Contabilidad De Transporte
Enviado por karlosmatias • 11 de Marzo de 2014 • 4.743 Palabras (19 Páginas) • 4.693 Visitas
Universidad Autónoma de Chiapas
Facultad de contaduría pública
Campus IV
CONTABILIDADES ESPECIALES
Catedrático:
Dr. José Gutiérrez Castellanos
Tema:
“Contabilidad de Autotransporte”
9 “B”
Integrantes:
Cecilia Arévalo Vázquez
Fernando Paz Gutiérrez
Néstor Ignacio Mejía Castro
Tapachula, Chiapas a 10 de marzo de 2014
Índice
1. - Generalidades de las empresas de autotransporte
1.1. Introducción
1.2. El autotransporte en México y su clasificación
1.3. Antecedentes del autotransporte de pasajeros
2.- Disposiciones legales y fiscales que afectan la industria del autotransporte
2.1. Ley de vías generales e comunicación
2.2. Ley de IVA
2.3. Ley del impuesto sobre la renta
3.- Catalogo de cuentas y su regla particulares
3.1. Catalogo de cuentas de transporte de carga
3.2. Catalogo de cuentas de transporte de pasajeros
4.- Operación y sus registros contables
4.1. Operación
4.2. Reporte de viaje
4.3. Registro de viaje
CONTABILIDAD DE AUTOTRANSPORTE
GENERALIDADES DE LAS EMPRESAS DE AUTOTRANSPORTE
Introducción
Las empresas de autotransporte tienen como meta final, al igual que para el resto del sector productivo, la obtención de utilidades suficientes que le permitan financiar el capital, retribuir el trabajo y el desarrollo de la empresa. Con este propósito, ponen a disposición de sus usuarios un parque vehicular adaptado a las condiciones de operación, así como los recursos humanos y materiales que permitan manejarlo y mantenerlo, de acuerdo a la demanda de transporte de carga o de pasajeros.
El vínculo que existe entre el consumo de combustible, el sistema de operación, el modo de manejo de los operadores, el mantenimiento de las unidades y la características propias de las unidades, permite a través de un análisis de estos factores detectar las anomalías que pueden existir en el funcionamiento de la empresa, y de ahí proponer las acciones correctivas más adecuadas.
Dentro de estas acciones se encuentran los diagnósticos energéticos. Lo cual se entiende que el diagnóstico energético es un proceso que se realiza en una empresa de transporte, para identificar a través del análisis de las diferentes áreas que la integran, desde un punto de vista energético, las causas por las que la empresa no puede alcanzar su objetivo principal, que es el de satisfacer la demanda de transporte, a través de la oferta de un parque vehicular que cumpla con las condiciones de calidad y seguridad que se requiere.
En México son pocas las empresas de transporte que al inicio de sus operaciones tienen una organización bien establecida, ya que la mayoría se ha desarrollado de acuerdo con las condiciones del mercado; ocasionando que su organización esté basada en la urgente necesidad de responder a la demanda de los clientes y, por lo tanto, se improvise mucho y resulte deficiente.
Considerando que la empresa de transporte es un sistema complejo, debido al predominio del componente humano y su entorno económico competitivo, hace que se encuentre siempre en una situación de desequilibrio, que trae consigo una disminución de las utilidades y dificultades financieras. La experiencia en países europeos ha demostrado que en el correcto seguimiento de los consumos de combustible se encuentra la fórmula para una operación eficiente de la empresa y representa el mejor medio para la obtención de utilidades.
De acuerdo con estudios realizados en varias empresas mexicanas de autotransporte, el consumo de combustible se ve afectado de manera importante por las logísticas de operación, las políticas de mantenimiento de los vehículos y por las prácticas y costumbres en su conducción. Por esta razón se han propuesto una serie de medidas orientadas a promover el uso eficiente de la energía. Algunas de estas medidas incluyen la optimación en los recursos del vehículo, el mejoramiento en la logística de operación de las flotillas, el entrenamiento continuo de los operadores, la selección de mejores alternativas en la tecnología de los vehículos y el monitoreo del combustible.
Las empresas de transporte, cualquiera que sea su actividad, tienen como objetivo obtener utilidades que les permita recuperar la inversión realizada en edificios, mobiliario, vehículos, talleres, equipo e instrumentación, por mencionar algunos aspectos. Por otro lado, necesitan solventar los gastos por la operación de las actividades que realizan manteniendo un desarrollo y crecimiento de la empresa que le permita asegurar su presencia en el mercado.
Para alcanzar estos objetivos se debe tener un balance positivo entre los ingresos que logran la empresa y los gastos requeridos para ofrecer el servicio. Esto conlleva, para las empresas, el establecimiento de una buena organización, tanto en los aspectos administrativos como técnicos, para lograr un alto nivel de productividad y una mayor rentabilidad.
El autotransporte en México y su clasificacion
Una de las mayores necesidades de la era moderna es sin lugar a dudas la del transporte, por lo que no es de extrañar que en las últimas décadas los diversos medios: terrestre, aéreo, fluvial y marítimo hayan logrado un adelanto considerable para ofrecer una mayor seguridad y comodidad a los usuarios. El autotransporte se considera un servicio público y a este respecto el Lic. Gabino Fraga nos dice “el servicio público es una actividad para satisfacer concretamente una necesidad colectiva de carácter económico o cultural mediante prestaciones que, por virtud de regulación especial del poder público, deben ser regulares, continuas y uniformes”. Nos dice también, que los particulares pueden crear empresas que satisfagan necesidades colectivas; pero el Estado, en el ejercicio de sus atribuciones de tutela de los intereses colectivos, interviene regulando y organizando la actividad mediante una reglamentación adecuada que garantice la regularidad y uniformidad delas prestaciones. En nuestro país la prestación del servicio público de autotransporte se concede a los particulares que están dispuestos a cumplir con las disposiciones establecidas y a invertir las sumas cuantiosas que se requieren. Por virtud de estas concesiones, el Estado asegura una situación de temporalidad a los inversionistas que les permite amortizar su capital y obtener una utilidad razonable, en el entendimiento de que, al término de la concesión, el inversionista deberá haber amortizado el capital invertido y consecuentemente los bienes
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