Formas Musicales Del Período Clásico (1750 - 1800)
Enviado por johnt_2003 • 1 de Julio de 2013 • 4.211 Palabras (17 Páginas) • 1.031 Visitas
FORMAS MUSICALES DEL PERIODO CLÁSICO
Las formas instrumentales surgidas en el clasicismo evolucionan hacia la sonata, base de la música instrumental solista y del cuarteto de cuerdas o la sinfonía, que son sonatas para orquesta o conjuntos instrumentales. Alemanes, franceses e italianos trabajaron la antigua suite (sucesión de danzas alegres y lentas, alternadamente) para llevarla a una forma más orgánica y compleja. J. S. Bach y Haendel cambiaron la zarabanda y la siciliana a largos y adagios, a la vez que la alemanda se volvió allegro y de la giga nació el presto. Hubo compositores franceses como Senaillé y Francoeur que contrapusieron un segundo tema al principal, una técnica que tomó Arcangelo Corelli. La sonata avanzó notablemente con Domenico Scarlatti, quien buscó la simetría de las frases, y más tarde con C. Ph. E. Bach, que utilizó la forma ternaria definitiva con exposición y re exposición de dos temas y su plan de modulaciones o cambio de tonalidad, dando lugar a la sonata clásica que se convirtió en buque insignia de la renovación estilística de Haydn, Mozart y Beethoven.
Además de la orquesta sinfónica, los músicos constituyeron distintas agrupaciones, la más conocida (pero no la única) fue el cuarteto de arcos, con dos violines, viola y violonchelo, que aún persiste. Entre los vientos se destacaron los dúos para dos flautas, los tríos o cuartetos de cuerda con flauta u oboe que reemplazaron al primer violín, o el quinteto con el clarinete sumado al cuarteto de arcos. Asimismo, hay ejemplos de cuartetos de madera (flauta, oboe, clarinete y fagot, que suma la trompa en los quintetos) y conjuntos ocasionales como el septeto de Beethoven con violín, viola, violonchelo, contrabajo, clarinete, fagot y trompa. Algunos de estos conjuntos vienen de la tradición de la Harmoniemusik, interpretada al aire libre.
Las Formas Instrumentales del Clasicismo:
La música instrumental tiene un desenvolvimiento extraordinario durante el Clasicismo, debido a distintos factores de índole social, entre los que sobresale, el impulso de las sociedades privadas y del concierto público, a donde se asiste exclusivamente a la audición de obras como el concierto y la sinfonía, alejándose con esto de otros fenómenos como la ópera, la música de cámara o la música sacra. Ahora, surgen por toda Europa pequeñas orquestas y organismos musicales ligados a las ciudades, y ya no sólo al mundo aristocrático.
Así, en una sociedad en la que la cultura no es patrimonio de las elites, la burguesía constituirá el público musical moderno que asiste a los conciertos públicos, consume y demanda música fácil de tocar y de comprender.
LA SONATA
La sonata (del italiano suonare = sonar) es una composición musical creada para uno o más instrumentos, que consta de varios tiempos.
El término sonata se aplica en distintos sentidos. Uno de ellos se refiere a la estructura musical de los primeros movimientos de las sonatas y de los géneros relacionados con ella en los siglos XVIII y XIX. Pero también desde mediados del siglo XVIII, la sonata se ha utilizado para denominar las obras de tres o cuatro movimientos para uno o dos instrumentos, como sucede en las sonatas para piano (solista), o con la sonata para violín (para violín con un instrumento de teclado). Se suelen usar términos distintos al de sonata en obras que presentan la misma disposición pero que están compuestas para otras combinaciones instrumentales; por ejemplo, la sonata para orquesta se llama "sinfonía", la sonata con un instrumento solista se llama "concierto", y la sonata para un cuarteto de cuerdas se denomina "cuarteto de cuerdas".
En los siglos XVI y XVII el término sonata se aplicaba para distinguir una pieza sonora instrumental de una composición vocal, por lo que el término no implicaba entonces una forma o estilo de composición específico. La forma y el estilo se desarrollaron en Italia a finales del siglo XVI y principios del XVII, al cultivarse por primera vez la música instrumental a gran escala.
Hacia el siglo XVII emergieron dos categorías: la "sonata da chiesa", o "sonata de iglesia", una obra seria con cuatro movimientos; y la "sonata da camera", o "sonata de cámara", una serie de movimientos cortos con origen en la danza.
A mediados del siglo XVIII el término sonata comenzó a utilizarse únicamente cuando el medio interpretativo era un instrumento de teclado solista o algún otro instrumento solo acompañado por un teclado. La sonata clásica queda ilustrada con las obras de Wolfgang Amadeus Mozart, Joseph Haydn y Ludwig van Beethoven, los grandes maestros del clasicismo vienés.
La sonata, nacida en el período precedente, presenta en este momento un esquema formal que, aunque con muchas excepciones, fue considerado por la posterioridad como modélico. En el Barroco, la sonata era una forma instrumental concreta; pero, en el Clasicismo, la concepción se extiende y hace referencia de un modo convencional al primero de los movimientos de sinfonías, sonatas, o conciertos. Este modelo tiene una forma tripartita: tres secciones, y bitemática: dos temas; las tres partes llamadas: exposición, desarrollo y re exposición. Con todo, este modelo ignora otros elementos que son definidores del estilo de la sonata, como son el ritmo, la textura y la armonía, y que se deben de tener en cuenta para una correcta valoración de la obra.
La exposición presenta el primer tema en la tonalidad principal (I), generalmente con gran viveza rítmica y dotado de una naturaleza dramática y de una textura determinada; después, modula, mediante un puente modulante, generalmente cara la dominante (V) o cara el relativo mayor, si la sonata está compuesta en una tonalidad menor, e, inmediatamente expone el segundo tema en la tonalidad de la dominante. Convencionalmente, este segundo tema contrasta en expresión, textura, ritmo y naturaleza lírica respecto al primero. Una vez presentados los dos temas, tiene lugar la cadencia final de la exposición sobre la dominante (V). Tras esta, se puede producir una repetición de la exposición o bien dar paso a la siguiente parte.
El desarrollo consiste en un trabajo creativo y recreativo que puede comenzar bien con el primer tema expuesto ahora en la tonalidad de la dominante, bien con el segundo expuesto en otra tonalidad o, a veces, con un tema nuevo. En el desarrollo tienen lugar las modulaciones más audaces y expresivas, que sirven de soporte a las estructuras temáticas de los dos temas. Un breve pasaje de re transición prepara la llegada de la tercera y última parte.
En la re exposición se vuelve a presentar el primer tema en la tonalidad de la tónica (I). A partir de aquí, el segundo tema y la cadencia conclusiva cambian de tonalidad
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