EL DECÁLOGO DEL BUEN PERIODISTA

EL DECÁLOGO DEL BUEN PERIODISTA

El periodista trata de cumplir su misión, a pesar de las amenazas, los despidos, la propia censura o de las invitaciones, sutiles pero constantes, a ser parte de la corrupción. El periodista busca desentrañar los misterios de la burocracia, el que hacer oscuro de los políticos y de toda persona vinculada al interés público.

Las características que debe poseer todo buen periodista:

1. Actualización y estudios constantes.
2. Pasión por la escritura
3. Individualismo
4. Humanismo
5. Sencillez
6. Tenacidad
7. Rapidez
8. Presentación
9. Extroversión
10. Buena salud    

El periodista actual no es aquel que fracasó en todas las profesiones y no le quedo otro camino que una mesa de redacción. No, el periodista de estos tiempos es aquel que se prepara contantemente, que se exige porque sabe que para entender y comunicar una noticia debe interpretarla y comprenderla.

Aparte de comprender un hecho, el periodista debe profundizar sobre los acontecimientos, sacar posibles conclusiones y repercusiones. Para lograrlo necesita de lecturas y estudios permanentes. No debe ser un buen periodista una persona que no sienta pasión por la escritura. Por eso no es raro que los periodistas terminen escribiendo algún libro.

Aunque el trabajo que efectúa el periodista es altamente solidario, debe hacerse de forma solitaria, y no en rebaño, como sucede con algunos reporteros que publican las mismas informaciones y los mismos errores en su periódico.

Para que desempeñe con éxito su profesión, el periodista debe sentir empatía por el prójimo. Entender el dolor ajeno, pero también rebelarse ante las injusticias, porque el periodismo no es una actividad para lucrar: difícilmente el ejercicio honesto de este trabajo convertirá a alguien en una persona rica.

La modestia no debe confundirse con la humillación. Kant decía que es indigno de un hombre humillarse y doblegarse ante otro: “Quien se transforma en gusano no se debe quejarse de que lo pisen”, sentenciaba el filósofo alemán. Pero como señala el fundador del país, Juan Luis Cebrián, un periodista no debe hacer de su credencial una patente de corso: ”Muy al contrario, lo que pretendo es que no sea otra cosa que ciudadanos comunes, y eviten la tentación de convertirse en casta”.

Hacer buen periodismo, es sostener una carrera d resistencia: no doblegarse, no vencerse antes de conseguir la información. Una joven reportera se hizo acreedora al Premio Nacional de Periodismo por dedicar varias horas de trabajo extra para alertar sobre posibles exposiciones en Guadalajara. Desgraciadamente su llamado de auxilio no sirvió para nada y aquella cuidad vivió en 1992 la peor tragedia de su historia.

Ser un buen periodista requiere tenacidad, espíritu de lucha, no darse por vencido hasta conocer y comprender los hechos. Esa es la misión del periodista y debe cumplirla a cabalidad. El periodista está trabajando siempre contra el tiempo, pero esa premura no debe estar reñida con la precisión y la información de los datos, ni con  la buena redacción.

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