Caso Ideo

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IDEO es una multinacional que ha experimentado una expansión significativa en las últimas dos décadas, pasando de una organización de una docena de empleados en California a una organización multinacional actual que abarca tres continentes y emplea a más de 600 personas.

Las fortalezas de IDEO se centran en sus competencias básicas de innovación, creatividad y diseño centrado en el ser humano, y la empresa puede desarrollar soluciones únicas gracias al personal talentoso y creativo que emplean.

Los recursos humanos están en el corazón de sus fortalezas y son clave para el éxito de la compañía. Reclutan y atraen personas creativas, educadas y altamente innovadoras que están dispuestas y motivadas para trabajar en entornos de equipo.

El enfoque colaborativo y la estructura flexible del equipo le permiten a la compañía desarrollar soluciones que otras compañías con más recursos no pueden lograr. Debido a la naturaleza de la organización y la expansión relativamente reciente en los mercados internacionales, IDEO debe enfrentar dos desafíos importantes a medida que avanza hacia el futuro.

- ¿Cómo operativiza IDEO el proceso de creación?

En la filosofía de diseño de IDEO se mezclaba la iconoclastia californiana con las nuevas ideas y la invención. Fueron introductores de la llamada “ingeniería simultánea” fusión de arte e ingeniería, que consistía en diseñar producto estéticamente agradables con la debida competencia técnica.  Les diferenciaba de sus competidores la capacidad de diseñar dispositivos compactos y complejos técnicamente para la industria automotriz, computación e intrumentos médicos.

Lo que pretendían era generar tantas ideas como fuera posible en la etapa inicial del proceso mediante sesiones de intercambio de ideas que se daban casi a diario. No importa lo absurdas que fueran puesto que cuantas más hubieran, más podrían ir acotando la búsqueda y llegado a la solución óptima.

La imposibilidad de prever resultado, tiempo y costo del proceso de innovación hizo que  involucren en la participación a los clientes. Cuando un proyecto comenzaba, IDEO presentaba estimaciones de costos y de tiempo pero en el transcurso del proyecto estas variables podrían ir aumentando debido al perfeccionamiento al que aspiran llegar los diseñadores; este fenómeno era conocido como “elegancia progresiva”.

Aprendían de cada proceso, mejoraron sus propios procesos mediante el examen de los proyectos finalizados, además de incorporar las metodologías y medios que les parecían buenos como aportación de sus clientes. Su know how estaba basado en su bagaje de haber realizado miles de productos, les suponía una visión trasversal y acoumulada muy por encima de su comptencia.

Se vieron favorecidos en  su crecimiento por la tendencia de reducir plantillas y externalizar contrataciones que se dieron en los años 90.

La estructura de IDEO era completamente horizontal. Se organizaban equipos por proyectos que al terminarlos eran desmantelados. Por esta razón no había un salario fijo asignado al personal ni títulos de cargo. Cada empleado tenía total libertad para diseñar su lugar de trabajo y si el empleado tenía un alto nivel de desempeño se le recompensaba con proyectos más difíciles.

La creación de prototipos ocupaba el eje central. Realizaban varios prototipos y gracias a ellos todo el proceso de invención del producto podía imaginarse de la misma manera por los participantes de cada proceso. No importaba si en un principio el modelo era erróneo puesto que creían que de los errores se aprendía y el fracaso era parte de su cultura.

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