Calidad BIMBO
Enviado por anifasia • 24 de Mayo de 2012 • 1.446 Palabras (6 Páginas) • 2.301 Visitas
1. La Gestion de Recursos Humanos en ISO 9001
2. La calidad en grupo BIMBO
3. Conclusión y aportaciones
4. Bibliografía
1. La gestión de los Recursos Humanos en ISO 9001
Los Recursos Humanos, las personas, son responsables de la creación y también de la destrucción de las organizaciones.
No tiene por objeto este artículo argumentar la importancia que las personas tienen para el éxito en la gestión, que por otro lado es evidente para todos, sino presentar de forma clara cuáles son las directrices de ISO 9001:2000 respecto a la gestión de las personas.
Las gestión de las personas, los denominados (también en ISO 9001) recursos humanos, se aborda en la Norma exigiendo la ejecución de un proceso formado por la secuencia lógica de 3 actividades (3 subprocesos), exigiendo que se promueva entre todas las personas la toma de conciencia, y estableciendo que se mantengan registros de la competencia de las personas. Vamos a continuación a explicar cada uno de estos requisitos.
Proceso formado por 3 subprocesos:
La Dirección de la organización tiene la responsabilidad de definir la estructura de personas. Esta definición establece qué actividades deberá poder realizar con suficiencia cada persona según los puestos de trabajo que haya diseñado la Dirección. Aunque ISO 9001 no lo enuncia explícitamente, esta definición es la entrada que debe utilizar el proceso que se muestra en el esquema ordenado en 3 subprocesos secuenciales.
Con la definición de las tareas encomendadas a cada puesto de trabajo creado, la primera actividad que debe realizarse es determinar la competencia necesaria para cada puesto de trabajo. Es decir, qué formación, qué experiencia, qué educación, y qué habilidades debe poseer la persona o personas que ocupen cada puesto de trabajo.
La definición de la competencia necesaria se puede documentar, por ejemplo, utilizando una Ficha de Puesto de Trabajo.
Nota:
Siendo rigurosos hay que decir que la Norma requiere que se determine la competencia necesaria sólo de aquellos puestos de trabajo cuyas actividades afecten a la calidad del producto. Hay que estar muy seguro para afirmar que un puesto de trabajo no afecta a la calidad del producto. Lo más recomendable es definir todos los puestos.
Una vez que tenemos claro qué perfil profesional debe poseer cada persona de la organización, el siguiente paso es evidente: ¿qué se supone que debe hacer una organización que pretenda realizar un producto de calidad?, pues asegurar que todas las personas tienen el perfil que se ha determinado necesario para ejercer las responsabilidades asignadas. Este es el subproceso 2.
Satisfacer las necesidades de competencia se puede conseguir de 2 formas:
1º Dotando a las personas de la competencia necesaria --> Proporcionando formación.
2º Situando en cada puesto de trabajo a personas que dispongan ya de la competencia necesaria.
Los procedimientos utilizados por las organizaciones para satisfacer la competencia del personal cubren actividades como:
• Procesos de selección de personal.
• Procesos de formación previa a la incorporación.
• Procesos de formación por aprendizaje.
• Procesos de formación continua.
• Procesos de reestructuración del personal.
ISO 9001:2000 requiere a la organización que no se quede complacida con las acciones realizadas. Proporcionar formación o situar a personas competentes no es suficiente, sino que debe asegurarse de que dichas acciones han cubierto las necesidades, se debe evaluar la eficacia de dichas acciones.
El requisito de evaluar la eficacia de las acciones en materia de satisfacción de competencia suelen plantear una molestia sólo cuando dichas acciones se han realizado sin convicción, sin un interés real por el resultado final de dichas acciones. Es penoso cuando una organización proporciona formación sólo como medio para “mantener contento” al personal. En estos casos evaluar esta eficacia es un trámite engorroso que no se sabe muy bien cómo hacer, y que acaba sustanciándose en un simple comentario a destiempo del responsable de turno.
Evaluar la eficacia significa volcarse en la consecución del objetivo. Si se ha proporcionado formación es porque la organización lo necesitaba, porque las personas no realizaban su trabajo con la eficacia deseable, ¿no resulta evidente entonces que la organización se preocupe por conocer si las acciones han tenido éxito?. Evaluar la eficacia de la formación (u otras acciones) significa evaluar si después hay una mejora notoria, evidente, en los resultados ofrecidos por el trabajo.
Promoción de la toma de conciencia:
Si en el proceso anterior la Norma se ocupa de que las personas “sepan hacer”, en este segundo se ocupa de otro aspecto igualmente importante, y es que “quieran hacer”, que las personas estén concienciadas de la importancia que tiene su trabajo para el resultado final.
Motivación, aliento, información, dinamización, proyección, etc. Son muchas las acciones que se pueden y se deben realizar para que todas las personas “tiren del carro” en vez de subirse, cuando no poner piedras en el camino. Se puede
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