FORO DE DUDAS E INQUIETUDES

TEORIA DEL ETIQUETAMIENTO

El Estudio del fenómeno de la conducta del delincuente o conducta desviada hasta mediados del siglo pasado, se encontraba estancado en las concepciones positivistas fundamentadas en el paradigma del consenso que concebían la delincuencia como una realidad fáctica, limitan su objeto de análisis, centrándolo en el desviado y las motivaciones de su comportamiento, y determinaban su método de estudio, que se encontraba basado en la observación y descripción del fenómeno delictivo. El delincuente era concebido como una especie de “entidad patológica” ante la cual, la sociedad organizada en base a los valores que le correspondía preservar a toda costa, debía actuar, con el fin de encontrar las razones de su patología y aplicar el tratamiento necesario. Esta ha sido, y es actualmente, la base ideológica fundamental de las políticas estatales que se encuentran principalmente encaminadas a la corrección del problema criminal a través de la aplicación de penas y sanciones.

La evolución del pensamiento doctrinario comenzó a transformar esta visión netamente positivista, cuando los estudios sociológicos pusieron en tela de juicio la imagen estática e inmutable de la organización social, establecida en base del sometimiento individual a las reglas establecidas por el grupo.

Esta teoría tuvo gran aceptación en los círculos intelectuales y progresistas norteamericanos durante la década del sesenta, remplazó a las teorías de la tensión (anomía y subculturas) en la explicación del fenómeno delictivo. Se consideró que la Criminología se encontraba estancada en cuestiones prácticas, como el diagnostico de delincuentes, el estudio de los individuos desviados, la identificación de las circunstancias que les llevan a la desviación, con la finalidad de corregir al desviado y reinsertarlo a la sociedad … Aunque estos objetivos son la base del estudio de la Criminología de corte positivista, se alejan y olvidan cuestiones realmente fundamentales, como son la definición y estructuración de la delincuencia mediante los mecanismos de control, pues se debe considerar que uno de los más importantes productores de desviación es el Estado, los mecanismos de control social, la sociedad misma… La criminalidad no es una cualidad de determinada conducta, es el resultado de un proceso de atribución de esa cualidad, en concreto un proceso de etiquetamiento. Debemos preguntarnos objetivamente ¿Quién tiene el poder de crear y aplicar etiquetas? Y responderemos acertadamente, que pueden crear y aplicar etiquetas, los órganos que detentan el poder, tal es caso del legislador como creador formal, la policía, fiscales y jueces como aplicadores de las leyes y en general toda la sociedad organizada… La etiqueta o rótulo en conclusión, procede directamente de las instancias formales e informales de control social.

La perspectiva del etiquetado

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La perspectiva del etiquetado nos indica, que una vez que se produce la desviación primaria, entendida como una infracción o violación de la norma, el individuo puede ser etiquetado o rotulado como desviado o delincuente. Este etiquetamiento puede influir en el individuo, reforzando su auto concepto como desviado y permitiendo como consecuencia, que se presenten nuevas oportunidades

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