Administración del Riesgo es un factor clave para el éxito en el Sector Financiero

El Deber Ser

Introducción

Una correcta Administración del Riesgo es un factor clave para el éxito en el Sector Financiero.

Toda la historia bancaria gira en torno a los éxitos y fracasos de los Bancos. Los fracasos obedecen exclusivamente a malos manejos del Riesgo.

Los Bancos pueden funcionar con imperfecciones o con problemas de eficiencia, pero lo que no tiene solución, en el largo plazo, es que se manejen deficientemente las cuestiones de Riesgo Crediticio.

Si el Banco es competente en estas cuestiones, en su manejo y administración, esto se convierte en una ventaja competitiva con relación al resto del Sistema Financiero.

El ser eficaz en Riesgos, el poseer una cultura del Riesgo bien extendida y el tener adecuados procesos y procedimientos permitirán al Banco penetrar en segmentos del mercado no atacados por otras entidades más temerosas o sólo tentados por organizaciones en forma menos profesional.

El Riesgo y el Negocio no se enfrentan: no hay negocio sin riesgo ni riesgo sin negocio. El secreto de un buen negocio es tener acotado el riesgo que genere el mismo. No sirve diferenciarlos como conceptos distintos. El Riesgo y el Negocio son una misma cosa.

- Toda la Organización debe gestionar con sentido de riesgo. Se necesita un dominio intensivo y extensivo a todo nivel y una definida vocación por el control.

- Los especialistas en riesgo, simultáneamente, deben equilibrar el sentido del riesgo con el del negocio, de manera tal de no desaprovechar las oportunidades de negocio genuino que aparezcan.

Pilares de una Buena Gestión Comercial

La industria bancaria ha ido cambiando a través del tiempo. Al negocio tradicional del crédito los Bancos han desarrollado y ofrecen agresivamente servicios no crediticios dirigidos a distintos segmentos de clientes. El objetivo es tratar de mantener cautivos a los mismos y consolidar la rentabilidad.

Sin embargo, y como ya se expresó, la solvencia de las entidades financieras está directamente vinculada a la calidad de la cartera de créditos. Si analizamos los Bancos que han caído detectamos que los problemas tuvieron que ver con la baja probabilidad de cobro de sus préstamos.

Esta realidad nos devuelve al mundo de los créditos, donde entendemos que las columnas donde se debe apoyar una buena gestión comercial son cuatro:


1.- Riesgo
2.- Liquidez
3.- Cuota de Mercado
4.- Rentabilidad


1) Riesgo.

El riesgo es uno de los elementos básicos y no negociables de un Banco. Las políticas de crédito, en su estadio de encuadre o de aplicación, deben estar definidas dentro de un criterio de apoyo crediticio justo y razonable que contemple las necesidades del cliente y la voluntad del Banco de exponer parte de su patrimonio en la actividad del mismo.

El manejo del riesgo es una disciplina fundamental y, como tal, debe ser dominado por todas las personas que están involucradas en las decisiones del negocio.

Para conceder un crédito hay que tener una seguridad razonable del buen fin de la operación, es decir, de que el cliente cumplirá con las obligaciones correspondientes en los plazos establecidos.

La concesión de un crédito basada sólo en las garantías no constituye una política acertada.

La decisión tiene que apoyarse más en la capacidad de repago (generación de fondos) que en las garantías.

Las garantías materiales se consideran como una línea de defensa frente a situaciones inicialmente imprevistas, que pueden surgir durante la vigencia de la operación.

Cabe destacar, asimismo, el especial cuidado que debemos prestar a la influencia de las normas del Banco Central de la República Argentina (B.C.R.A.) en todas las acciones comerciales y en las políticas de crédito específicas, referidas a límites técnicos, procedimientos, información, etc.

2) Liquidez

La liquidez es una fortaleza de gran importancia para los momentos de crisis del sistema financiero.

Una cartera con clientes que pueden cancelar sus obligaciones en los plazos previstos, o que -en su defecto- pueda ser negociada a otras entidades directamente o por vía de "securities", otorga a la entidad una mayor tranquilidad.

3) Cuota de Mercado

El liderazgo en los mercados en los que el Banco se desempeña está vinculado estrechamente con el concepto de cuota de mercado.

Un buen posicionamiento en el mercado bancario brinda la posibilidad cierta de mantener el retorno sobre la inversión definido en la planificación de los negocios.

Este posicionamiento relativo genera una mayor capacidad de acción para atacar el nicho de mercado deseado, desechando la porción residual no querida.

4) Rentabilidad

El concepto de rentabilidad es el objetivo final del negocio.

Ese criterio está orientado al de la rentabilidad global por cliente -y no sólo la de la operación puntual de crédito-, siendo el crédito otorgado la puerta de entrada a una relación permanente.

Se debe considerar la rentabilidad global del cliente, y no sólo la de la operación puntual del crédito.

Estas cuatro columnas, donde se cimienta el negocio del Banco, deben considerarse elementos que están estrecha y absolutamente interrelacionados.

Sin embargo, el riesgo es el eje pivotal donde giran los otros tres conceptos.

Un crédito no querido afecta inmediatamente a la liquidez y a la rentabilidad y, a partir del mediano plazo, a la cuota de mercado.

Asimismo, si para lograr una mayor cuota de mercado, no se toman en cuenta las políticas básicas de riesgo, es posible que aparezcan problemas de calidad de cartera, de liquidez y de rentabilidad.

El éxito del negocio depende de una equilibrada aplicación de las políticas, que están basadas en los cuatro fundamentos mencionados.

La rentabilidad debe estar directamente relacionada con el riesgo de la operación: no debemos realizar ninguna operación, por rentable que parezca, si no hay una seguridad razonable de recuperación del dinero prestado.

Por esta razón, el riesgo es fundamental al momento de la decisión crediticia.

Factores que influyen en la recuperación del Crédito

Dentro de estos factores, tenemos que considerar el riesgo de solvencia, el jurídico y el instrumental. Estos deberán ser identificados por el responsable del análisis y tendrá que considerar las acciones más adecuadas para reducir estos riesgos.

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