Ensayo Pelicula El Estudiante
Enviado por chapa • 13 de Septiembre de 2011 • 2.077 Palabras (9 Páginas) • 5.497 Visitas
ENSAYO SOBRE LA PELICULA “ EL ESTUDIANTE “
MATERIA: ESTRATEGIAS DE APRENDIZA
MAESTRO: LAE. FRANCISCO OLIVARES URIBE.
ALUMNO: JAIME OCTAVIO FLORES CHAPA
FECHA DE ENTREGA: 16 ABRIL 2011.
INTRODUCCION.
Hace algún tiempo cuando tenía algunos dieciséis años y me encontraba en plenitud de facultades físicas para practicar el deporte de mis amores, el basquetbol, el cual mis dos hermanos y yo jugábamos a un nivel competitivo y comentando sobre que la vida pasaba pronto y que dentro de algunos años ya no jugaríamos tan bien porque nos haríamos viejos, mi hermano mayor me enseño una frase que desde entonces quedo muy grabada en mi mente, no estoy seguro donde la leyó, pero él nos dijo...”hermanos, la juventud, es un estado mental…” y hoy día, cuando la ocasión lo amerita la comparto, pero a la vez pienso en la manera que hoy practico el mismo deporte y más de alguna ocasión, creo, cuando termino de jugar, que no del todo la juventud es un estado mental y entra en mí una sensación extraña por las limitantes que hoy tengo para hacer algunas cosas, físicamente hablando, las cuales me resultan complicadas, cuando en otro tiempo eran simplemente rutina para mi realizarlas al momento de jugar basquetbol, y entra en mi la reflexión de si me estoy haciendo viejo mentalmente o si realmente el paso del tiempo hace estragos en las personas.
El siguiente ensayo, reflexiona sobre una persona entradas en años, con un corazón de quince, que pese a las limitantes que su edad pudiera implicarle, toma la decisión de estudiar una carrera, y aun con algunas opiniones en su contra, determina hacerlo, y en ese camino de aprendizaje para él y las personas que lo rodean hay mensajes que hacen meditar sobre distintos valores, como el amor, la familia, la amistad, pero sobre todo la determinación de un hombre de setenta años que enseña con su actitud que, el cuerpo puede haber envejecido, pero el corazón, la mente, las ganas de aprender nunca deberían desaparecer. Y es sobre esto último que quisiera desarrollar mi reflexión.
En mi caso muy personal, me hizo analizar sobre si mi edad cronológica está acorde con mi edad mental, debido a que con simplezas como la de no poder practicar un deporte con la habilidad de algunos años atrás, me hace sentir un tanto mal, cuando después de cierta edad hay cosas de más valor por practicar, por desarrollar, como la búsqueda constante de conocimiento o la oportunidad de compartir a nuevas generaciones lo ya aprendido, tal como lo hace el protagonista de nuestra historia, Don Chano.
EL PASO DEL TIEMPO TE PONE EN TU LUGAR.
Definitivamente las prioridades, lo anhelos las actitudes y hasta la manera de hablar y de vestir van cambiando con el paso de los años, en muchos de los casos esto se va presentando de forma imperceptible para algunos de nosotros, y cuando nos damos cuenta hemos evolucionado en muchos de los ámbitos de nuestras vidas, en esencia es probable que seamos las mismas personas, pero con más experiencia y conocimiento sobre cómo manejar nuestros desafíos cotidianos; pienso que la vida es un ciclo interminable y repetitivo que nos permite, a los que ya hemos vivido un poco más que otros, trasmitir lo ya aprendido, hay una escena de la película que nos muestra que las situaciones que viven las generaciones de ayer y de hoy son prácticamente las mismas también en esencia, solo que se viven en diferentes contextos y con diferentes actores, y es probable que algunos de nosotros tomemos a cuestas una responsabilidad moral de compartir, y asesorar a quienes con su falta de experiencia en una situación determinada se acerquen a en busca de consejo, porque sienten que el paso de los años a algunas personas las hace más entendidas para visualizar una situación de forma diferente, y con esta experiencia viene la capacidad de resolver mejor un problema, nuestro protagonista, tomo las riendas de ese papel con su nuevo grupo de amigos, compartiendo con ellos una manera diferente de vivir y ver la vida, pero esto también le sumo a Chano conocimientos y experiencias diferentes para él, lo cual llevo a todos a aprender los unos de los otros.
Pensando en esta premisa, de que la vida es un ciclo repetitivo, vino a mi mente una anécdota que tuve cuando mi hijo el mayor tenia escasos cinco años de edad; vivíamos en un departamento el cual coincidía pared con pared con los vecinos de a lado, los cuales eran una pareja joven como nosotros, ellos tenían un hijo de nombre Manuel, medio año mayor que el nuestro, parecía que Manuel siempre estaba atento para saber si nuestro hijo ya estaba en pie y poder ir a nuestra puerta corriendo a buscarlo, era gracioso ver como al momento de abrir la puerta de nuestro apartamento Manuel estaba listísimo para entrar corriendo en busca de Josué; una mañana de tantas, nuestro vecinito entro corriendo como siempre, pero esta vez algo detuvo su acelerada carrera al pasar por la sala y ver la televisión encendida, en algunas ocasiones además del niño, venia su mama atrás, tratando de evitar su frenética carrera, en esa ocasión, lo alcanzo justo frente a la televisión, yo me encontraba terminando de ajustar mi corbata para ir a trabajar, y escuche que pregunto a su mama… “Mama, ¿cuándo yo sea grande; también voy a ver las noticias? Y entonces, fue como si rapidísimo regresaran algunas imágenes de mi infancia a mi memoria y recordara lo aburrido que me parecía que los adultos pudieran ver la cara de alguien dando noticias por largos tiempos, y me di cuenta que el paso del tiempo me había puesto en cierto lugar sin darme cuenta, el paso del tiempo había cambiado mi percepción de eso que antes me parecía tan aburrido, y pensé que hoy día cuando enciendo la televisión generalmente busco un canal de noticias porque siento la necesidad de estar informado, y entonces yo le conteste al vecinito...” Si Manuel, cuando seas grande, también vas a
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