El Oso Maloso
Enviado por waiiaba • 8 de Septiembre de 2013 • 425 Palabras (2 Páginas) • 398 Visitas
En un tiempo y un lugar muy lejano, vivía un sabio y anciano rey. Su único hijo, el príncipe Rurik, aunque de buen corazón, sólo sabía de lujos, bailes y demás vanidades, porque en su corta vida no había conocido lo que realmente importa. Limitado por los muros del castillo, pensaba que no existía nada más que ese mundo.
Habiendo llegado la hora en que el príncipe debía ocupar el lugar de su padre en el trono, era preciso que contrajera matrimonio con alguna de las hermosas doncellas nobles y de buena familia que habitaban en el pueblo o sus alrededores.
El rey mandó a sus juglares a convocar a todas las posibles candidatas que cumplieran con los requisitos para convertirse en reina, y ofreció un suntuoso baile en los salones del palacio.
La princesa Luna y el Oso plateado.
para quienes aún no emprenden
el camino.
CAPÍTULO UNO.
En un tiempo y un lugar muy lejano, vivía un sabio y anciano rey. Su único hijo, el príncipe Rurik, aunque de buen corazón, sólo sabía de lujos, bailes y demás vanidades, porque en su corta vida no había conocido lo que realmente importa. Limitado por los muros del castillo, pensaba que no existía nada más que ese mundo.
Habiendo llegado la hora en que el príncipe debía ocupar el lugar de su padre en el trono, era preciso que contrajera matrimonio con alguna de las hermosas doncellas nobles y de buena familia que habitaban en el pueblo o sus alrededores.
El rey mandó a sus juglares a convocar a todas las posibles candidatas que cumplieran con los requisitos para convertirse en reina, y ofreció un suntuoso baile en los salones del palacio.
El príncipe Rurik bailó y compartió con cada una de ellas, pero en especial con Valeska, quien esquivaba siempre su mirada, como una señal de timidez. Tenía el pelo cobrizo y ensortijado, largas pestañas, la piel muy tersa, y el vestido y las joyas de un lujo inigualable.
El príncipe la escogió a ella, hechizado por la intriga de sus ojos, los que siempre lo evitaban.
Una vez celebrada la boda, la mirada penetrante de Valeska dejó perplejo a Rurik, atravesándolo como lo haría un puñal. El noble corazón del príncipe le advirtió que esa mirada no venía de un alma limpia y tímida, que en el fondo Valeska no era por dentro lo que aparentaba ser por fuera.
La mujer con la que compartía el trono era déspota y malvada. Trataba con desprecio a los habitantes del palacio y humillaba a la gente del pueblo, imponiendo su poder por la fuerza....
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