ENSAYO DEL LIBRO “INTELIGENCIA ECOLOGICA” DE DANIEL GOLEMAN

ENSAYO DEL LIBRO “INTELIGENCIA ECOLOGICA” DE DANIEL GOLEMAN

05/ MARZO/ 2016

Desde el primer momento en el que nacemos hasta el último respiro de nuestras vidas, requerimos diferentes cosas. El consumismo aplica para todas las edades en diferentes niveles y aspectos, todo depende del ambiente en el que estemos rodeados y también de la época donde nos desarrollemos.

En el siguiente ensayo, se tocarán temas sobre el racionalismo del consumo responsable en beneficio a nuestros recursos naturales y medio ambiente, la manera en la que la sociedad se comporta día a día y cómo es que podemos encontrar un balance y poder coexistir sin consumir todo por completo con nuestra naturaleza y el mundo donde vivimos.

En la antigüedad se contaba con recursos naturales bastos para poder hacer uso de ellos con la sincera seguridad que prevalecerían por varios años más. Sin duda este comportamiento ha sido característica esencial del ser humano, que, a pesar de los daños excesivos en la naturaleza, pareciera no importarles.

Fue hasta el siglo XX donde los problemas a la naturaleza comenzaban a afectar al ser humano, infortunadamente solo así surgió un motivo de “peso” para la sociedad de comenzar a preocuparse por el futuro de los ecosistemas del planeta.

Sin duda alguna, después del boom que surgió después del término “Marketing” las empresas  pretendían prevalecer por mucho tiempo y actualizarse a su entorno externo; Fue hasta los años 70’s que el nuevo término “Marketing Ecológico” dio vida a una nueva filosofía de producción como de consumo, pero en los años 80’s este tema tuvo un significado importante para los empresarios de aquellos tiempos.

Daniel Goleman expresa que las empresas, a veces solo toman términos “Verdes” para ocultar y pasar desapercibidos sobre lo que en realidad son sus productos y la forma en que estos los producen.

Productos que dicen ser “verdes” u “orgánicos desde su fabricación” en realidad no lo son al 100% pues todo proceso (si de productos tangibles se habla) refiere a la utilización de diversos químicos y factores que desde su origen no son “amigables con el medio ambiente”. ¿Qué podemos concluir sobre esto? Que todo producto en su fabricación y hasta en el lugar físico donde se contiene, se distribuye y se oferta, sufre de procesos en los cuales diversos componentes están involucrados y no precisamente su aleación es orgánica.

La etapa de vida de un producto o servicio, desde un enfoque visto desde el marketing ecológico, daña todo pensamiento o filosofía establecida que las empresas determinan en cuanto a sus bienes y a su cadena de valor, pues esta se evalúa desde su extracción hasta la distribución con sus valores y características agregadas. Esta es la oportunidad precisa para que las empresas resuelvan defectos o complicaciones en su cadena de valor ecológica para superarlos y mejorarlos por completo.

Una parte importante sobre los comportamientos establecidos entre empresa- consumidor, son responsabilidad total de la empresa, para persuadir a la sociedad de adquirir sus productos y demandarlos paulatinamente cada vez en demasía.

Pero en el libro, nos hacen ver la otra cara de la moneda, pues el poder de decisión se puede cambiar mientras nosotros determinemos el rumbo de esta, cambiando nuestra manera de pensar y por ende de actuar.

Muchas veces el no saber lo que acontece en nuestro alrededor, podría decirse que no es de nuestra incumbencia y no nos afecta, pero la realidad es distinta, estar completamente informados sobre los productos que compramos, y el uso hasta el desecho de los mismos ya debe ser un tema relevante para la sociedad.

Ya no basta con solamente reciclar y “depositar la basura en su lugar”. Lo que supone debería ser el consumo consiente y ya no ser generadores de problemas, sino solucionadores de los mismos. De nada nos sirve generar desperdicios en grandes cantidades y tener ideas y soluciones para su tratamiento si desde un principio se puede evitar dicho consumo.

Goleman nos enseña un modelo de raciocinio sobre la inteligencia ecológica, esto se refiere a preservar a la naturaleza evitando el daño posible al mismo, las decisiones son de la sociedad y de las empresas, hemos llegado a un punto en el que ya no se puede deteriorar más el planeta tierra.

Uno de los impedimentos para las empresas y sociedad reside en que lo que beneficia a la naturaleza nos beneficia a nosotros como comunidad, pero las vías de solución para ya no afectarlo más constan de una inversión económica mayor y para los consumidores un gasto significativo. Quizá esta sea la vertiente entre cuidar lo que nos queda y lo que las generaciones venideras aun puedan disfrutar o el camino fácil, consumir lo que nuestras necesidades dicten sin una consciencia a futuro donde el ganar-perder se hace presente a beneficio de nosotros y una afectación segura para los hijos de nuestros hijos.

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