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Pirateria Y Cine

diabetin21 de Enero de 2013

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CONSIDERACIONES SOBRE LA PIRATERIA EN EL DERECHO DE AUTOR

Eduardo Spagnuolo

(DAC)

INTRODUCCION:

Las sociedades viven inmersas en un “clima cultural” propio.

Ese clima cultural esta conformado por usos y costumbres, por la historia compartida, el medio ambiente, modas, movimientos sociales y, por supuesto, la influencia de otras sociedades.

Cuando se produce la revolución tecnológica de las comunicaciones en la segunda mitad del siglo 20, la influencia de otras culturas va en aumento hasta llegar a generar el proceso de globalización que caracteriza al siglo 21.

A lo largo de la historia, las sociedades fueron definiendo cuales eran sus necesidades sociales más importantes, y estas se tradujeron en el concepto de bienes sociales. Aquellos valores que los estados debían resguardar, como la salud, la educación o la seguridad, paradigmas de esos bienes sociales.

Frente a estos bienes socialmente relevantes pueden limitarse los demás derechos individuales. Así, se ha llegado a reglamentar el mismísimo derecho de propiedad, base conceptual, económica y cultural de las sociedades actuales.

Si un pueblo sufre una epidemia y el remedio esta protegido por un derecho de patente otorgado a un particular, los estados tienen la posibilidad de producir u obtener esos medicamentos sin respetar el derecho de propiedad emanado de la ley de patentes.

“CLIMA CULTURAL” y “ATMOSFERA CULTURAL”

Volviendo al particular “clima cultural” de una sociedad, esta harto demostrado que la pertenencia a un grupo, a un país o a una sociedad dada, esta conformado principalmente por un conjunto de valores, símbolos y visiones mayoritariamente compartidas por los miembros de ese grupo.

Esta simbología, este imaginario es a través del cual una sociedad se representa a sí misma y a sus valores, construyendo su identidad.

Es la cultura. O el “clima cultural” particular de cada sociedad, cuya trasmisión y construcción, cambia con los tiempos históricos.

Sobran los ejemplos para ver como las imágenes compartidas, las propias creencias, los mitos, las historias, han hecho crecer a un pueblo o lo han hundido en el olvido o la muerte.

Desde la segunda mitad del siglo 20, el sistema más efectivo para crear, difundir y desarrollar la propia cultura, es el medio audiovisual.

El cine en su momento, luego sumada la televisión, el video, DVD, e Internet.

Todo este sistema tecnológico de captación y reproducción audiovisual es un formidable sistema de comunicación y expansión de determinados valores culturales, con su consecuente secuela de negocios, desarrollo industrial y crecimiento económico.

A partir de una supremacía industrial y comercial nacida después de la segunda guerra mundial, y con en el dominio del 90% de las pantallas de cine de todo el mundo, un porcentaje similar en los programas de televisión, casi el 100% de los sistemas e idiomas de Internet, y la avanzada tecnológica en el desarrollo de nuevos sistemas, como la reproducción audiovisual en teléfonos celulares, o el futuro cine digital trasmitido globalmente vía satélite, un discurso único basado en la cultura norteamericana se ha instalado en todo el mundo.

Así se ha ido formando una “atmósfera cultural global” que rodea el planeta, por sobre los diversos “climas culturales” de las distintas sociedades.

Las sociedades, en este mundo así globalizado, se encuentran en la necesidad de defender su sistema de representación simbólica.

Esto es, proteger sus particulares contenidos culturales, para no correr el riesgo de una verdadera disolución cultural y social, con graves consecuencias similares a un desmembramiento geográfico, una invasión, o un empobrecimiento extremo de su población ya que, como queda dicho, ese sistema de representación simbólica común o “clima cultural”, es la amalgama que une a una sociedad y le marca su camino a seguir.

Para proteger este bien social, los gobiernos han desarrollado sistemas de fomento a la producción audiovisual, regulación del mercado de distribución y cuotas de pantalla, los cuales regulan y condicionan derechos anteriormente adquiridos.

“NECESIDAD CULTURAL”

Influenciados por esta realidad cultural global, la gente de las distintas sociedades, y en especial los jóvenes y niños que llegan a este mundo unipolar del discurso único, desarrollan una verdadera “necesidad” cultural de acceder a esos símbolos y a esa representación del mundo que es trasmitida durante las 24 horas del día, por toda la potente batería audiovisual del siglo 21.

