Musical Modernista

Otra de las figuras más representativas del estilo musical modernista fue Enric Morera. Morera es el músico que enlazó la música catalana con los movimientos musicales de Francia y Bélgica. Su paso por el Conservatorio de Bruselas supuso la introducción de la música de César Franck en Cataluña y, con él, de la corriente franco-belga. Esta influencia, junto con el espíritu wagneriano, que fue impregnando la sensibilidad musical de la época, originó una identidad musical que, a través del movimiento orfeónico iniciado por Clavé, encontraba en la canción coral su expresión más profunda.

La obra de Morera, interpretada por su coral Catalunya Nova, se convirtió en el símbolo máximo de la música del Modernismo y, por lo tanto, de la música que plasmaba la esencia de Cataluña. Su participación en las Fiestas Modernistas, que organizaba Santiago Rusiñol en Sitges, también forma parte de la memoria histórica musical.

La vitalidad del movimiento orfeónico en Cataluña durante el Modernismo dio sus frutos. Uno de ellos, el Orfeó Català, fundado en 1891 por Amadeu Vives y Lluís Millet, todavía perdura. Al lado del Orfeó Català, también hay que tener en cuenta la existencia de otros orfeones importantes de la época como el Orfeó Gracienc de Joan Balcells y el Orfeó de Sants de Estanislau Mateu.

En 1909, el padre de la arquitectura modernista, Lluís Domènech i Montaner, construyó uno de los edificios más emblemáticos de Cataluña: el Palau de la Música. Este espectacular edificio se convirtió en la sede del Orfeó Català y fue la principal sala de conciertos de Barcelona durante todo el siglo XX. Es todo un símbolo y destila el ideario artístico musical del Modernismo: el conjunto estatuario que decora la boca del escenario, con la chica y el sauce, rinde homenaje al busto de Clavé, casi confrontado al de Beethoven. La parte derecha del escenario culmina con uno de los grandes referentes de este movimiento musical y artístico: la cabalgata de las Valquirias wagnerianas que modeló Pablo Gargallo.

El compositor y musicólogo Felip Pedrell (Tortosa, 1841-Barcelona, 1922) fue uno de los grandes impulsores del movimiento de recuperación de la música popular y antigua. Compuso y escribió diversas óperas, entre las cuales destaca ‘Els Pirineus’ [Los Pirineos], inspirada en la obra de Víctor Balaguer. El compositor catalán amalgamó la influencia wagneriana de aquel momento con los cantos populares y la investigación musicológica que quedó plasmada en sus trabajos sobre la música religiosa hispánica. Pedrell está considerado el padre de la ciencia musicológica en nuestro país y ejerció una gran influencia en las personalidades más importantes del cambio de siglo, como Antoni Nicolau, Lluís Millet i Pagès, Amadeu Vives e Isaac Albéniz. También recibieron su influjo los compositores que pudieron estudiar con él, entre ellos

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