El tema seleccionado para profundizar es el Hallazgo de objeto que a su vez tiene una relación con los duelos y los vínculos familiares.
Enviado por filosofiaA • 16 de Noviembre de 2016 • Trabajo • 2.676 Palabras (11 Páginas) • 364 Visitas
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INTRODUCCIÓN
En las siguientes páginas se desarrolla un análisis personal de la película “A los trece” estableciendo una relación con los textos desarrollados en clase.
Partiendo de las fases que comprenden la teoría del desarrollo psicosexual se describe cómo se conforma el Sujeto y de qué manera atraviesa la protagonista cada una de esas fases.
El tema seleccionado para profundizar es el Hallazgo de objeto que a su vez tiene una relación con los duelos y los vínculos familiares.
Para comenzar a desarrollar este trabajo considero necesario partir del concepto de sujeto el cual comienza a conformarse desde el nacimiento, momento que, en el mejor de los casos, él bebe es recibido por ejemplo habiendo elegido un nombre y/o designando un espacio para su llegada.
Estas acciones demuestran lo especial y amado que es esa persona que acaba de llegar al mundo, tanto es así, que en el contacto amoroso con la madre ella constantemente libidiniza al bebé realzando su belleza. Por este motivo es común escuchar frases como “Que linda patita!” “¿quién tiene los ojos más hermosos? el bebé de mamá!”, “me quiero comer este bebé”.
Todo ello es lo que le da Ser al bebé, le da entidad, es decir, lo constituyen como sujeto.
Este sujeto a través del instinto de succión entra en contacto con su primer objeto de amor al atravesar la fase oral . El objeto es aquella persona que lo alimenta, puede ser la madre, quién en un principio representa la figura de la teta o la persona que cumpla la función nutricia. A medida que va atravesando las siguientes fases otros objetos entran en juego.
La relación madre-hijo durante los primeros años de vida se puede representar de la siguiente manera:
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En la siguiente fase llamada fase anal , los bebes abandonan los pañales cuando logran el control de esfínteres y además descubren las diferencias sexuales hecho que da paso a la fase fálica en la que surge el concepto de castración.
En la niña se da el complejo de castración: la niña percibe inicialmente que su clítoris es un pene pequeño que ya crecerá pero, al advertir que las mujeres adultas no poseen pene, intuye que ha sido castrada. Del mismo modo piensa el niño por lo que en su caso se da el temor o amenaza de castración.
Tanto el complejo como el temor de castración son el puntapié para comenzar a tramitar el Complejo de Edipo que debe ser resuelto por ambos sexos teniendo como resultado la adopción de su padre cómo segundo objeto de amor.
Ambos parten de su primer objeto de amor (mamá) aunque de manera diferenciada ya que en la niña se da un doble pasaje de objeto y en el varón sólo un pasaje de objeto.
La niña se acerca al padre en busca de lo que la madre no tiene. Simbólicamente su complejo culmina en el deseo de recibir de regalo un hijo de su padre, el cual permanece en lo inconsciente .La función paterna deberá prohibir los deseos de la niña, es decir deberá frustrar los anhelos de ser la “pareja” del padre y mostrar el objeto de su deseo, es decir, la esposa; de este modo la niña al igual que el niño entiende que tienen que producir su propio límite y vincular el deseo con la ley. De este modo la niña toma a la madre como modelo para identificarse[1] con ella y así poder tener como objeto de amor a hombres parecidos a papá.
En el caso del niño se genera un sentimiento dual de amor-odio que nace al ver a su padre como rival que claramente es superior, por lo que busca identificarse con él, como modelo a seguir para tener como objeto de amor a mujeres parecidas a mamá.
De este modo tanto el varón como la niña han atravesado una perdida que los termina de conformar como sujetos. Esta pérdida puede ser pensada como un agujero o una falta que es lo que impulsa a los sujetos a buscar completarse. Dejar de ser un círculo completo genera el deseo[2].
Esto sucede entre los tres y cinco años. La intervención de la figura del padre es fundamental y se realiza a través de la palabra de la madre. Esta figura hace que la madre “suelte” un poco al bebé de lo contrario éste queda “absorbido” en este vínculo simbiótico.
A partir de la resolución del Complejo de Edipo(Si es que se logra tramitar correctamente) la relación madre-hijo se puede representar de la siguiente manera:
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Luego de este periodo comienza la fase de latencia a los siete años donde tiene lugar la prepubertad cambios físicos internos (no visibles) hasta los diez años edad cuando comienza la pubertad (cambios externos : aumento de masa corporal, cambio de voz, desarrollo de las mamas etc.).
La siguiente es la fase genital que corresponde con el inicio de la adolescencia que está dividida en tres etapas: Adolescencia temprana que comprende las edades entre los 8/9 y 15 años, adolescencia media que va desde los 15/16 hasta los 18 años y la adolescencia tardía que comienza a los 18 pudiendo extenderse hasta los 28 años.
Durante la adolescencia se reedita el complejo de Edipo y el sujeto tiene que tramitar los duelos:
- por la pérdida de los padres de la infancia.
- por la pérdida del cuerpo infantil.
- por la pérdida de la identidad infantil.
Esta etapa está colmada de situaciones nuevas y conflictivas que marcaran al sujeto, para bien o para mal, dependiendo de sus experiencias y las decisiones que tome.
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