Condicionales Revista

Qué va a pasar cuando en 3, 4, 5 o 10 años la tasa de obesidad no decrezca porque los padres les seguirán proporcionando felicidad chatarra a sus hijos?

Nadie en la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) pensó por sólo un segundo en el eterno niño octogenario de pantaloncillos cortos “Chabelo” porque ¿y ahora qué va a vendernos en su desmañanante programa?

Cuando decidieron sacar la publicidad en televisión y radio en horarios en los que los que al parecer los niños ven la tele o mejor dicho de las barras con target infantil en el horario que se transmitan, con esta medida se podrá dar la desaparición de muchos programas dirigidos a los infantes en la televisión mexicana abierta o de paga porque quien subsidia la nómina o compra de las producciones animadas o actuadas nacionales y extranjeras, son esos mismos anunciantes que acaban de sacar del aire. Y aquí hay 3 posibles opciones: o dejan de pasar y producir las televisoras las famosas “caricaturas y programas actuados por pre-adolescentes”. O nuestros hijos van a ver y escuchar ilógicamente para ellos por supuesto en estos horarios spots de detergentes, champús, cosméticos, limpia pisos, automóviles, tratamientos para las hemorroides y agua pura embotellada o se tendrán que chutar en estos horarios infomerciales de aparatos para bajar la panza y desarrollar músculos con el mínimo esfuerzo, baterías maravillosas de cocina e increíbles brassieres que levantan la talla, esconden los gorditos y te hacen ver más seductora, lo cual podría resultar en que los niños se aburran y se refugien todavía más en sus videojuegos, celulares y tabletas o salgan a jugar a la calle con el prejuicio de sus familias andar de vagos o el miedo de que algo malo les suceda.

Muchos padres de familia seguramente estarán a favor de la medida, sobre todo aquellos que son padres de hijos obesos y con tendencia a la diabetes como seguramente lo son “ellos” y lo apunto porque en realidad la obesidad se cultiva en casa, con los hábitos de consumo de las familias que en muchas ocasiones en lugar de razonar la alimentación de sus hijos para tener una dieta sana, prefieren darles de comer productos enlatados, pastas y sopas de 3 minutos en el microondas, pizzas, hamburguesas y toda una serie de mercancías que ellos mismos consumen con el maravilloso pretexto del “no hay tiempo” para cocinar, pero alguien tiene que pagar los platos rotos de la obesidad infantil y esas van a ser las televisoras y radiodifusoras que transmiten esos programas y eso podrá sonar a venganza para muchos por la reforma en telecomunicaciones.

Cuando fuimos niños también veíamos caricaturas o programas en donde los anunciantes eran prácticamente los mismos, frituras, panquecillos, paletas, helados, refrescos y un sinfín de botanas o productos con alto contenido calórico, pero no había tantos niños gordos como hoy, inclusive el o la gorda del salón en mis tiempos, seguramente se vería delgado junto a los obesos actuales pero si somos un poco más lógicos, los niños no tienen poder adquisitivo ni de decisión sobre lo que consumen, son los mismos padres quienes les dan el dinero y deciden las compras alimenticias para su familia para consentirlos y si nos referimos a aquella frase que

...