Las Flores De Harrison - Deontologia Periodistica

Las Flores de Harrison.
Deontología Periodística.

Este film logra mostrar mediante una historia de amor, lo despiadado de la guerra y lo importante de la labor periodística. Sara se niega a aceptar su realidad, e inconforme recurre a la única y mejor herramienta que posee, el periodismo, ella no está dispuesta a resignarse, y convencida de que su marido sigue vivo, se planta, armada de una cámara fotográfica y emprende la labor más importante de su vida, encontrar la verdad.

Esta verdad es la misma que un periodista busca todos los días, que al igual que Sara, es producto de una negación hacia la realidad, un deber que en ambos casos prima sobre todo y que produce esa necesidad de verdad característica del periodismo, una verdad que deberá ser demostrativa y difusiva.

Harrison como cualquier periodista aplica los códigos éticos de su profesión en pro de la verdad, el recurre constantemente a la deontología periodística a lo largo de toda la película, un ejemplo de esto es en el minuto nueve, donde  de manera implícita se hace uso de uno de los códigos deontológicos del periodismo “La integridad profesional del periodista”, él le comenta a Sam (su colega), lo preocupado que se encuentra por el riesgo inminente de su profesión, y le plantea la posibilidad de abandonar el periodismo bélico. Por otro lado este deseo solo queda en eso, ya que decide hacer un último cubrimiento. Harrison asegura que solo lo hace por Sam, pero desde un punto de vista más general el cumple con el código mas importante en su caso, “La eliminación de la guerra y otras grandes plagas a las que la humanidad”.

Dejando a un lado este lapso de exactitud, esta película tiene un final feliz, Sara encuentra a Harrison y cumple su deber, aunque no del todo ya que surge un problema, el ha perdido la memoria. Una imagen (las flores) se vuelve el catalizador de sus recuerdos y así Harrison vuelve a la realidad.

Al igual que Harrison, la sociedad necesita de un catalizador para poder poner los pies en la tierra, los periodistas cotidianamente emprenden aventuras épicas en búsqueda de la verdad, armados con cámaras, bolígrafos, o videocámaras que gracias al deber producen  el  catalizador que la sociedad usara (al igual que Harrison) para salir de la amnesia y volver a la realidad.

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