desarrollo desde el nacimiento hasta el final de la etapa, para unos a los seis-siete años, para otros inclusive hasta los ocho.
En términos generales el desarrollo puede ser definido como un proceso de cambio en el cual el niño domina niveles cada vez más complejos de movimiento, pensamiento, sentimientos, y de interacción con los objetos y las personas del medio circundante. El desarrollo del niño involucra la actualización de características biológicamente determinadas y rasgos que provienen del aprendizaje en el medio circundante. Este crecimiento físico, mental y emocional son cruciales para el desarrollo general del niño.
El aprendizaje es crucial al desarrollo, y se define como un proceso de adquisición de conocimientos, habilidades, hábitos y valores dados a través de la experiencia, la experimentación, la observación, la reflexión, el estudio y la instrucción, entre otros factores. Por lo tanto el aprendizaje es fundamental en el proceso de desarrollo, y su calidad es grandemente determinada por la calidad de la experiencia que el niño recibe.
En este sentido se plantea como principios del desarrollo que han de ser considerados en la atención y formación de los niños los siguientes:
Þ El desarrollo es holístico, y consiste en dimensiones interdependientes
Þ El desarrollo comienza en la etapa prenatal y el aprendizaje empieza al nacimiento
Þ Los primeros años de la vida son el fundamento de todo el desarrollo posterior, y la atención temprana al niño es crucial
Þ Las necesidades de los niños difieren en el transcurso de los primeros años
Þ La naturaleza del desarrollo es acumulativa, y no necesariamente progresiva
Þ El desarrollo y el aprendizaje se dan como un resultado de la interacción del niño con las otras personas y objetos de su medio circundante
Þ Los niños viven en un contexto familiar, comunitario y sociocultural, y sus necesidades son mejor satisfechas en relación con esos contextos
Þ El contexto es prácticamente todo en el desarrollo
Esto ha hecho que en el mundo actual se ha haya ido dando un proceso progresivo de toma de conciencia sobre la importancia crucial de los primeros seis-siete años de la vida, y de los factores que condicionan o favorecen el crecimiento y el sano desarrollo de la personalidad de los niños en esta etapa educativa. Se ha llegado de manera paulatina al convencimiento de que este período de la vida constituye el de más significativa importancia para el desarrollo del individuo, lo que ha determinado la dirección de esfuerzos y recursos para posibilitar la atención adecuada y las posibilidades de educación de los niños de estas edades.
Esto ha sido refrendado por numerosos foros y pronunciamientos internacionales, como son la Convención sobre los Derechos del Niño, en 1989; la Conferencia Mundial sobre la Educación para todos, de Jomtien, en 1990; la Declaración Mundial sobre la Supervivencia, la Protección y el Desarrollo del Niño, del mismo año; el Acuerdo de Salamanca, en 1994, entre otros. En su conjunto, dichos eventos han planteado los fines y fundamentos para estos primeros años de la vida, que se caracterizan por trascendentales procesos de crecimiento, aprendizaje y desarrollo, pero igualmente, por su plasticidad y vulnerabilidad. Entre estos fundamentos se relacionan:
q La edad de 0 a 6-7 años es el período de mayor vulnerabilidad física y susceptibilidad a los agentes patógenos del medio, así como la de mayor necesidad y dependencia del concurso de los adultos para la atención de sus necesidades básicas.
q Esta etapa de la vida requiere de una apropiada alimentación y nutrición, por lo que la cantidad y calidad de los nutrientes requeridos, se señala como primordial en función de la salud de los niños y las niñas.
q El medio y los estímulos externos constituyen el agente fundamental para el crecimiento y perfeccionamiento de las estructuras cerebrales y la maduración de los órganos sensoriales, que constituyen la base de los procesos psíquicos superiores.
q La edad de 0 a 6-7 años constituye un período clave para la formación de las bases de la personalidad.
q De igual manera, es una etapa en que se inician e instalan actitudes adecuadas hacia el aprendizaje y el proceso de conocer.
q Es un período en el que se forman hábitos esenciales para la vida personal, la relación con los demás, y con el medio circundante que le rodea.
Podrían señalarse otros muchos aspectos, que en su totalidad reflejan la creciente concientización de la importancia y requerimientos de esta etapa de la vida, y de la necesidad de establecer objetivos definidos para la atención y la educación de los niños que se encuentran en la misma, comenzando desde los momentos más tempranos, incluso a partir del propio nacimiento.
Esto ha hecho que en los distintos países se planteen metas a alcanzar en el proceso educativo con los niños de esta edad, que independientemente de sus variantes y el énfasis que expresen en algunos de ellos, pueden concretarse en tres fundamentales:
1. Lograr el desarrollo multilateral y armónico de estos niños y niñas, así como la más sana formación de su personalidad.
2. Fortalecer sus habilidades como sujeto que aprende, y posibilitar la formación
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