Inteligencia Emcional Daniel Goleman
Enviado por robertitopaez • 11 de Enero de 2012 • 2.637 Palabras (11 Páginas) • 2.153 Visitas
Introducción
A medida que el tiempo avanza la evolución a dado paso a una nueva visión de la concepción humana, una visión más integral, abarcando de una manera holística todos los componentes de la naturaleza humana, reivindicando el papel que juegan las emociones en el desarrollo del potencial de todo ser humano.
En este trabajo se pretende demostrar que la “inteligencia” no abarca solo una forma especifica, como se establece en el paradigma tradicional, coeficiente intelectual (CI), sino que abarca todo un abanico de posibilidades en las cuales el hombre puede apoyarse para poder desarrollar sus capacidades, lo cual explica que personas con un elevado CI, no logren alcanzar la posibles metas que se plantean o en el ámbito laboral, a modo de ejemplo, que las personas con un CI mayor estén a cargo de personas con CI menor.
La inteligencia emocional plantea la nueva visión de ver y enfrentar el mundo, o mejor dicho, los altos y bajos que la vida nos depara, tomando en cuenta los sentimientos, desarrollando capacidades como el autocontrol, la motivación, la autoconciencia, entre otras más que se mencionarán.
La complejidad del mundo actual, en donde, el ser humano es actor fundamental del desarrollo hace que la inteligencia emocional sea una herramienta indispensable para el buen curso de la vida, desde una relación de parejas hasta decisiones importantes dentro de una organización.
En este trabajo se pretende ahondar en los aspectos más fundamentales de la inteligencia emocional, explicando las reacciones fisiológicas de nuestro cuerpo ante una emoción determinada o como influyen estas en el curso de nuestra vida.
Desarrollo
Inteligencia Emocional
La Inteligencia Emocional, un término acuñado por dos psicólogos de la Universidad de Yale (Peter Salovey y John Mayer) y difundida mundialmente por el psicólogo, filósofo y periodista Daniel Goleman, es la capacidad de:
1) Sentir
2) Entender
3) Controlar y
4) Modificar
estados anímicos
a) Propios y
b) Ajenos.
Antes de empezar a desarrollar el tema planteamos las siguientes preguntas, con el fin de facilitar la comprensión del mismo.
¿Es bueno controlar las emociones?
Si por controlar se entiende la capacidad de adecuar la expresión emocional al contexto (situación y persona/s implicadas), la respuesta es afirmativa. Si por controlar se entiende reprimir continuamente el sentimiento y/o manifestación de una o varias emociones que ‘no nos gustan’, esto puede conducir a desarreglos de la personalidad que no pueden ser considerados positivos.
¿Es bueno, en alguna circunstancia, reprimir las emociones?
Si por reprimir se entiende ahogar toda manifestación de un sentimiento o emoción, la respuesta es que, a juzgar por las evidencias somáticas y psicológicas, no es bueno reprimir las emoción es, salvo en casos extremos en donde sea imperioso hacerlo, pero en estos casos se trataría de reprimir la manifestación exterior de la emoción, y no su llegada a la conciencia.
Inteligencia Interpersonal e Intrapersonal
La inteligencia interpersonal consiste en la capacidad de comprender a los demás: cuales son las cosas que más les motivan, como trabajan y la mejor forma de cooperar con ellos. Los vendedores, los políticos, los maestros, los médicos y los dirigentes religiosos de éxito tienden a ser individuos con un alto grado de inteligencia interpersonal. La inteligencia intrapersonal por su parte, constituye una habilidad correlativa vuelta hacia el interior que nos permite configurar una imagen exacta y verdadera de nosotros mismos y que nos hace capaces de utilizar esa imagen para actuar en la vida de un modo más eficaz.
La inteligencia emocional esta basada en 5 aptitudes:
1. El conocimiento de las propias emociones.
El conocimiento de uno mismo, es decir, la capacidad de reconocer un sentimiento en el mismo momento en que aparece, constituye la piedra angular de la inteligencia emocional. La capacidad de seguir momento a momento nuestros sentimientos resulta crucial para la introvisión psicológica y para la comprensión de uno mismo. Por otro lado, la incapacidad de percibir nuestros verdaderos sentimientos nos deja completamente a su merced. Las personas que tienen una mayor certeza de sus emociones suelen dirigir mejor sus vidas, ya que tienen un conocimiento seguro de cuáles son sus sentimientos reales, por ejemplo, a la hora de decidir con quien casarse o que profesión elegir.
2. La capacidad de controlar las emociones
La conciencia de uno mismo es una habilidad básica que nos permite controlar nuestros sentimientos y adecuarlos al momento como lo son la capacidad de tranquilizarse a uno mismo, de desembarazarse de la ansiedad, de la tristeza, de la irritabilidad exageradas y de las consecuencias que acarrea su ausencia. Las personas que carecen de esta habilidad tienen que batallar constantemente con las tensiones desagradables mientras que, por el contrario, quienes destacan en el ejercicio de esta capacidad se recuperan mucho mas rápidamente de los reveses y contratiempos de la vida.
3. La capacidad de motivarse a uno mismo
El control de la vida emocional y su subordinación a un objetivo resulta esencial para espolear y mantener la atención, la motivación y la creatividad. El autocontrol emocional la capacidad de demorar la gratificación y sofocar la impulsividad constituye un imponderable que subyace a todo logro. Y si somos capaces de sumergirnos en el estado de “flujo” estaremos mas capacitados para lograr resultados sobresalientes en cualquier área de la vida. Las personas que tienen esta habilidad suelen ser más productivas y eficaces en todas las empresas que acometen.
4. El reconocimiento de las emociones ajenas
La empatía, otra capacidad que se asienta en la conciencia emocional de uno mismo, constituye la habilidad popular fundamental. Las raíces de la empatía, el costo social de la falta de armonía emocional y las razones por las cuales la empatía puede prender la llama del altruismo. Las personas empáticas suelen sintonizar con las señales sociales sutiles que indican que necesitan o que quieren los demás y esta capacidad las hace más aptas para el desempeño de vocaciones tales como las profesiones sanitarias, la docencia, las ventas y la dirección de empresas.
5. El control de las relaciones.
El arte de las relaciones se basa, en buena medida, en la habilidad para relacionarnos adecuadamente con las emociones ajenas. La competencia o la incompetencia
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