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Cómo hacer una planeación fiscal o planeación financiera?


Enviado por   •  17 de Enero de 2015  •  Práctica o problema  •  2.263 Palabras (10 Páginas)  •  313 Visitas

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¿Cómo hacer una planeación fiscal o planeación financiera?

Aprende paso a paso cómo realizar la planeación fiscal de tu empresa junto con la financiera

El propósito fundamental de una planeación financiera es incrementar el patrimonio de los accionistas, socios o dueños de las fuentes generadoras de riquezas.

Es por ello que los empresarios, enfocados a su razón de negocios, diseñan perseverantemente estrategias que les permitan garantizar la sostenibilidad de sus empresas, generación de empleos, y con ello su bienestar personal y el de los diversos grupos sociales que en tales propósitos se involucran.

Lo anterior, sin omitir su responsabilidad de pagar impuestos (contribuir), de acuerdo con las leyes, pero observando siempre el principio de libertad económica, el cual exige la constante evaluación de procedimientos que les permitan optimizar sus recursos económicos (o patrimoniales), de modo que aporten lo justo de acuerdo con su capacidad, lo que constituye una acción natural de toda persona por administrar sus inversiones y procurar su bienestar.

Importancia de la planeación financiera-fiscal:

Así entonces, en la búsqueda de optimización de los recursos financieros la planeación fiscal adquiere una importancia significativa como herramienta administrativa capaz de producir beneficios y sustentabilidad económica.

Muchos son los autores que han abordado el tema de la planeación financiera, y otros el de planeación fiscal. No obstante estos no constituyen temas aislados, sino más bien, la planeación financiera le da origen y sustento a la planeación fiscal. Por ello, a lo largo del presente trabajo, no referiremos al tema de la planeación financiera-fiscal.

La mayoría coincide básicamente en señalar que el objetivo de la misma es: abatir, atenuar o diferir la carga fiscal de toda operación, siempre con apego a las leyes y contando con el soporte documental que demuestre la legalidad de los actos.

Es preciso destacar que en ocasiones las opciones o alternativas pueden estar explícitamente establecidas en la ley, pero que en otros casos (la mayoría) los beneficios son implícitos y deben obtenerse mediante el estudio asiduo e interpretación armónica de diversas leyes, tributarias y no tributarias, pues ante todo es preciso dejar claro que los efectos fiscales en las operaciones de negocios, serían nulos, si obviamente, no existieran tales negocios.

Por tanto, el efecto fiscal constituye tan sólo una consecuencia del éxito comercial, de la generación de riqueza, y de buen ejercicio empresarial, siendo estos últimos factores, lo importante, y lo difícil en el mundo de los negocios.

No hay que perder de vista que esta situación configura la importancia, y sobre todo, la legitimidad de la planeación financiera-fiscal (como actividad), no obstante, en la práctica puede ser complicado distinguir entre una conducta lícita de otros actos ilícitos como son: la simulación fiscal, la evasión fiscal, fraude o delito fiscal.

Buscar una razón de negocios y no un beneficio fiscal:

Es para evitar lo anterior, que la importancia de que exista una razón de negocios sea imprescindible, pues se requiere definir un objetivo determinado que no sea exclusivamente la obtención de un beneficio fiscal, y que éste sea una consecuencia de aquél. Como en cualquier actividad administrativa, y principalmente, en el caso la disciplina fiscal, es necesario prevenir antes que corregir, anticipar en vez de reaccionar, darle un rumbo, un destino a la empresa, y tratar de evitar que su camino sea dirija en un ámbito incierto.

Sin pretender establecer una definición absoluta de lo que es la planeación financiera-fiscal, podemos señalar que se trata de un conjunto de estrategias, que en el uso o interpretación adecuada de las leyes, permiten la optimización de las utilidades de la empresa, mediante la determinación real de los elementos de toda contribución, para proceder a su pago de manera justa, proporcional y equitativa, y elevar la rentabilidad del negocio.

Cabe destacar que, dado que la planeación financiera-fiscal pretende esencialmente que el empresario retenga de manera lícita recursos para reinvertirlos en su negocio, las autoridades fiscales han establecido programas de divulgación donde dejan de manifiesto su disgusto respecto de esta actividad, puesto que la consideran algo muy contrario a lo señalado en el párrafo anterior, pero el conocimiento profundo y sustentable de la materia, hacen o permiten una aplicación de la ley fiscal de manera adecuada.

Incluso algunas dependencias del propio Estado, como es la Secretaría de Economía, en su sección que promueve la constitución de pequeñas y medianas empresas, señala que la planeación de los impuestos es la actividad tendiente a determinar los efectos fiscales financieros que producen dichas operaciones, con objeto de optar por las situaciones jurídicas más convenientes, que permitan legítimamente minimizar el costo fiscal. Esto significa que se debe planear de algún modo el efecto fiscal que se deriva de las operaciones normales de la empresa y aprovechar al máximo las ventajas que conceden las leyes fiscales.

Es vital entonces, precisar que la planeación financiera-fiscal no debe tener por objeto la evasión de impuestos, puesto que tal conducta, está definida como un delito, y consecuentemente provocaría diversas sanciones, tanto de índole económico, como corporal.

Es importante también que el empresario conozca el alcance de las disposiciones fiscales, con el propósito de encontrar un tratamiento y consecuencias favorables a sus intereses.

Conocer a la empresa, es el primer paso:

Para realizar una planeación financiera-fiscal, se debe conocer la operación de los negocios, en donde la participación de los empresarios es indispensable, para retroalimentar a los especialistas en esta área con los elementos suficientes, para después, tomar en cuenta diversos aspectos como los siguientes:

• Ubicar a la empresa en una zona en la que existan tratamientos fiscales más favorables. Se recomienda al respecto consultar los estímulos, programas de apoyo federales y de las diferentes entidades federativas que se encuentran incorporadas a este sistema.

• Acelerar o diferir ingresos o gastos, considerando las estimaciones de gastos futuros en función de las necesidades de la empresa.

• Canalizar inversiones ociosas hacia aquellos renglones que tengan tratamientos fiscales preferentes.

• Elegir los métodos

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