Cuando la medicion no funciona

¿CUÁNDO LA MEDICIÓN NO FUNCIONA?

LIVIA ESTHER MOUTHON SOLAR

Especialización en Gerencia del Talento Humano

Corporación Universitaria Remington

La medición como elemento esencial en la evaluación de los procesos y la gestión organizacional, es una herramienta importante ya que se encuentra alineada a los objetivos y a las metas a corto, mediano y largo plazo que tenga la empresa. Medir el desempeño puede ayudar a que las organizaciones mejoren su rendimiento al identificar buenas prácticas y aprender de los errores cometidos, ayuda a que las organizaciones se enfoquen en sus procesos clave, y permite identificar las áreas con bajo desempeño, sea cual sea el enfoque o la filosofía en la que se basa el sistema de gestión de la entidad, lo cual ayuda mucho en la toma de decisiones para una mejora continua, buscando siempre asegurar la cadena de valor.

Los sistemas y sus indicadores, ofrecen a las empresas una guía en tiempo real para el diagnóstico y corrección de las actividades en cada una de las áreas; por ello, muchas empresas ligan incentivos y sistemas de remuneración completos, al cumplimiento de algunos de estos indicadores, por esto, muchos de los colaboradores se concentran de alguna u otra manera en alcanzar el nivel requerido de dicho indicador, sin tener en cuenta la correcta ejecución de cada una de las actividades.

Los sistemas de gestión actuales son una herramienta de suma importancia para la toma de decisiones y seguimiento de desempeño en todas las empresas, desde el nivel directivo y estratégico, hasta el nivel operativo y de ejecución. La mayoría de estos sistemas, están alimentados por la información que suministran los mismos colaboradores en los distintos niveles, por lo cual, son susceptibles a deliberadas o involuntarias manipulaciones en pequeñas y grandes escalas.

Las debilidades de la mayoría de los sistemas de medición, radican en la necesidad de basar las recompensas en los resultados de dicha medición, lo que causa una gran cantidad de disfunciones, ya que, gracias a la lucha por obtener las recompensas, se ve afectada directamente la forma en que los empleados responden a la medición.

Cuando los empleados o grupos de trabajo están altamente incentivados, el sistema de medición se convierte en un conflicto de intereses por el resultado de cada individuo o grupo en mención. Teniendo en cuenta los defectos en casi todos los sistemas de medición, las fuertes recompensas producen en los colaboradores la necesidad de actuar de manera tal que se obtengan beneficios personales, lo que inevitablemente da lugar a fallas en el sistema, y desencadena en datos falsos o mal estructurados que afectaran directamente la toma de decisiones acertadas por parte de los directivos de la empresa.

Los incentivos y las recompensas no son las únicas influencias organizacionales que fomentan la disfunción en la medición; también se presenta el caso de los empleados que tienen probabilidades de recibir castigos debido a los bajos desempeños. El miedo es una de las principales causas de la disfunción en la medición, cuando muchos empleados se convierten en víctimas de los sistemas de medición sobre los que no tienen ningún control, y ven en ellos una amenaza que puede afectar su seguridad laboral.

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