Taxy driver critica
Enviado por miliaquilia • 28 de Septiembre de 2015 • Ensayo • 4.171 Palabras (17 Páginas) • 261 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES.
FACULTAD DE ARTE.
CARRERA: REALIZACION INTEGRAL EN ARTES AUDIOVIDUALES.
ASIGNATURA: CRITICA DE LAS ARTES MEDIATICAS
PROFESOR: EDGARDO GUTIERREZ
AYUDANTE: MANINA GARCIA
AÑO: 2014
ALUMNA: MILAGROS AQUILIA
LIEMPIEZA DE UN VACIO
TAXI DRIVER (1976) MARTIN SCORSESE
[pic 1]
A lo largo de la historia del arte hay grandes temas que se transforman en emblemáticos y significativos para los artistas. Son ideas que, en forma cíclica, siempre retornan a las generaciones de creadores que surgen de tiempo en tiempo. La soledad es uno de esos grandes ejes. Basta pensar en obras clásicas de la literatura como El túnel de Ernesto Sábato o El extranjero de Albert Camus, que, a través de sus protagonistas reflejan las ideas más extremas del existencialismo, transforman el peso de la soledad en una angustia absoluta que los condiciona y presiona.
El novelista ruso del siglo XIX Fiódor Dostoievski[1] es quizá el mayor representante de la literatura existencialista. En Memorias del subsuelo (1864), el enajenado antihéroe está enfadado frente a las pretensiones optimistas del humanismo racionalista. La idea de la naturaleza humana que surge en esta y otras novelas de Dostoievski consiste en que es imprevisible, perversa y autodestructiva; sólo el amor cristiano puede salvar a la humanidad de sí misma, pero ese amor no puede ser entendido desde la sensibilidad filosófica. Como dice el personaje de Aliosha en Los hermanos Karamazov (1879-1880): "tenemos que amar la vida más que el significado de la misma".
En el siglo XX las novelas del escritor judío checo Franz Kafka[2], como El proceso (1925), El castillo (1926) y América (1927), presentan hombres aislados enfrentados a burocracias inmensas, laberínticas y genocidas; los temas de Kafka de la angustia, la culpa y la soledad reflejan la influencia de Kierkegaard, Dostoievski y Nietzsche. También se puede apreciar la influencia de Nietzsche en las novelas del escritor francés André Malraux y en las obras de teatro de Sartre.
Con lo que respecta a la escultura, Juan Bordes trata el olvidado cuerpo como su tema central. Las expresiones de dolor y deformación, el volumen rotundo y el dolor figurativo son los caracteres de su exposición. Como podemos apreciar en la obra perteneciente a su serie Accidentes con Malevich: donde el hombre en el suelo es aplastado por el enorme plano rojo. Esto mismo pero plasmado en la pintura puede apreciarse en legendarias obras como El viejo Muladar (1926) de Francisco Goitia, El Grito (1893) de Edvard Munch o El Perro (1952) de Francis Bacon. Basta con contemplar las técnicas de la pintura junto a la gama de colores y puntos de fuga para darse cuenta que el aislamiento humano, el dolor y la angustia abunda en ellas.
