EL FRAUDE DE LAS SECTAS COMERCIALES
Enviado por malekoc • 10 de Abril de 2013 • 3.090 Palabras (13 Páginas) • 650 Visitas
EL FRAUDE DE LAS SECTAS COMERCIALES Por Mariano Martín(*) (extracto)
Las empresas de venta directa con sistema piramidal, movilizan millones de dólares que van a
parar a manos de unos pocos. Hoy podrían estar trabajando más de 500 mil personas, que ante la
necesidad de empleo, depositan ciegamente sus esperanzas en ellas. ¿Cómo dañan económica,
psicológica y físicamente a la gente?
El sistema de venta piramidal no es nuevo, tuvo sus orígenes en la década del ‘50, cuando una
persona descubrió que podía armar una red de distribuidores de productos, que trabajaran en
beneficio propio y a su vez le reportaran comisiones. Esta modalidad comenzó a extenderse
geométricamente, y en los años ‘60 se instaló en Argentina la empresa Bestline que
comercializaba detergentes. Al igual que todas las empresas que poseen el mismo sistema, la idea
es más o menos la siguiente: a partir de un producto cualquiera, una persona forma un grupo de
vendedores, que no sólo se encargan de comercializarlo, sino que también pueden formar a su vez
a más vendedores que estarán a su cargo, y de cuyas ventas el distribuidor que los nuclea cobrará
una comisión predeterminada, y así sucesivamente. Existen empresas que enmascaran el método
de venta llamándolo ‘network’ o ‘por duplicación’, pero un breve análisis de los diferentes planes
de marketing de las compañías, arroja siempre el mismo resultado; ni más ni menos que venta
piramidal.
Para ingresar al sistema, el aspirante a distribuidor, deberá firmar un acuerdo, comprar una suma
determinada de productos, y comprometerse a alcanzar las metas que se ha propuesto. Al
comienzo los costos no son muy significativos, pero conforme avanza la actividad, llegar a las
metas implica un desembolso cada vez mayor, que nunca se condice con los ingresos prometidos.
LAS REUNIONES DE NEGOCIOS
Hace unos años, Elena atravesaba junto a su familia por una difícil situación económica. Enterada
de esto, una amiga suya le propuso conocer un ‘excelente negocio’, y asistir a una reunión de
presentación. Al llegar, fue calurosamente recibida por la concurrencia, hasta que llegó una
persona que, dueña de una gran locuacidad, se ocupó en brindar los detalles del sistema. Los
asistentes festejaban matemáticamente sus dichos y ocurrencias, mientras en una pizarra
desarrollaba complicados gráficos explicativos. La conclusión era que uno podía consumir o vender
los productos presentados, pero el ‘negocio con mayúsculas’ consistía en armar una red de
distribuidores de los mismos.
Estas escenas se repiten a diario en numerosos puntos del mundo, con empresas de distinto
nombre pero que utilizan los mismos métodos.
Estas reuniones tienen como objeto no sólo vender el producto, sino captar nuevos distribuidores
para la cadena de comercialización.
LAS EMPRESAS
Los planes de marketing, si bien se esfuerzan en demostrar lo contrario, son más o menos los
mismos en todos los casos, y las similitudes se extienden a la estructura de las reuniones, la
realización de los eventos, y al control psicológico que se opera sobre los vendedores.
Cuando llegan a un país, se preocupan en primera instancia de convocar a profesionales, para
darle prestigio a la firma.
Paralelamente organizan importantes reuniones en las que invitan personalidades reconocidas
que asisten con cualquier excusa. De este modo, las empresas obtienen promoción extra y
reputación de prestado.
Sin embargo, en poco tiempo más los nombres de estas compañías podrían no ser muy
significativos, ya que aparecen y desaparecen casi como por arte de magia. Es usual que cada
tanto, un miembro importante de la empresa descubra el verdadero negocio, forme una nueva
compañía que comercialice cualquier producto y convoque a los distribuidores a participar del
nuevo emprendimiento, tentándolos con promesas de mayor progreso.
El caso de Bestline es paradigmático: cuando llegó a la Argentina, armó una importantísima
estructura de más de ochenta sucursales en todo el país, vendiendo detergentes. En un momento
dado, el presidente de la compañía en la Argentina formó la suya propia llamada Performance,
que con el mismo grupo humano (cada vez más extendido), pasa a vender artículos de bijouterie.
Con la estructura ya armada, el segundo en la pirámide, seguro del éxito fácil, formó Surprise,
junto con su compañía ‘hija’, llamada Relevance que vendía artículos de limpieza y perfumería.
Con el tiempo, fueron naciendo y muriendo del mismo modo empresas como Leiton, Amorouse,
Mickers etc. En todos los casos, se tomaron grupos de personas adiestradas adecuadamente, y
con sólo cambiar el producto, reproducían la cadena.
LOS PRODUCTOS Y LA GENTE
A partir de estas premisas, casi cualquier artículo es comercializable.
Utilizando el mismo sistema, se han vendido dentífricos, baterías de cocina, líneas de belleza,
alimentos dietéticos etc.; incluso en los Estados Unidos, se comercializan desde automóviles hasta
computadoras personales. Lo destacable de todo esto, es que en realidad no importa demasiado
qué es lo que se venda. El capital realmente grande que manejan estas empresas, es la gente que
trabaja para ellas. Desde que ingresan en la compañía, son objeto de un intenso bombardeo
psicológico que apunta a tener una ‘mentalidad positiva’, y a internalizar la idea de que uno puede
y debe cumplir sus ‘metas’, es decir vender bien el producto en cuestión, y motivar
adecuadamente a los distribuidores a cargo para que hagan lo mismo.
Pero el adoctrinamiento y la manipulación no termina en las reuniones.
Se instiga a la gente a capacitarse permanentemente, leyendo los ‘libros de la carrera’, asistiendo
a los eventos, y escuchando los casetes o cds en los que tal o cual miembro prominente de la
firma, relata minuciosamente la manera en la que pasó de ser un mediocre oficinista a un exitoso
hombre de negocios. Hay otros en los que el presidente de la compañía brinda consejos y motiva a
sus miembros.
GASTOS ADICIONALES
Por supuesto todo este adoctrinamiento implica nuevos desembolsos, considerados
indispensables para obtener el éxito deseado, y si bien adquirirlos no le suma puntos al vendedor,
le significa un importante desembolso monetario. Vale citar como ejemplo
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