ODA SEGUNDA
Enviado por 181817 • 12 de Diciembre de 2013 • 630 Palabras (3 Páginas) • 303 Visitas
ODA SEGUNDA
À TERÓN, REY DE AGRIGENTO,
VENCEDOR CON EL CARRO
¡Himnos, que de la lira
Monarcas sois y dueños!
¿Qué semidiós, qué numen,
Cual héroe cantaremos?
De Júpiter es Pisa,
Y estableció los juegos
Olímpicos Alcides
Cual bélico trofeo.
Hoy celebrar el triunfo
Con voz sonora debo
Que la veloz cuadriga
Donó a Teròn excelso,
OLÍMPICAS.
Varón hospitalario,
Columna da Agrigento,
Flor de gloriosa raza,
Señor de vasto reino.
A esta sagrada margen
Trajo destino adverso
A sus mayares, astros
Del siciliano suelo.
Propicia la fortuna,
Oro y favor perpetuo,
De ingénitas virtudes
Les dio por justo premio.
¡Hijos de Rhea, Jove,
Que diriges el cielo,
Y el más alto certamen,
Y el cristalino Alfeo!
Por mi cantar movido,
A sus ilustres nietos
Conserven tus bondades
El heredado imperio.
Mas ¡ay! Justo ó injusto,
Lo que pasó, ni el tiempo
A deshacer alcanza,
Aunque de todos es dueño.
Cron mejo suerte, olvido
Vendrá: cuando consuelo
Manda el Hado, perece
Del mal hasta el recuerdo.
De Cadmo, á mi discurso
Sirven de noble ejemplo,
Las vírgenes augustas
Que tanto padecieron;
Pero de las cuitadas
Cedió el enorme duelo
De bienes más durables
Bajo el precioso peso.
Aunque de rayo herida,
De Olimpo bajo el techo
Vive Semele hermosa,
La de gentil cabello.
Minerva la ama siempre,
Jove la adora tierno,
Y su hijo (que de hiedras
Se corona) Liéo.
Vida inmoral de numen
Ino en el ponto inmenso
Lleva con las marinas
Hijas del gran Nereo.
El hombre de su muerte
No sabe ni el momento,
Ni si un día felice
Querrá engendrarle Febo.
Las olas de la vida
Con incesante juego,
Ya dan prosperidades,
Ya dolores sin cuento.
OLÍMPICAS.
El Hado así propicio
Sonrió á tus abuelos,
Haciéndolos dichos,
Y grandes, y opulentos.
Mas antes la desgracia
Manchó el hogar paterno,
Desque el fatal Edipo
Con homicida acero
Atravesó á su padre
Layo, sin conocerlo,
El oráculo antiguo
De Pitona cumpliendo.
Erinis mira el crimen,
Y en fratricida duelo
Destruye vengativa
Sus vástagos guerreros;
Tersandro sobrevive
A Polinices muerto,
Famoso en la palestra
Y en combates sangrientos.
Él fue de lo Adrástidas
Vengador y renuevo;
Progenitor del grande
Hijo de Enesidemo,
A cuyo triunfo, cantos
Encomiásticos debo
Consagrar, de mi lira
Con los sonoros ecos.
Terón en Pisa ciñe
Su frente sola. En Delfos
Y el Istmo, con su hermano
Divide los trofeos
Que á sus cuadrigas áureas
Concede el fallo recto,
Al verlas doce veces
Girar con raudo vuelo.
El gozo que da el triunfo
Destierra el humor negro,
Riqueza que acompaña
A la virtud
...