Como se ve, no es una tarea compleja volcar la corriente del existencialismo en artes como la literatura, la pintura o la escultura. Aunque para el cine esta tarea sea mas compleja, el séptimo arte no se queda atrás. Podemos apreciar un personaje existencialista en la película de Nicholas Ray, Rebelde sin causa (1955), el protagonista del film es un chico particularmente difícil: confuso y desorientado, se ve frecuentemente envuelto en peleas y conflictos, a consecuencia de los cuales su familia, en la cual es el hijo único, se ve obligada a un permanente peregrinaje de una ciudad a otra. En este viaje el joven intentara encontrar la causa de su existencia. O sin irnos muy atrás se puede rescatar una gran referencia al existencialismo detrás de la amenidad del film Hollywoodense The Truman Show (1998). Este narra la vida de un hombre que desde un principio, nace sin saber que él está viviendo en un estudio de televisión el cual recrea una realidad. El programa se emite durante todo el día a miles de millones de personas en todo el mundo. Truman comienza a sospechar de su realidad reconstruida y se embarca en una búsqueda para descubrir la verdad sobre su vida. El film moderno estadounidense ofrecen la oportunidad de recrear una de las visiones más agudas de Franz Kafka: uno puede despertar un día para descubrir que es analizado, perseguido e investigado por una sociedad de inquisidores. Eso le sucede a Truman Burbank que, al igual que el personaje de "La Metamorfosis", de Kafka, se enfrenta a una realidad inusual cuando se descubre como la estrella de un programa de televisión. "Parece que todo esto gira alrededor mío", descubre el asombrado personaje en un momento que recuerda al Gregorio Samsa de La Metamorfosis, quien despierta para descubrir la terrible realidad de que se ha convertido en un insecto.
Una de las obras cinematográficas que mejor vuelca las ideas de la corriente existencialista utilizando todos los recursos cinematograficos es la obra de Martin Scorsese[3] en su film Taxi driver (1976). Esta película con un gran personaje característico del existencialismo y un mundo cinematográfico que lo acompaña refleja las ideas mas extremas de este movimiento. Desde un comienzo se puede comprender la tarea del guionista, Paul Joseph Schrader[4], quien presenta a Travis Bickle, interpretado por Robert De Niro, como un joven solitario de 26 años ex combatiente de la guerra de Vietnam, quien vive solo alejado de su familia y sin amigos. Schrader escribió Taxi Driver en un momento muy critico de su vida, es por eso que le dio sus rasgos de soledad al protagonista. Joseph había sido abandonado por su novia y el mejor refugio lo encontró en la pornografía, el alcohol y las armas. Al igual que Travis se pasaba las noches deambulando por los barrios mas turbios de la ciudad. Bickle es un personaje marginado, enmarcado en ambientes de soledad y posterior mente de locura la cual conlleva este aislamiento, desenlace que la mayoría de los personajes existencialistas sufren.
Es fácil de reconocer las características de este movimiento como la perdida de rumbo del hombre, su pesimismo, pesadumbres y desasosiego frente a un mundo que no ofrece ningún tipo de seguridad en la personalidad de Travis Bickle. El ex combatiente sufre de insomnio, pasa días sin dormir recorriendo los barrios de Nueva York en trenes y colectivos. Eh aqui el nombre del personaje Travis que viene del verbo viajar (travel). El protagonista decide convertirse en taxi driver para seguir deambulando por las noches pero mejor cobrando por ello. El taxista, desde su auto (elemento que se comporta como un símbolo de la soledad urbana: un ataúd de metal) observa y critica la gente que camina a un lado: “Los animales salen de noche, putas, maricas, expendedores, drogadictos. Enfermos, venales. Un buen aguacero arrasará con todos.” Sin duda no se siente parte de ellos, los entiende como un mundo muy apartado y lejos de encontrarle un sentido. Sin embargo se encuentra indiferente en su trabajo “Voy a todas partes, los llevo a Bronx, Brooklyn, Harlem. A mi que me importa. No hay diferencia para mi” Esto resalta la idea de perdida de rumbo y el ir hacia ningún lugar que plantea el existencialismo. Al igual que los personajes de Franz Kafka, el personaje de Schrader se encuentra en un laberinto. “Estos malditos días siguen y siguen sin fin. Necesito encontrar una meta” A pesar de la imagen tranquila que ofrece al principio, veremos como en Travis existe una personalidad violenta ya que decide revelarse contra aquellos que lo marginaron. Muchos personajes con las mismas características que tiene Travis terminan atrapados en la violencia como forma de descarga al igual que el protagonista del film Rebelde sin causa.
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