Esta “necesidad” surge porque, para cualquier persona (y reiteramos, en especial para los jóvenes y niños), la posibilidad de no acceder a esos contenidos culturales es sentirse excluido de su circulo de pertenencia.

Es ubicarse fuera de su sociedad y su tiempo.

Este sentimiento de exclusión genera un estado de angustia que exige ser satisfecho de cualquier manera, inclusive a través del delito.

Se genera así, un campo propicio que, si bien no es el único motivo, es un importante incentivo para el surgimiento de la piratería.

LA PIRATERIA

Piratería es, en principio, el delito proveniente de la reproducción o exhibición, con fines comerciales, de una obra sin el debido consentimiento de su autor, o de quien detente ese derecho de autor.

Esta definición deja en claro la unión indisoluble que hay entre piratería y la violación del derecho de autor.

Por lo tanto, es un delito que ataca no solamente un derecho adquirido, sino un derecho defendido por toda la legislación vigente dada su importancia social. Es necesario tipificar bien los elementos que configuran el delito de piratería, para después poder sancionarlo con la legislación correspondiente.

Además del aspecto delictivo, la piratería tiene varios aspectos para analizar:

1 – Social.

El acceso a los diversos contenidos culturales audiovisuales, esta condicionado por el precio de la entrada de cine, el del alquiler del video club o la compra del video o DVD.

El precio elevado, por lo menos para amplias capas de la población, en estos rubros no obedece a razones tecnológicas del proceso de copiado y reproducción, cada vez más económico, sino a motivos comerciales, o de negocios o de porcentuales de ganancias predeterminados, generando un limite mayor al necesario.

Y como consecuencia, un mayor numero de personas excluidas al acceso a esos contenidos.

Esta exclusión así producida es solucionada por la piratería.

2 – Mercado.

La piratería genera un mercado propio de consumidores.

Si podemos asumir que una cantidad de consumidores de copias piratas podrían pasarse a las copias “legales” si el precio fuera más accesible, también debemos aceptar que un porcentaje de los consumidores de copias piratas nunca accederían, por su realidad socioeconómica extrema, a las copias legales aunque tuvieran un menor precio.

DERECHO DE AUTOR

Cuando se produce la proyección de un material audiovisual, el 100% del dinero que el consumidor abona como entrada, alquiler o compra, es en concepto de pago del derecho de autor.

Es de ese dinero que cada empresario, empresa o comercio involucrado en la cadena de comercialización, saca sus costos y su ganancia.

El Derecho de Autor esta integrado por dos componentes básicos, un aspecto económico y un aspecto moral.

Inclusive en el Copyright, se reconoce la existencia de estos aspectos.

El aspecto moral es el rasgo característico de este derecho.

En este aspecto se incluye la obligación, no solo de respetar la integralidad de la obra o el reconocimiento al autor, sino también el derecho a la difusión de la obra de la manera más eficiente posible.

Una obra en un cajón es un objeto inútil.

Un autor es una persona que siente una punción por comunicar algo.

Ya sea un escritor, músico, artista plástico, director de cine o cualquier otro tipo de autor, lo que busca es “tocar” el alma de otro ser humano con el que comparte sueños y fantasías.

O sea, llegar al publico, a su publico.

Y esto se concreta a través de la exhibición de la obra, completándose así el proceso creativo.

Exclusivamente con la llegada de la obra al receptor es que una creación completa su ciclo creativo y puede considerarse como consumada.

En el caso de la obra audiovisual, debido a lo efímero de su soporte y a su estrecha relación con la cotidianeidad social, la inmediatez de la llegada al publico es vital para la existencia misma de la obra audiovisual.

Esta necesidad de difusión no debe verse exclusivamente bajo una óptica económica, ya que puede haber difusión que no genere ingresos, como en un festival, proyecciones a beneficio, etc., e igual se completa el proceso creativo.

En la Argentina, exhibidores y distribuidores tienen fuertes tensiones y discusiones con los titulares de los derechos de autor de las obras audiovisuales, ya sean directores o productores, sobre las condiciones y circunstancias de la exhibición.

Cuando esa exhibición no llega a hacerse o se hace de manera deficiente, la piratería puede llegar a cubrir ese vacío en la exhibición, haciendo

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