Constitución
Enviado por hitucha • 2 de Marzo de 2015 • 3.717 Palabras (15 Páginas) • 204 Visitas
INTRODUCCIÓN
La afirmación de principios de conducta profesional de los jueces refuerza la confianza de todos los ciudadanos y permite conocer mejor la función que desempeña el juez en la sociedad.
Históricamente, la misión del juez consiste en aplicar la ley o solucionar los conflictos a través de la aplicación del derecho. La obligación de respetar la ley es una garantía frente a la arbitrariedad del juez.
Sin embargo, en nuestras sociedades, el papel del juez ha evolucionado: ya no es simplemente "la voz de la ley", sino que, en cierta medida, el juez es también un creador del derecho, lo que implica la asunción de responsabilidades y el respeto de las normas deontológicas adaptadas a dicha evolución.
Además, nuestras sociedades reclaman una mayor transparencia en el funcionamiento de las instituciones públicas.
Tanto la independencia, como la integridad, la imparcialidad, la reserva y la discreción, la diligencia, el respeto y la capacidad de escucha, la igualdad de trato, la competencia y la transparencia son los valores comunes identificados.
El juez presenta asimismo en su persona las cualidades del coraje, la sabiduría, la sensatez, la humanidad o la capacidad de escucha, y es consciente de que su comportamiento profesional, su vida privada y su conducta en sociedad influyen en la imagen de la justicia y en la confianza de los ciudadanos.
DEONTOLOGÍA DE LA FUNCIÓN JUDICIAL.
El juez debe enlazar la ética de la función judicial con su desempeño como funciónprimordial en el ejercicio cotidiano toda vez que como administrador de justicia y garante de los derechos de los ciudadanos debe velar para mantener una conducta imparcial ante la tramitación y resolución de conflictos judiciales que le son sometidos a su consideración, mostrándose ante estos con diligencia.
Todo juez profesional del derecho debe entender que la ética, en sentido general, es el arte de elegir la mejor conducta, asimismo debe tomar en consideración que la ética judicial procura regular la conducta de los funcionarios al servicio de la justicia y de sus administradores, el juez debe entender que la ética judicial coadyuva para asegurar la represión de las violaciones de la ley.
El juez también estará consciente que por el hecho de ser juez no debe abusar de dicho cargo para favorecer intereses privados ajenos a la función judicial; además la ética judicial le prohíbe participar en actos y reuniones de índole política, incluso el juzgador debe evitar declaraciones de esa naturaleza ante los medios de comunicación, salvo que fuese indispensable, también tiene la prohibición de dar consulta en asuntos jurídicos y por consiguiente le está prohibido ejercer la abogacía directamente o a través de una tercera persona.
Igualmente el juez debe, sobre todas las cosas, ser guardián celoso de la Constitución, como ley suprema de la República y su obligación no solo es respetarla sino defenderla con su vida. El juez debe ser un hombre de vocación, la ética de todo juez exige que se aprenda y dominea plenitud su rol, todo juez debe cumplir a cabalidad sus funciones sagradas de juzgar la conducta de sus semejantes.
Debe destacarse que el hombre siempre ha confiado en la honestidad y sabiduría de otros hombres para resolver sus contradicciones de manera justa y evitar la violencia y esa confianza de honestidad y sabiduría se reciben cuando la adquiere con sus actos, puntualizándose que de esta forma se enlaza la ética con la función del juzgador, primero con sus actos y con su independencia, en otras palabras, la ética judicial vincula al juez con un sin número de principios que debe velar por ellos y aplicarlos en el ejercicio de su función judicial. Entiéndase que la ética “es el conjunto de principios y de normas al que debe sujetarse la conducta de los administradores de justicia”; puntualizándose que dentro de esos principios éticos sobre la conducta del juez se tienen la imparcialidad, la honestidad, la justicia, la pulcritud, y la rectitud, entre otros.
El juez debe ser poseedor práctico de rectitud de carácter de espíritu “Quien imparte justicia no debe ser conmovido por el deseo de agradar, ni por el temor de disgustar, el juez debe tener su vista fija solo en procurar lo justo y desentenderse de los sentimientos de afecto.
El juez debe tener la obligación de evitar privilegios, discriminación por motivos de filiación política, religión, raza, condición social, parentesco y otros criterios que colindan con los derechos humanos y con el mérito personal. El juez como tal debe ser unhombre de hierro, que no se amedrenta ante los poderosos y las amenazas, que no se deja comprar con bienes materiales, para el juez no hay amigos, parientes o recomendados, el juez está en constante peligro de perder su vida y el alma ante tantas tentaciones y por ello debe ser prudente, justo, revestido de fortaleza y templanza.
El juez debe ser un hombre de vocación con temor a Dios, que no busque ganancias mal habidas, debe dar prueba a la sociedad de ser un hombre honesto, honrado, incapaz de robar, estafar o defraudar y sobre todo sincero, es decir, debe expresar y demostrar sus acciones como persona libre de ataduras por cualquier complacencia.
La conducta del juez permanentemente está sujeta a la balanza pública de la sociedad donde ejerce sus funciones y en ese tenor debe ser muy cauto al momento de actuar, no solo en sus funciones jurisdiccionales, sino en su accionar como ciudadano, en virtud de que la función que desempeña el juez es limitada por una serie de actuaciones y comportamientos enmarcados conforme a su perfil, en otras palabras, el juez no debe actuar como cualquier otro ciudadano común y corriente frente a actitudes que presenta la vida, sino que tiene que cumplir con ciertos principios al momento de actuar, no solo en el ámbito laboral, sino en todos los demás ámbitos, particularmente en el personal.
En conclusión quiero patentizar que tener el honroso nombramiento de ser juez implica cumplir y ejercer la función judicial con honestidad, eficiencia personal,imparcialidad, laboriosidad y responsabilidad y sobre todo con ética judicial.
LAS VIRTUDES DEL JUEZ.
En los últimos tiempos se ha producido en el ámbito de la filosofía moral una renovación de la teoría aristotélica de las virtudes. Un buen ejemplo es la obra de MacIntyre Tras la virtud.
Entre las virtudes del juez se encuentran, sin duda, el profundo conocimiento del Derecho, la pulcritud y la escrupulosidad. Entre las dificultades que tiene que afrontar su práctica cabe mencionar el exceso de casos y la falta de medios.
De las virtudes del juez también se ocupó Tocqueville.
...