Resumen: Algunos Interrogantes Sobre Autoría Y género De Robert Stam

La semiótica de orientación lingüística tuvo el efecto de desplazar a la teoría del autor, dado que la filmolingüística tenía poco interés en el cine entendido como expresión de la voluntad creativa de autores individuales. La teoría del autor había introducido un sistema -basado en la construcción de una personalidad autoral a partir de pistas y síntoma superficiales-que lo hacían de conciliable con cierto tipo de estructuralismo (auteur estructuralism). El auteur estructuralism veía en el autor individual a un orquestador de códigos trasindividuales (mito, iconografía, escenarios). Como señala Stephen Crofts, el auteur estructuralism surgió a finales de los años setenta de una formación cultural determinada, la izquierda londinense de influencias estructuralistas, en concreto de la obra cultural-cinematográfica del Departamento de Educación del British Film Institute. El auteur estructuralism halla sus ejemplos en el estudio de Geoffrey Nowell-Smith Visconti (1967), así como en Signs and Meanings in the Cinema (1969), de Peter Wollen, y en Horizons West (1969), de Jim Kitses. Los miembros de esta tendencia destacaron la idea de autor como construcción crítica y no como persona de carne y hueso. Buscaban oposiciones estructurales ocultas tras los motivos temáticos y las figuras estilísticas recurrentes de ciertos directores como claves de su significado profundo. El auteur estructuralism no tenía gran cosa que aportar a la cuestión de la especificidad cinematográfica, puesto que muchos de sus motivos de estructuras binarias no eran específicos del cine sino que se encontraban ampliamente difundidos en la cultura y en las artes.

El auteur estructuralism puede considerarse como un momento de transición en el fundido encadenado histórico que nos lleva del estructuralismo al postestructuralismo, corrientes que relativizaron la noción de autor como única fuente original y creativa del texto, considerando al autor más como espacio que como punto de origen. En <<La muerte del autor>> (1968), Barthes configuró al autor como producto derivado de la escritura. Para este autor la unidad de un texto no derivaba de su origen sino de su destino; así deja morir al autor para que pueda nacer el lector.

En <<¿Qué es un autor?>> (1969) Michel Focault también hablaba de la muerte del autor. Focault prefería hablar de la <<función del autor>>, bien de la autoria una institución efímera confinada a un espacio determinado de tiempo, que daría paso en un futuro próximo al <<Omnipresente anonimato del discurso>>. Como consecuencia del ataque postestructuralista, el autor de cine pasó de ser fuente generadora de texto a ser un mero término en el proceso de lectura y espectatorial, un espacio de intersección entre discursos, una configuración cambiante producida por la intersección de un grupo de películas con formas históricamente constituidas de lectura y espectatorialidad. En esta edición antihumanista, el autor se disolvía en instancias teóricas más abstractas tales como <<enunciación>>, <<sujetificación>>, <<ècriture>> e <<intertextualidad>>.

En esa misma época se afirmó que una teoría monolítica del autor no podía dar cuenta de la totalidad de prácticas distintas que configuraban el cine. Los defensores de la vanguardia censuraron a la teoría del autor su devoción exclusiva al cine comercial, dejando muy poco espacio para el cine experimental. Los activistas cinematográficos de izquierdas que preferían modelos más colectivos e igualitario sentían un comprensible recelo ante los presupuestos jerárquicos y autoritarios de los que se nutría la teoría del autor. Los críticos del Tercer Mundo también ofrecieron una cogida ambivalente a la teoría del autor. Glauber Rocha escribió en 1963 que <<sí el cine comercial Elda tradición, el cine de autor es la revolución>>. El análisis feminista también expresó su ambivalencia frente al fenómeno, señalando por una parte el sustrato patriarcal y edípico de imitar horas como la de la <<camèra-stylo>> y en denostado <<cinéma de papa>> y reclamando, por una parte, el

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