COMO TRANSFORMAR EL DINERO EN CAPITAL

COMO TRANSFORMAR EL DINERO EN CAPITAL

Por: Luis Alejandro Villota C^[1].

Es a partir de este punto en que El Capital, la obra maestra de Carlos Marx, empieza a hacerle honor a su nombre; pues solo se hablaba de mercancías y de lo concerniente a ellas. Pero ahora que ya se ha entendido que es la mercancía y cómo funciona el proceso de producción de la misma, se procede a tratar lo que al capital en todas sus formas y procesos históricos se refiere. Para ello, se debe empezar desde lo que es el dinero y como este se vuelve capital, que es de lo que se hablara aquí.

Marx plantea inicialmente que la circulación de mercancías es el punto de partida del capital y por lo mismo el capital es algo más que la simple circulación de mercancías, distinguiendo esta ultima al “dinero en cuanto dinero” y “dinero en cuanto capital”. La forma que corresponde al capital es D-M-D (D: Dinero, M: Mercancía)  en otras palabras es la relación de compra y venta. Ahora bien, este proceso sería absurdo, si no se consiguiera una cantidad de dinero mayor al final que al principio. Por tanto, en realidad estamos ante el ciclo D-M-D’ (D’: Ganancia adiciona, por llamarlo así) determinado esto por el valor de cambio mismo. Esto significa que esa ganancia adicional es producto del dinero y de un incremento de este, dicho incremento de dinero es conocido como plusvalía. Asimismo, esto es lo que transforma al dinero en capital.

El origen de la plusvalía no se da en la circulación o el cambio de mercancías, ya que no generan ningún sobrevalor y porque mediante las metamorfosis del intercambio, sólo se produce un cambio formal de la mercancía, pero no en su magnitud de valor, debe ocurrir algo fuera del cambio que haga posible la formación de plusvalía.

Por tanto, las condiciones del problema son estas: El capitalista debe comprar primero mercancías en su justo valor, venderlas después en lo que valen y, sin embargo, recoger de esta segunda venta un valor mayor que el anticipado inicialmente. Esta transformación del dinero en capital debe operarse en el campo de la circulación (pues en la transformación dinero-mercancía-dinero es donde se adquiere la plusvalía) pero, al mismo tiempo, no se ha de realizar en él pues, como se ha dicho anteriormente, no puede ser la propia circulación la que genere este sobrevalor o plusvalía.

Ahora bien, si la plusvalía no surge de la circulación el cambio en la magnitud de valor no puede operarse en el dinero mismo. Tampoco en el segundo acto de circulación. Tiene que operarse por tanto en la mercancía que se compra, pero no en su valor sino en su valor de uso, es decir, en su consumo. Tiene que tratarse de una mercancía que posea el especial valor de uso de ser fuente de valor, y esa mercancía específica es la fuerza de trabajo, es decir, el conjunto de facultades físicas y mentales que existen en la personalidad de un ser humano. Pero se deben dar ciertas condiciones, históricas y no naturales, para que esta fuerza de trabajo se haya convertido en una mercancía y el propietario del dinero pueda encontrar en el mercado al “obrero o trabajador libre”. Este obrero debe ser libre en un doble sentido: debe disponer de su fuerza de trabajo como mercancía propia, y al mismo tiempo debe carecer de otras mercancías que él mismo pudiera vender para ganarse la vida o para gastar en ellas su fuerza de trabajo.

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