Caso Salvador_UDIMA

1. ¿Cómo se relaciona el caso de Salvador con lo que hemos denominado en la Unidad 4 ruptura institucional de la empresa?

Comencemos el desarrollo de esta pregunta definiendo un poco lo que es ruptura institucional de la empresa, y no es más que, según el manual, la separación de la propiedad de la empresa de su administración y control. En el caso de la empresa X, debido a la amistad que el equipo directivo mundial tenía con Salvador y sus “buenos resultados”, le delegaron a este la responsabilidad de dirigir la filial en España, teniendo Salvador el completo control sobre la misma, sin supervisión ni control de la propiedad sobre la administración. Por supuesto, esto trajo consigo consecuencias desfavorables a largo plazo, que a continuación analizaremos cómo se pudieron evitar.

2. ¿Cómo se podría haber controlado a Salvador desde la central?

Desde mi punto de vista, la desconexión de la matriz con la filial implica una supervisión muy pobre o nula de la primera con la segunda, esto no se da en todos los casos, sino en algunos que, como el que estamos tratando, existe una falta de responsabilidad y control desde los directivos de la central hasta la dirección administrativa. A mi entender, la central debe tener un mayor control y supervisión sobre sus filiales y lo primero que haría yo, en su lugar, sería instalar un departamento de control en cada subsidiaria, en este caso la española, que directamente dependa de la central, desde donde se le enviarán informes tanto financieros como de recursos humanos (incorporando feedbacks o encuestas de satisfacción tanto de los clientes como de los trabajadores), en dichos informes aparecerán los despidos y sus causas, tanto las bajas laborales, cosa que supondría, en este caso, digno de analizar debido a que el comportamiento “hitleriano” de Salvador dio lugar al descontento de muchos de los trabajadores (me atrevo a suponer que después de tantos gritos y vejaciones, más de uno fue despedido y otros no fueron capaces de soportarlo). Veo la necesidad de hacer auditorías internas cada cierto tiempo y un nuevo estudio de mercado, donde se analicen los porqués de estos grandes resultados en medio de una crisis tan grande como fue la del puntocom. Los empresarios e inversionistas tenemos que estar siempre alerta y tener presente que nunca nada es tan bueno como aparenta, y que con enormes subidas sin justificaciones de peso, luego vienen las bajadas. Otra cosa que sería interesante implementar sería, como hizo El Corte Inglés en su momento, y otras muchas empresas norteamericanas, premiar a los directores con acciones de la empresa. Esto es un incentivo para que trabajen mejor y sean capaces de cuidar su patrimonio. Algo personal sería no sólo mirar los números. Un buen director o CEO es un gran líder, el que sabe hacer que su equipo suba con él, no aplastarlos moralmente como hacía Salvador. Los propietarios deben valorar esto junto con los resultados financieros porque lo más importante en una empresa de esta índole es el capital humano que hay detrás. Ellos son los que harán del patrimonio algo grande y duradero si se es capaz de liderarlos correctamente. Es muy importante ganarse la lealtad de nuestros trabajadores. Otro punto de mejora sería contratar un psicólogo. Este es completamente ajeno a la empresa y redactará informes mensuales del comportamiento humano

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