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Sergio Wolf, Ritos De Pasaje


Enviado por   •  14 de Noviembre de 2013  •  4.829 Palabras (20 Páginas)  •  491 Visitas

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La literatura en las artes combinadas 1

Apunte de cátedra

Reseña bilbiográfica de: WOLF, Sergio, Cine/Literatura -Ritos de pasaje,

Buenos Aires, Ed. Paidós 2001.

Patricia Russo

Introducción

Sergio Wolf dice que su búsqueda se orientó a intentar cercar el objeto: la transposición

literaria, el que siempre se presenta como resbaladizo e inasible por la diversidad de

materiales y códigos a considerar y los marcos teóricos posibles para su abordaje. En

primer lugar había que detectar los nudos conflictivos básicos del proceso de transponer

un texto a un film, hallar el conflicto necesario que genere zonas de interés y favorezca

el diálogo, pues entre el mundo del autor y del director existen zonas ríspidas,

distancias, afinidades y repulsiones, fronteras y vecindades que enriquecen la reflexión

sobre el tema. Es así que la selección de “casos” propuesta, inevitablemente subjetiva,

pretendió alejarse de los casos ejemplares haciendo convivir obras de literatura culta

con otras de literatura de mercado puesto que en ambos casos existen las mismas

dificultades para un guionista o un cineasta a la hora de transponer.

Un problema de origen

Habitualmente se habla de adaptación, lo que implica que un objeto deba integrarse a

otro, subordinarse, produciendo pérdidas o reducciones, o bien que se trata de una

adecuación de formatos, donde el formato de origen, la literatura, debe ablandarse para

“caber” en otro: el cine. Otros ensayistas hablan de traslación para llegar al término

“traducción” o bien a la idea menos precisa de “hacer una versión”.

Wolf se inclina por la noción de transposición, “porque designa la idea de traslado pero

también la de transplante, de poner algo en otro sitio, de extirpar ciertos modelos, pero

pensando en otro registro o sistema”.

La literatura, por ser el modo de narración dominante hasta el siglo XIX, sirvió desde

los orígenes del cine como proveedora de historias. El lugar que ocupa como fuente de

argumentos se mantuvo durante toda la historia del cine, tratando de incorporar textos

con mayor o menor espesor literario, relevancia o valor académico. Que las relaciones

entre cine y literatura se refieran siempre a los orígenes es el motivo por el cual se

piensa la transposición a partir de la literatura.

El caso pionero de David W. Griffith es ejemplificador. Fue él quien pensó en las

potencialidades del aparato cinematográfico y de allí extrajo, o dedujo, las cuestiones

clave del lenguaje del cine, como los distintos tamaños de plano en función de las

necesidades dramáticas y el rol fundamental del montaje o, al menos, las relaciones

significantes entre los planos. Lo hizo impulsado por su interés en sustituir los

procedimientos con que narraba la literatura por los de la nueva máquina de escritura

que era la cámara cinematográfica.

“La práctica de la transposición excede en mucho al valor literario de los textos de

origen”, dice Wolf, aunque la norma parece ser que “la transposición tenga efectos

rigurosamente vigilados e inversos al valor de origen”, siendo entonces que grandes

obras literarias derivaron en películas pobres y otras de escaso valor fueron reinventadas

por el cine.

Los tipos de abordaje

La transposición, entonces, es un trabajo. Y hay que pensarla como un “abanico de

problemas a resolver” que tiene que ver fundamentalmente con los usos y prácticas del

cine.

Los modos de reflexionar sobre las transposiciones son variados:

¨ El que supone que la transposición tiene un valor previo, dado por el valor del

escritor

Si se acepta un canon literario, local o universal, se piensa la transposición como “una

desgracia inevitable” contra la cual los escritores no tienen más remedio que estrellarse.

Bien viene aquí la mención de un ejemplo argentino: dos cuentos transpuestos por la

misma época (los ’60) “Hombre de la esquina rosada” de Jorge L.Borges con la película

homónima de René Mugica y “Los inundados” de Mateo Booz cuya película fue

dirigida por Fernando Birri. La atención crítica y teórica del momento fue abundante en

el caso Borges/Mugica y escasa para el segundo de los casos mencionados aunque las

operaciones de transposición en este último resultaron más atractivas. Digamos que

hubo menos veneración y más apropiación del texto literario, lo cual pone al descubierto

el peso que éste tiene al momento de su análisis.

¨ El análisis tiene sentido como descripción de las diferencias con el texto original

En este tipo de análisis, el analista se erige en máquina punitoria, detector de mentiras y

alteraciones, una especie de “metáfora sancionadora de orden moral”, que se expresa en

términos de “fidelidad” o no al texto original. Este tipo de trabajo sólo se ocupa de

detectar las diferencias entre los dos textos pero deja afuera cuál es el motivo de esas

transformaciones. En palabras de Wolf “La fidelidad o el adulterio de un texto

convertido en película, por tanto, no son más que dimensiones morales, nunca ligadas a

las especificidades y las problemáticas del tema”.

¨ El análisis tiene sentido cuando está circunscripto a los textos clásicos

El cine suele recurrir a los clásicos literarios, quizás por la necesidad de recubrir a esos

films de una pátina de alta cultura, pero se queda en lo decorativo o en la fidelidad

motivada por un excesivo respeto que no condice con el origen de esos mismos textos.

El ejemplo ineludible es Shakespeare, quien manipulaba libremente los hechos

históricos en busca de mejorar la verosimilitud de su obra antes que construir un relato

histórico ajustado a la realidad.

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