Breve Historia De La Toma De Decisiones

BREVE HISTORIA DE LA TOMA DE DECISIONES

La toma de decisiones es una antigua y amplia búsqueda humana, que se remonta a una época en que las personas buscaban consejos de las estrellas. Desde entonces, los seres humanos nos hemos esforzado por desarrollar contantemente herramientas con ese propósito, desde los sistemas numéricos hindú-arábigo y el álgebra hasta la aplicación de Descartes del método científico. Un creciente conocimiento en las diferentes formas de evaluar y gestionar el riesgo, junto a una mejor comprensión del comportamiento humano y avances que respaldan e imitan los procesos cognitivos, han mejorado la toma de decisiones.

Los autores del artículo en el que se basa el presente ensayo “La Breve Historia de la Toma de Decisiones” Leigh Buchanan y Andrew O’Connel, pretenden llevarnos a lo largo de la evolución de la toma de decisiones en el ámbito empresarial, desde las herramientas fundamentales para gestionar el riesgo como la fe, la esperanza y los poderes adivinatorios usados hace pocos siglos hasta las herramientas más sofisticadas especialmente diseñadas para ser capaces de calcular y gestionar el riesgo de las empresas. A lo anterior se le suma, como a lo largo del tiempo las emociones y sentimientos humanos juegan un papel importante para el proceso de la toma de decisiones, pues al final, los seres humanos son los encargados de tomar la decisión independiente de la herramienta que se usen para calcular el riesgo y disminuyan la incertidumbre frente a este.

La investigación sobre el riesgo y el comportamiento de las organizaciones responde a una motivación eminentemente práctica: ayudar a los directivos a conseguir mejores resultados. Y aunque una buena decisión no garantiza necesariamente un buen resultado, este espíritu pragmático ha dado buenos resultados.

A través del presente ensayo recorreremos la historia de la toma de decisiones desde la prehistoria hasta los tiempos modernos donde las herramientas informáticas tienen una fuerte incidencia restando valor a la intuición, las emociones y los sentimientos de las personas involucradas en la toma de decisiones.

En algún momento de mitad del siglo pasado, el ejecutivo de una empresa telefónica, Chester Barnard, importó el término toma de decisiones desde la administración pública al mundo de los negocios. Así, comenzó a reemplazar términos más estrechos como “asignación de recursos” o “formulación de políticas”, cambiando la forma en que los ejecutivos pensaban su rol desde la deliberación continua, hacia una serie de conclusiones alcanzadas y acciones tomadas.

La complejidad de las circunstancias en las que se toman las decisiones, la conciencia limitada del tomador de decisiones, la falta de tiempo, el optimismo excesivo: el descrédito del hombre racional de Descartes amenaza con debilitar la confianza en nuestras elecciones y ya solo la tecnología es lo único que nos ofrece confianza para la toma de nuestras decisiones.

Las posibilidades son…

Al inicio de los tiempos no existían muchas herramientas que permitieran apoyar la toma de decisiones, por tanto los tomadores de decisiones se apoyaban en las artes adivinatorias con el fin de sustentar sus elecciones. A medida que avanza la historia los avances en las matemáticas y la ciencia desarrollaron probabilidades básicas sustentadas en los juegos de azar que se convirtieron en las primeras herramientas científicas usadas para la toma de decisiones.

Es así, como a lo largo de los años la gestión del riesgo fue tomando forma y la necesidad de garantizar que cualquier persona pudiera calcular sus oportunidades de obtener los resultados deseados en menor o mayor medida, generó que se diseñaran herramientas que permitieran manejar cierto nivel de certidumbre a la hora de la toma de decisiones.

La comunicación de las mentes

“El consenso es bueno, a menos que se llegue a él con demasiada facilidad; en este caso empieza a ser sospechoso”.

La toma de decisiones grupales fue otro de los temas en los cuales se fue evolucionando a través de los tiempos, poco a poco se logró entender y desarrollar técnicas que permitieran que a pesar de que los miembros del grupo fueran totalmente disimiles, se logrará buscar un objetivo común por el cual trabajar. En ocasiones, se debe aprovechar el conocimiento y la experiencia de un mayor número de personas, para tomar mejores decisiones, además cuando se participa en la toma de la decisión, se genera un mayor compromiso en el logro

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