Reseña El Hombre Elefante

David Lynch (1980), El hombre elefante. Reino Unido - Estados Unidos: Mel Brooks.

Por Fernanda Villafaña

El hombre elefante es una película dirigida por el estadounidense David Lynch, que narra la conmovedora historia de John Merrick, un hombre que desde su nacimiento, se ve gravemente deformado por una extraña enfermedad, la cual provoca su marginación de la sociedad victoriana del siglo XIX en Londres, Gran Bretaña.

Debido a su malformación con rasgos propios de un elefante, Merrick se ve atrapado en un circo ambulante de criaturas deformes, siendo explotado brutalmente por Bytes, quien gestiona dicho espectáculo abusando y maltratando sin piedad del hombre elefante; sin embargo, este personaje es descubierto por un joven cirujano de nombre Frederick Treves, quien lo rescata y ayuda para salir de su desafortunada situación.

Conforme el desarrollo de la historia, el espectador se percata que tras la espantosa fachada de Merrick, existe un hombre bueno y amable que con ayuda del doctor Treves, incluso él mismo descubre que puede ser un personaje distinguidamente refinado y educado.

Gracias a la dirección de Lynch, el estupendo trabajo que hizo John Morris con la música del filme, la gran ambientación de un Londres victoriano del siglo XIX de Freddie Francis y las admirables actuaciones de Anthony Hopkins, John Hurts y Anne Dancroft, el público que se deleita con esta película se ve transportado directamente a la historia, sintiéndose incluso parte de ella, sintiendo casi personalmente las situaciones por las que atraviesa Merrick.

Al ver esta producción cinematográfica, la cual fue nominada a 8 premios de la Academia, incluyendo el de Mejor Película, el espectador experimenta un remolino de emociones, las cuales van desde la simpatía y compasión, pasando por el enojo al ver el trato que recibe el hombre elefante, hasta la tristeza y desesperación, que con un nudo en la garganta, provoca incluso la necesidad de llorar.

El hombre elefante es sin duda alguna, una película de culto, la cual es recomendable para cualquier persona que guste de excelentes producciones cinematográficas. Después de ver esta cinta, el espectador experimenta una nueva bondad en su interior, una solidaridad creciente y la conclusión de que es verdad que no debe juzgarse un libro por su cubierta.

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