CASO Roberto Sabio

Segundo caso: Roberto Sabio

I: Interrogantes

1. ¿Con la nueva información recibida, debe Fernando Rocafuerte (director industrial) mantener hermetismo o comunicar la verdad a los clientes respecto al nuevo insumo que piensan introducir al producto?
2. ¿Deberá Ana Salazar (gerente de RRHH) hacer caso a las indicaciones del gerente general y buscar la manera de sacar al ingeniero de la empresa además de realizar modificaciones a la planilla con el área contable?
3. ¿Es correcta la decisión tomada por Roberto Sabio (gerente general) sobre la adquisición del nuevo material sin ser comunicado a los clientes?
4. ¿Es correcto que el gerente general apalanque posibles futuros problemas con sus contactos en el poder judicial y en el Ministerio de Trabajo?
5. ¿La decisión que tomó Roberto Sabio al no decir nada sobre la presión que recibe constantemente del dirigente sindical es adecuada?

II. Valores

HONRADEZ (A) (B) (C) (D)

CONFIANZA (A) (B) (C)

TRANSPARENCIA (A) (B) (C) (D) (E)

JUSTICIA (A) (B) (C) (D)

LEALTAD (A) (B) (C)

INTEGRIDAD (A) (B) (C) (D)

RESPONSABILIDAD (A) (B) (C) (D) (E)

III. Principios

1. El proceso de toma de decisiones debe ser llevado de manera responsable y transparente por cada colaborador a partir de una profunda y coherente evaluación de los hechos y posibles implicancias, siempre y cuando estén orientados a alcanzar un objetivo común determinado. (A) (B) (C) (E)

1. Todo trabajador debe desempeñar sus funciones de forma honesta, justa y leal a su empresa, compañeros, clientes y demás stakeholders, con el fin de generar valor para todos los involucrados, logrando así un bien común. (A) (B) (C) (D) (E)

IV. Análisis y solución

La situación en torno a las decisiones que Cottonex S.A. están a punto de abordar son inciertas y preocupantes. Antes de buscar una posible solución, o soluciones, donde prevalezca el bien común, hay que conocer y analizar el perfil de todos los involucrados.

El gerente general de la empresa, Roberto Sabio, tiene una actitud moral fundamental negativa ya que su intención prevalece sobre el bien común y los valores morales objetivos. Asimismo, al no estar abierto a nuevas alternativas de solución ni priorizar sus valores morales pone en riesgo a la empresa y al equipo. El cumplir con los requerimientos de Roberto implicaría graves consecuencias. En el inmediato plazo, se reflejaría en despidos arbitrarios y un perjuicio económico a los trabajadores, mientras que a mediano plazo el realizar el cambio del insumo, reduciendo la calidad, sin comunicar a los clientes podría traer abajo la reputación de la empresa, traduciéndose en una merma de clientes/ventas y por ende el cierre de la compañía.

Ante este escenario, sin necesidad de generalizar, este personaje estaría muy ligado a la cuarta etapa de la teoría de la Fe Humana: “individuante – reflexiva” ya que, además de no ser relativista, cree tener la verdad en sus manos, rechazando a aquellos que no comparten su punto de vista.

Con respecto a la conciencia moral, el gerente general tiene una conciencia moral deformada ya que no percibe lo bueno como bueno, ni lo malo como malo. Entre las deformaciones encontradas la que más resalta es la conciencia laxa ya que al soltar su “alternativa de solución” a manera de justificarse usa argumentos como “otras empresas textiles ya lo están haciendo” o inclusive “de lo contrario se tendría que parar la fábrica”. También la conciencia voluntariamente ciega, porque piensa que debido a su decisión la empresa, y por ende sus trabajadores, se salvarán de una “inminente caída”. Finalmente, también se encuentra presente la conciencia cegada por valores morales distorsionados por la sociedad ya que él menciona que “si aparecen algunos problemitas, yo tengo buenos amigos en el poder judicial”. Claramente, para el gerente es un hecho normalizado el sobornar y saltarse las normas.

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