Positivo Y Negativo Del Cine
Enviado por Lizzkuchi • 7 de Octubre de 2013 • 1.219 Palabras (5 Páginas) • 5.705 Visitas
Después de más de un siglo del invento del cinematógrafo y a seis décadas del inicio de las transmisiones televisivas, más que lo positivo que el cine nos aporta es más lo negativo que este da a conocer, aunque es difícil ignorar el aporte positivo que hacen estos medios en la comprensión y el acercamiento entre culturas disímiles, en el conocimiento del universo y de la naturaleza humana, mientras proveen un entretenimiento relativamente sano y económico a millones de personas. Pero al mismo tiempo ambos medios están llenos de riesgos, al promover indirectamente una serie de vicios y malos hábitos que adquieren personas sin convicciones firmes, o que ceden fácilmente a la imitación de los mismos, no sólo por las efectivas técnicas publicitarias usadas para promover productos y servicios, sino porque los artistas que practican esos hábitos en la pantalla son admirados por su atractivo físico, talento, popularidad o fortuna.
Empezando por un vicio muy nocivo, pocos dudan que el hábito de fumar se ha extendido grandemente a partir de la popularidad del cine y la televisión, que muestra a sus protagonistas con un cigarrillo en la boca, a veces innecesariamente o para rendir más atractivo al personaje. El espectador inmaduro que busca elevar su autoestima imitando a personajes célebres o rebeldes atractivos, es presa fácil del nocivo hábito, luego difícil de abandonar, con lo cual muchos jóvenes se quedan con el vicio de por vida, con consecuencias funestas tanto para sus familias como la sociedad que debe atenderlos. El alcoholismo o el uso de drogas son también estimulados por escenas donde se muestra a protagonistas disfrutando de esos vicios, tan nocivos como el tabaquismo, y aunque a veces se muestren los efectos negativos de su adicción, ya el daño está hecho al exhibirlos en poses glamorosas que generan envidia. De paso, una encuesta reciente hecha en EEUU revela que 4 de cada 5 personas creen que estos medios han contribuido mucho a difundir los tres vicios, al mostrarlos como aceptables y practicados por personajes atractivos, dentro y fuera de la pantalla.
Difícilmente hay alguna película ambientada en el último siglo sin que salga una persecución de autos, sea que se trata de una cinta policial o de una de las violentas películas de acción, que muestra a los conductores rompiendo todas las normas de tránsito sólo para llamar la atención del espectador. La irresponsabilidad de los conductores se muestra como una travesura divertida o irrelevante, aunque la velocidad pueda justificarse a veces en el argumento, por ejemplo: para evitar un crimen. Los jóvenes son especialmente susceptibles de imitar este hábito, que tarde o temprano terminan en tragedia.
Junto con el exceso de velocidad, es común ver en muchas películas de acción ciertas escenas de destrucción por explosiones, casi obligadas desde hace algunas décadas por ser muy vistosas en una pantalla, ignorando que se graba en muchas mentes inmaduras una acción destructiva con el consecuente estímulo del crimen, el terrorismo y la violencia. Algunos grupos violentos son sugestionados en forma subliminal por la espectaculares explosiones que aparecen en pantalla, e inconscientemente tratan de imitarlas en la vida real, quizás para darse importancia, con las nefastas consecuencias que vemos en muchos países azotados por el terrorismo, uno de los males mayores del presente siglo y que indirectamente es promovido por películas que incluyen el uso superficial de explosivos como parte de la trama.
El consumismo excesivo es otra tendencia nociva que se estimula en gran parte a través de los medios audiovisuales de difusión masiva, ya que el público tiende a imitar los hábitos consumistas o derrochadores que se muestran en las secuencias, asociándolos con el prestigio y el logro personal. La idea del éxito fácil y la riqueza súbita, también impone hábitos facilistas, algunos
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