Desarrollo Del Contenedor
Enviado por EdsonMS • 23 de Marzo de 2013 • 2.544 Palabras (11 Páginas) • 438 Visitas
INTRODUCCION
A lo largo de la historia se han producido sucesos que han cambiado la dinámica de las relaciones internacionales. Uno de ellos es el intercambio de mercancías de un destino a otro en el plano geográfico.
A medida que han pasado los años, las nuevas tecnologías y avances han permitido que estas operaciones se realicen cada vez con más frecuencia, exactitud y más rapidez.
Gracias a esos avances, sumados a los tantos tratados y acuerdos de libre comercio, nos permiten gozar de mayor variedad de productos que antes ni soñábamos con conocer.
En el presente trabajo se mostrara como los contenedores han sido parte de ese desarrollo en las exportaciones como en las importaciones.
Analizaran las características tales de los contenedores, sus dimensiones, los tipos, entre otros temas.
Historia del contenedor
Allanando el camino hacia el comercio global
El origen de los contenedores es casi tan antiguo como el transporte, el desarrollo como unidad de carga comienza tras la II Guerra Mundial. Hasta ese momento cada naviera construía los contenedores de acuerdo a sus necesidades, en la década de los 60 aparece la creación de las nuevas instituciones con una finalidad única: normalización de los contenedores. Así en el año 1965, la ISO (International Standard Organization) normaliza el contenedor en aspectos como diseño, capacidad de carga, dimensiones, y demás cualidades. En los años sucesivos arrancó el verdadero movimiento del contenedor, empleado en navegación y transporte intermodal, después de un duro trabajo de ajuste en cuanto a instalaciones portuarias, buques, y todo lo relativo al transporte interno para su correcto uso y movilidad.
Hay varias definiciones del contenedor existentes en diversos ámbitos:
La normativa ISO registrada en la norma UNE 49-751 lo define como un instrumento de transporte que reúna las siguientes características:
Concebido para facilitar el transporte de mercancías, sin rotura de cargo, por uno o varios modos de transporte.
Provisto de dispositivos que permitan su manipulación.
Suficientemente resistente para permitir su uso repetido.
Volumen interior de un metro cúbico como mínimo.
Creado de forma que resulte fácil su carga y descarga.
El Convenio Aduanero de Ginebra, de 8 de mayo de 1956, lo define:
Instrumento de transporte portátil o móvil de carácter permanente, apto para su uso reiterado y para el transporte de mercancías a granel o ligeramente embaladas, especialmente con propósito de transporte sin manipulaciones intermedias, por medio de un transporte cualquiera o la combinación de varios de ellos.
Medio siglo atrás, los comercios estaban abarrotados de productos nacionales. No había franelas dominicanas ni juguetes chinos ni pescado costarricense ni cerveza alemana. El transporte de carga desde lugares distantes era demasiado costoso.
De hecho, el comercio internacional de Estados Unidos menguó entre 1930 y 1960. Pero todo esto cambio el 26 de abril de 1956, cuando el primer contenedor experimental fue embarcado por una grúa en Newark, Nueva Jersey. La popularidad y la utilidad del contenedor aumentó en las décadas siguientes a medida que esta poco atractiva caja transformaba el mundo comercial e, incluso, la economía del consumidor.
Antes de la caja, China no era un centro manufacturero y las compañías estadounidenses no subcontrataban los servicios de países en los que la mano de obra era más barata. Pero, hoy en día, después de aparecida la caja, es difícil conseguir un producto hecho en Estados Unidos. De hecho, algunos grandes minoristas exigen que los productos de sus proveedores sean fabricados en China.
El auge del contenedor cambió la geografía de la economía mundial. Los bulliciosos puertos de la Ciudad de Nueva York vinieron a menos cuando los nuevos puertos de Nueva Jersey construyeron grúas para contenedores y se hicieron con el negocio. Hong Kong, Seattle, Los Angeles y Miami se convirtieron en centros de comercio internacional gracias a sus ubicaciones privilegiadas.
Pero el contenedor no sólo facilitó el transporte. También le permitió a los negocios enviar capitales al extranjero. Este cambio revirtió años de reivindicaciones laborales logradas por los trabajadores de Norteamérica, Europa y Japón. Antes del contenedor, las condiciones laborales mejoraban constantemente: menos horas de trabajo, mejores sueldos y una menor edad de retiro. Pero el contenedor se volvió una pesadilla para los sindicatos cuando puso a competir los altos salarios de los trabajadores del mundo desarrollado con los bajos salarios de los trabajadores del mundo en desarrollo. De repente, el trabajador de una línea de ensamblaje en Estados Unidos tuvo que competir con un trabajador que hacía el mismo trabajo en China, pero por menos dinero.
El nacimiento del contenedor
El comercio global, tal y como lo conocemos hoy en día, era difícil de imaginar antes de los años cincuenta. Los envíos se hacían en pequeñas cantidades. Los trabajadores portuarios se daban a la terrible tarea de embarcar el cargamento poco a poco. Este trabajo no sólo era peligroso para el cargador, sino para el barco: si la carga se movía durante el viaje, el barco podía voltearse. Pero la mayor preocupación de los transportistas eran los altos costos que los sindicatos le imponían al comercio mundial. Los sindicatos eran corruptos e ineficientes, y parte de la carga desaparecía invariablemente de los puertos.
Por su parte, los cargadores hacían constantes huelgas que retrasaban los envíos. Además, el tiempo de carga y descarga era tal que la mercancía podía permanecer durante días en los puertos.
No eran sólo los cargadores - todo el mundo deseaba un procedimiento más eficaz. Y fue Malcolm McLean, un magnate de Carolina del Norte dedicado al negocio del transporte terrestre, quien en definitiva cambió esta situación. Nacido en 1913, McLean dirigía una gasolinera en Red Springs, Carolina del Norte. Durante la Gran Depresión decidió buscar por sí mismo los suministros de combustible. Ya a finales de la Segunda Guerra Mundial, McLean poseía 162 camiones y una compañía que producía US$ 2 millones anuales. Estaba obsesionado con aumentar las ganancias y controlar los gastos. Por ejemplo, los conductores experimentados recibían un mes de pago adicional si los novatos a los que habían entrenado no sufrían ningún accidente en su primer año de trabajo.
En 1953, frustrado por el impacto que estaba teniendo el tráfico
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