¿Cómo puede mejorar el nivel de la calidad educativa costarricense, en contraste con Finlandia, su economía?

Universidad de Costa Rica

Facultad de Ciencias Económicas

Escuela de Economía

Seminario de Investigación Económica I

Prof. Milagro Saborío Rodríguez

Paola Salazar Chacón

B36329

29 marzo 2016

¿Cómo puede mejorar el nivel de la calidad educativa costarricense, en contraste con Finlandia, su economía?

        “Es hora de que cada palo aguante la vela de su propio progreso”. (Arias, 2010)

Vivimos en una región que durante siglos ha sido considerada como ejemplo de retraso económico, social y político. Si examinamos de cerca el ejemplo de Costa Rica, muchas justificaciones ante esta tragedia podrían venir inmediatamente a nuestra mente, como el hecho de que nuestro país no participa de la carrera armamentista latinoamericana, o simplemente depositar toda la culpa en los hombros de los políticos que nos han liderado desde hace décadas. Pero, ¿hasta qué punto estamos negando la expansión de nuestra visión hacia naciones realmente desarrolladas? ¿Cuán reticentes estamos ante la idea de poder imitar el ejemplo de otros países?  ¿Estamos bien en contraste con el resto de América Latina, o somos un elemento más dentro del caos?

        Para intentar si quiera comenzar a comprender algunas de estas cuestiones, podríamos expandir más nuestra visión y redirigirla a otros ejemplos de naciones prósperas. Para dicho efecto, tomaremos el caso de Finlandia como modelo, un país con 5.3 millones de habitantes que, años atrás, se consideró el país más pobre del norte de Europa. Hoy, lidera varios rankings referentes a la calidad educativa, al nivel de vida, a los servicios de salud, y demás comodidades que han ido obteniendo los finlandeses con el paso de tiempo. Ahora ¿qué hicieron? La clave de este éxito se resume sencillamente en la educación.

        Finlandia se decidió por realizar varias reformas educativas que mejoraran la calidad educativa que estaban recibiendo los estudiantes desde tempranas edades. Todo el sistema educativo es gratis. Un ejemplo común a la hora de hablar de la dedicación a la enseñanza es el sistema de profesorado de las escuelas. En una clase de un promedio de 30 estudiantes hay tres maestras. Una principal, una auxiliar que atiende dudas en el proceso educativo, y una particular que ayuda a los estudiantes a profundizar temas que les hayan resultado dificultosos. Cabe mencionar desde luego, que la profesión de educador es considerada en Finlandia incluso más prestigiosa que la de un médico.

        Este último es sólo un ejemplo de cómo otras economías en el mundo que antes eran consideradas popularmente como “tercer mundistas” han logrado florecer en diversos ámbitos. Podemos observar cómo este cambio no se les ocurrió a los finlandeses de la noche a la mañana, sino que mediante detenida observación de otros países con economías florecientes desarrollaron un plan y lo pusieron en acción.

        ¿Es esto falta de humildad? Como un país latinoamericano libre de armas, Costa Rica tiene la oportunidad de florecer como economía avanzada. Sin embargo, nada de estas reformas pueden suceder a menos de que decidamos hacer un cambio en nuestro sistema educativo. No es cuánto estemos invirtiendo en educación, ya que en nuestro país el 8% del PIB va destinado a este fin, porcentaje mucho más alto que en cualquier otro país centroamericano, sino más bien cómo lo estamos invirtiendo.

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