Calsismo Heterogeneo
Enviado por superrito123 • 12 de Febrero de 2015 • 2.225 Palabras (9 Páginas) • 265 Visitas
a actual crisis financiera y económica, que comenzó en Estados Unidos y que actualmente afecta a todo el mundo, tiene sus orígenes en la década de los noventa y los primeros años del presente siglo.
Habrá otros momentos y lugares para plantear cuáles deberían de ser los siguientes pasos de la política económica pero, para hacerlo, hay que tener un diagnóstico de lo que realmente pasó. Esta nota pretende solamente contribuir a revisar cuáles fueron algunas de las decisiones críticas que condujeron a la crisis de nuestro vecino del norte. La nota no pretende proponer soluciones de política económica para la crisis, ni en México ni en el extranjero, sino solamente contribuir un poco al análisis que generó la situación actual pues, sin un diagnóstico adecuado, las posibilidades de tener una buena propuesta de política económica serían nulas.
Una serie de decisiones equivocadas fueron tomadas a lo largo de muchos años, lo que llevó finalmente al estallido de la burbuja inmobiliaria y sus posteriores consecuencias sobre el sector financiero y la economía real.
Orígenes de la crisis económica estadounidense
Es usual escuchar que el origen de la crisis en Estados Unidos fue el desastre del mercado subprime en las hipotecas. Pero esto es falso: el problema hipotecario fue uno de los efectos y no una de las causas de la crisis actual.
El verdadero origen radica en varias causas que se fueron acumulando durante años y entre las que destacan las siguientes: 1) el sostenimiento durante varios años de una política monetaria errónea y laxa por parte de la Reserva Federal; 2) la autorización de la SEC, en 2004, que permitió aumentar el apalancamiento de la banca de inversión; 3) las bajas impositivas, a partir de 2001, a las empresas y a las ganancias de capital que distorsionaron los incentivos al ahorro, aumentando peligrosamente el déficit fiscal, y 4) la estructura de compensaciones a los ejecutivos en las empresas públicas en la forma de "opciones sobre acciones", que se transformó en un incentivo para presentar resultados manipulados.
A partir de 2001 el Banco de la Reserva Federal disminuyó su objetivo de tasas de los fondos federales de 6.5 a 1% en 2003, manteniéndolas así por un año. La justificación fue la recesión de 2001 provocada por el estallido de la burbuja de las empresas ".com", los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y, más importante aún, el riesgo de deflación por la inclusión al comercio mundial de países con bajos costos de producción.
Las tasas de interés reales tan bajas durante un periodo tan prolongado (cinco años), en combinación con la desregulación de la banca de inversión de 2004, hizo que el apalancamiento de estos bancos se disparara absurda y peligrosamente. Además, en la economía estadounidense hubo un aumento de liquidez derivado de una mayor disponibilidad de recursos provenientes de la economía china y de los productores petroleros de Medio Oriente. Esta abundancia de recursos alimentó el mercado inmobiliario y bajó a cero las tasas de ahorro interno.
La combinación de todo lo anterior generó dos "burbujas" en el mercado: la de los bienes raíces y la de los commodities. De las dos, la inmobiliaria fue particularmente dañina y tóxica.
En 2005 se alcanzó el pico en el otorgamiento de hipotecas y en la tasa de crecimiento del precio de las casas. Estas hipotecas se daban prácticamente sin enganche y con tasas de interés muy bajas durante los dos primeros años de vida del crédito; incluso se encontraban por debajo de las del mercado y con un año de gracia en el que sólo se pagaban los intereses. Además, las hipotecas se daban sin escrutinio sobre los antecedentes financieros de las personas.
Estas acciones fueron promovidas por el gobierno de Estados Unidos desde 1995 con el fin de aumentar el número de propietarios de casas entre los sectores de menores recursos de la población.
Esto llevó a que la proporción de familias dueñas de su casa pasara de 64% en 1994 a 70% en 2004, el máximo registrado hasta ahora. Además, los otorgantes de las hipotecas no tenían incentivos para evaluar el proceso ya que la mayor parte de éstas serían bursatilizadas y vendidas a inversionistas e instituciones financieras.
Inversionistas privados y firmas financieras compraron una enorme cantidad de emisiones de activos respaldados por hipotecas (Mortgage Backed Securities, MBS), proceso que se aceleró con la desregulación de 2004 que permitió a los bancos de inversión aumentar su apalancamiento, en promedio, ¡30 veces!
Se sumó también el grado de inversión otorgado a una buena parte de estos activos respaldados por hipotecas, bajo el supuesto de que el valor de las casas no caería y que las tasas de cartera vencida se mantendrían bajas. Ello permitió a las instituciones financieras ubicar estos activos fuera de sus balances contables, sin la necesidad de reservar capital para contrarrestar posibles pérdidas. Actualmente, 4.4 millones de hogares se encuentran en moratoria o en proceso de embargo, 9.2% del total.
La euforia en la burbuja inmobiliaria dio lugar a una exuberancia sin precedentes en la construcción de casas. Finalmente, al dejar de crecer el precio de éstas, vinieron los inevitables downgrades de las calificadoras, es decir, al explotar la burbuja, se contrajo la demanda y el sector entró en recesión desde el verano de 2007. El exceso de inventarios, la debilidad de los hogares para comprar una casa, las altas tasas hipotecarias y el aumento en los embargos han hecho que se siga intensificando la caída en el precio por un exceso de oferta.
El efecto de la caída en el precio de las casas sobre la economía -en general- y en particular sobre la recuperación, es muy considerable. El consumidor promedio estadounidense tiene 41 años. Una pareja tiene ingresos conjuntos por 67,300 dólares anuales y tienen dos ahorros: su casa y sus cuentas de ahorro para el retiro (401K). Por lo tanto, sus activos son la suma del valor de la casa y de sus ahorros para el retiro, pues el resto (el coche, la tv de plasma, el refrigerador,...) no es suyo, ya que lo debe en su tarjeta de crédito.
Al reventar la burbuja inmobiliaria, ¿qué le pasó al valor de su casa y de su cuenta de ahorro para el retiro? Es decir, ¿qué le pasó al valor de sus activos? Ahora, su casa vale en promedio un 30% menos que en 2006 y su cuenta de ahorro para el retiro, que está en su mayor parte invertida en acciones, vale un 35% menos que al inicio de 2008 derivado de la caída en el mercado de valores. El consumidor promedio perdió 33% de su capital y se quedó con la misma deuda. Es
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