Caso zapata

Corporación Zapata1

Un equipo de hermanos en la alta dirección

Corporación Zapata es una empresa familiar mexicana con poco menos de 60 años de antigüedad. Esta es hoy día dirigida de manera profesional por un equipo de hermanos que han logrado implementar un modelo de empresa exitoso.

¿Cómo hacer realidad este modelo de hermanos?, ¿Qué ingredientes debe contener? y ¿Cómo

Evolucionará?, son elementos que podrán ser develados, reflexionados y discutidos en este caso de una familia emprendedora ejemplar.

LA HISTORIA

El origen

La historia de lo que es hoy Corporación Zapata SA de CV, inicia con Don Roberto Zapata Turnbull. Corrían los años cincuenta del siglo XX y Don Roberto trabajaba en la prestigiosa y de gran abolengo Agencia Central de Ford Motor Company de la Ciudad de México. Esta estaba ubicada en la más emblemática avenida de la ciudad - Paseo de la Reforma, justo enfrente del Ángel de la Independencia. Don Roberto había ocupado muy diversos puestos en la empresa, desde auxiliar contable, hasta las gerencias de refacciones y ventas, culminando con la gerencia general.

Don Roberto Zapata tenía “una personalidad avallasadora”, y su fuerte eran las “relaciones públicas”.

Durante sus años al frente de la Agencia Central, estableció una amistad muy sólida con el Sr. Franz Ruberry

• Director General de Ford Motor Company de México. Cuando el Sr. Ruberry se retira de Ford y decide quedarse a vivir en México, solicita a la empresa el poder tener una pequeña agencia distribuidora de

automóviles Ford en las afueras de la Cd. de México, e invita a Don Roberto a dirigirla.

Como incentivo, le ofrece darle un porcentaje de la tenencia accionaria, como socio operador, así como el ponerle su nombre a la empresa. Es así como surge en 1956 la primera agencia automotriz con el nombre Zapata.

Don Roberto Zapata y Doña Beatriz Gil tuvieron dos hijos: Arturo y Roberto. Arturo Zapata Gil se gradúa en el año  de  1949  de  la  preparatoria  con  el  mejor  promedio  de  la  generación  y  tenía  el  sueño  de  estudiar ingeniería. Pero su padre tenía otros planes: primero, le dijo “la universidad es para señoritos, y los hombres se hacen en el trabajo”; segundo, el futuro de México está en el turismo, y ya te tengo amarrado un empleo  como  encargado  de  mostrador  en  el  Hotel  Geneve  de  la  Cd.  de  México.  Cuando  Roberto  se graduó de la preparatoria un par de años después, un trabajo similar ya lo esperaba.

Ambos hermanos eran obedientes y no discutían los designios de su padre.

Pero el corazón de Arturo estaba en la industria automotriz. Unos años más tarde, se enteró por el periódico de que había una vacante en el área de ventas en Ford Motor Company, y “metió sus papeles sin que el

abuelo se enterara”, comenta Miguel. Por supuesto que su padre le reclamó, pero en 1951 y con 22 años cumplidos, Arturo entra a trabajar a la nueva división de tractores de Ford en México.

Arturo Zapata tuvo una carrera muy exitosa en Ford en México, escalando puestos en la división de tractores, y más adelante en el área de ventas de vehículos. Así, a finales de 1964, le ofrecen la Gerencia de Ventas de Ford en Brasil. Arturo acepta e inicia los trámites para su traslado a Sao Paolo con su esposa y sus tres hijos. Pocas semanas después, fallece Don Roberto Zapata

Turnbull. Durante el sepelio, el Sr. Ruberry le propone a Arturo que se quede en México y se haga cargo de la agencia Ford “Zapata”. A pesar de tratarse de una empresa muy pequeña, Arturo Zapata renuncia a Ford y asume la Gerencia General de Zapata SA.

¿Qué motivó a Don Arturo Zapata Gil a tomar esta decisión? No se sabe con claridad, pero a todas luces parecía un error, o al menos una decisión muy arriesgada, tratándose de una agencia pequeñita con 19 empleados, y ubicada en medio de una cuenca lechera, que se decía se convertiría en una zona industrial en el futuro. Una anécdota simpática (pero ilustrativa) de la joven empresa, es que uno de los 19 empleados - conocido como el Varita, tenía como principal responsabilidad el ahuyentar con una vara a las vacas que buscaban sombra dentro del taller.

El hecho es que Arturo Zapata se integra a la empresa, y se enfoca en crecer. Con una ética de trabajo infatigable, y un gran don de ventas, Arturo convierte a Zapata SA en un lapso de poco más de diez años, en la agencia distribuidora de Ford más grande del país. Durante estos años, el Sr. Franz Ruberry y su yerno – George Adair, le van permitiendo a Arturo llegar a adquirir una mayoría de las acciones, con las utilidades generadas por la propia empresa. En 1981, con un préstamo bancario inician otra agencia distribuidora de automóviles Ford, ahora en el municipio de Texcoco, al oriente de la Cd. de México.

La transición.

El liderazgo de Arturo Zapata, determinante para el crecimiento explosivo de Zapata SA durante los siguientes 20 años, se fundamentaba en:

1. su excepcional don para las ventas, 2) su incansable ética de trabajo, y 3) su preocupación (casi obsesión) por el bienestar de sus empleados y su comunidad.

Arturo Zapata y Beatriz Guizar – su compañera de toda la vida, tuvieron cuatro hijos: J. Arturo, Miguel, Beatriz Patricia y Fernando. Una cosa tenía clara Arturo Zapata: él daría a sus hijos la oportunidad y todo su respaldo, para cursar estudios universitarios, e inclusive de postgrado, si así lo deseaban. J. Arturo estudió la carrera de ingeniería industrial en la Universidad de Stanford y después una maestría en administración en el ITESM; Miguel estudió ingeniería mecánica en la Universidad Anáhuac seguido de una maestría en ingeniería de proyectos en la Universidad de Stanford; Beatriz Patricia estudia la licenciatura en Sistemas en el ITESM y Fernando, ingeniería industrial también en el ITESM.

En 1986, la salud de Don Arturo pasa por un mal rato, coincidiendo con el retiro de su brazo derecho en Zapata SA.

El médico le planteó que tenía que bajarle al ritmo de trabajo, o que corría el riesgo de sufrir consecuencias graves. Don Arturo dirigía su empresa bajo el tradicional modelo de un exitoso fundador de empresa: “él era el hombre orquesta, el capitán de la empresa y de la familia, y quien tomaba todas las decisiones” decía su hijo Miguel. Siguieron un par de meses de debate en la familia, culminando en un acuerdo donde

J. Arturo y Miguel aceptan cortar temporalmente (un año y medio o dos) sus carreras en Procter & Gamble y en Condumex, respectivamente, con el objetivo de ayudar a Don Arturo a construir un equipo directivo sólido y profesional, para eventualmente poder delegarles la conducción de las dos agencias distribuidoras de vehículos Ford.

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