Caso Clocky
Enviado por Martin Marquez • 11 de Mayo de 2020 • Práctica o problema • 7.381 Palabras (30 Páginas) • 1.726 Visitas
Clocky:
Gauri Nanda hizo una pausa para recuperar el aliento. Esta estudiante de 27 años, graduada del Massachusetts Institute of Technology (M.I.T.), estaba en el medio de un blitz de Relaciones Públicas, que no se parecía a nada que hubiera experimentado en su vida - artículos, entrevistas, y apariciones en la televisión que habían culminado recientemente con un spot en Good Morning America, el antiguo programa matinal de noticias de ABC. Y ella no había terminado: el siguiente paso en su agenda era una aparición como invitada en Today Show, la contraparte en NBC de Good Morning America. Era octubre del 2005, y el futuro previsible se veía cada día más ocupado.
La fuente de toda la atención, resultado de años de trabajo duro por parte de Nanda en el Laboratorio de Medios del M.I.T., era un innovador reloj despertador bautizado como Clocky
Clocky estaba diseñado para personas que tuvieran dificultad para salir de la cama en la mañana. Además de emitir un pitido repetitivo, como un reloj despertador normal, Clocky podía saltar de la mesa de luz y dar vueltas alrededor de la habitación, forzando a los dueños a salirse de la cama para apagar la alarma, asegurando de ese modo un despertar exitoso. Clocky, que tenía incrustado un chip electrónico, podía seguir una dirección al azar cada mañana, con el fin de que los dueños se tuvieran que mantener alertas y no pudieran reconocer un patrón de movimientos.
Pero la racha de atención de los medios, había llegado en un momento inoportuno para Nanda. A pesar de sus esfuerzos, Clocky era todavía sólo un prototipo que había estado apunto de no funcionar durante una demostración en vivo en Good Morning America. Los compradores estaban apareciendo, pero según las propias estimaciones de Nanda faltaba todavía por lo menos un año para que Clocky debutara adecuadamente en el mercado. Llegar hasta allí implicaría una escarpada curva de aprendizaje, desde los desafíos de producción y distribución hasta los problemas de propiedad intelectual. Superar estos desafíos y completar la producción de Clocky conllevaría un montón de nuevos desafíos: por ejemplo, cómo aprovechar mejor las Relaciones Públicas derivadas de la atención de los medios para comercializar Clocky, y si sería conveniente asociarse con un mercado minorista en gran escala, como Wal-Mart o Best Buy, o incluso buscar oportunidades de asociación de marcas con un equipo de desarrollo de producto, como iRobot, que podría facilitar la distribución, pero podría exigirle renunciar a una parte del control sobre su producto.
Al mirar hacia el futuro, Nanda también se preguntaba si, al final, tanta exposición en los medios terminaría siendo un obstáculo para su producto y negocio. ¿Se sentirían frustrados los compradores interesados en Clocky una vez que supieran que el producto todavía no estaba disponible en los comercios, o estarían dispuestos a esperar hasta que Clocky llegara al mercado? ¿Debería hacer un esfuerzo para diferir el actual interés de los medios de comunicación con la intención de ponerlo en marcha nuevamente una vez que Clocky estuviera próximo a su terminación? y ¿cómo afectaría la actual exposición sus opciones para el posicionamiento de Clocky? Nanda estaba poniendo a prueba el viejo adagio que decía que no hay “publicidad mala”.
El Nacimiento de Clocky
Nanda siempre había estado interesada en la fusión de tecnología y entretenimiento. En el año 2000, poco después de graduarse de la Universidad de Michigan con un Bachillerato de Bellas Artes en Tecnología para Medios y Música, asumió un puesto como ingeniero de software en Apple Computers.. Si bien gozaba con ambiente relajado, pero profesional, ella descubrió que la naturaleza de gran parte del trabajo que estaba llevando a cabo era completamente técnica y no le permitía satisfacer su lado creativo: “En Apple, estaba trabajando como programadora para Final Cut Pro, que es un software para editar videos. Terminé ahí porque era un paso lógico considerando mi formación, pero no era el lugar adecuado para mí. Quería dirigir mis esfuerzos hacia un trabajo que no fuera meramente técnico”. Nanda no podía superar este sentimiento, de manera que después de un año en Apple dejó la compañía y entró al Laboratorio de Medios del M.I.T. En su segundo año en el M.I.T., se inscribió en un curso de Diseño Industrial, descubriendo que la fuerte dosis tanto de solución de problemas del mundo real como de creatividad coincidía excelentemente con sus aspiraciones. Descubrió que gozaba trabajando en proyectos desde cero hasta que los completaba.
En el otoño del 2004, Nanda empezó a diseñar Clocky como su proyecto electrónico para el curso. Sabía que sería un gran tema, ya que ella siempre había tenido problemas para despertar en las mañanas; teniendo como resultado múltiples llegadas tarde y clases perdidas. Nanda recordaba a una compañera de habitación de la Universidad que dormía mientras sonaba la alarma, el despertador se había convertido en algo completamente ineficaz, dado que simplemente incorporaba de manera inconsciente el sonido a sus sueños. Nanda se dio cuenta que para la gente como ella, un despertador eficaz debía hacer algo más.
Para su prototipo inicial, Nanda incorporó velocidad generada al azar y valores direccionales a un motor conectado a pequeñas ruedas, que hacían posible que el reloj se moviese, reposicionándose y encontrando diferentes “lugares para esconderse” cada día. Hizo un simulacro de su proyecto en clases, donde fue bien recibido, y se colocaron fotografías del prototipo en el sitio web del curso. Nanda archivó su idea temporalmente para terminar con el trabajo de su tesis, pero poco después, en febrero del 2005, se recuperaron las fotografías de Clocky desde las profundidades de la web por populares sitios de aficionados a los aparatos, tales como www.slashdot.com y www.gizmodo.com. No pasó mucho tiempo antes que medios de comunicación de gran difusión, como el Boston Globe, empezaran a contactar a Nanda para ver si podían redactar detallados reportajes sobre Clocky. Pronto fueron seguidos por llamados de productores de televisión.
Nanda recibió permiso de su tutor para poner su tesis en espera y se dedicó al proceso de convertir a Clocky en un prototipo viable que estaría listo para aparecer en los medios en los momentos de mayor audiencia como el “prime time” los diseños iniciales tenían al aparato conectado a un circuito externo, como si tuviera apoyo vital. Mientras soldaba las tarjetas de circuito y esculpía el equeleto de Clocky en espuma y madera, Nanda continuó contestando satisfactoriamente las preguntas de los medios, trabajando muchos días hasta altar horas de la noche.
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