ESCUELAS DEL PENSAMIENTO CONTABLE
Enviado por Christian999 • 20 de Junio de 2013 • 3.483 Palabras (14 Páginas) • 977 Visitas
ESCUELAS DEL PENSAMIENTO CONTABLE
Se debe a los italianos, principalmente, FRANCESCO VILLA, GUISEPPE CERBONI, FABIO BESTA, VINCENSO MASI y GINO ZAPPA, (1840-1940), el liderazgo cultural en la formación de las principales y más profundas corrientes científicas del pensamiento contable.
En 100 años esos cinco grandes portentos del saber en Italia, fueron los grandes responsables de las corrientes definidas sobre la forma de entender el “OBJETO DE ESTUDIO” y la “METODOLOGIA”, en contabilidad.
No fueron, sin embargo, los exclusivos grandes pensadores, pues, es preciso reconocer que fueron editadas obras de gran seriedad científica en Portugal, como la de JAIME LOPEZ AMORIM, en Alemania, como la de EUGEN SCHMALENBACH, en Brasil, como la de CARLOS CARVALHO y FRANCISCO D’ AURIA, e igualmente en otras partes del mundo.
El periodo es rico en publicaciones que rompieron la barrera del “Arte de Registrar” hacia una “Ciencia” que estudia “el objeto que se registra”.
Las búsquedas de “Objeto” y “Metodologías” produjeron “corrientes” y dentro de ellas lideres culturales, como los indicados y sus discípulos, tan geniales como sus líderes, como lo fueron GIOVANNI ROSSI, en relación a CERBONI, CARLOS GHIDIGLIA en relación a FABIO BESTA, ALBERTO CECCHERELLI, PIETRO ONIDA, EGIDIO GIANNESSI en relación a ZAPPA.
Varias son las clasificaciones de las “Corrientes “, de pensamiento que se formaron en torno a la “Ciencia Contable pero las principales fueron las siguientes, teniendo en cuenta la forma de aceptar el “Objeto de estudio de la contabilidad”
1 CONTISMO
2 PERSONALISMO
3 CONTROLISMO
4 HACIENDALISMO
5 PATRIMONIALISMO
Existen ligeras variaciones entre esos entendimientos con relación al objeto pero, esas corrientes precursoras como lo afirmo GIANNESSI, varían más en formas y detalles que en sus “esencias” de reconocer la necesidad del estudio de la riqueza en el ámbito institucional y haciendal. (EGIDIO GIANNESSI. ATTUALI TENDENZE DELLE DOCTTRINE ECONOMICO TECNICHE ITALIANE, Colombo Cursi, Pisa, 1954, pag. 95).
En todas esas formas de entender lo que evidencia las “Cuentas”, se busco identificar las “escrituras” y “el movimiento de ellas” como las “cosas” o “materias” que se formaban y se transformaban dentro de la “unidad Haciendal” (Empresas e instituciones”.
Dado que esas variaciones de entendimientos generaban detalles de las “Corrientes Precursoras”, es común observar “desdoblamientos” empleando la expresión “neo” (Nuevo): Neocontismo, Neo-personalismo,… etc.
En verdad, la evolución se producía velozmente, con un variadísimo numero de ideas, comprobadora de una mentalidad ambiciosa en el sentido de grande riqueza científica de la contabilidad.
Si bien fueron muchas las opiniones, los conceptos e incluso el exceso de regionalismos (cada nación aislándose en fu forma de pensar), admitimos tal posicionamiento como un gran entusiasmo y amor intelectual por la CONTABILIDAD, más que por debilidad científica.
Lo que hubo fue una situación metodológica que se nutrió de las ciencias correlacionadas, o sea, se vincularon mas a ciertas corrientes como el derecho, otras a la administración, otras a la economía, otras a las matemáticas, e incluso otras mezclando conceptos.
Existió también, y en esto Villa fue uno de los precursores, una férrea disposición por la “Autonomía Científica de la Contabilidad”, donde diserto y leccionó sobre la distinción entre “Administración” y “Contabilidad”
La realidad de lo que ocurrió fue el surgimiento de genios de la cultura contable que formaron “ESCUELAS”, tales escuelas se difundían y formaban “mas escuelas”, el agregado de escuelas formaba “Corrientes de Pensamiento” cuando se identificaba por las ideas básicas de los lideres.
Todos se preocupaban por evidenciar que la escrituración patrimonial , el trato con los libros, los cuadros demostrativos, apenas son partes instrumentales de ”Evidencia, Prueba y Memoria” de acontecimientos, pero nunca el “propio acontecimiento” y Villa lo hizo con rara propiedad al punto de afirmar que la escrituración no exige cultura apurada y puede ser confiada a amanuenses o prácticos, pero el estudio de los fenómenos de la riqueza patrimonial exige perfeccionamiento intelectual e inteligencia apurada.
La utilidad del conocimiento contable para la vida empresarial y publica se confunde conceptualmente, para muchos estudiosos, con los campos de estudio y con otras disciplinas, pero, en otros se acentuó el mostrar tal distinción.
En realidad, si tuviésemos que considerar los estudios de electrónica como administrativos porque el computador es hoy la base de la vida de los negocios y de las haciendas publicas, estaríamos cometiendo un grave equivoco.
En verdad, todos los conocimientos se ligan, de una manera u otra, entre si, pero lo que se reclama como “autonomía” para los mismos son el “aspecto” y la “metodología” como se desarrollan.
Una misma cosa puede ser objeto de observación de muchos conocimientos o ramos científicos; lo que varia es la “manera” o el “aspecto” sobre el cual se observa, el “hombre”, para la biología es un organismo en el que se desarrollan funciones de órganos que proporcionan la vida; para el “derecho” el hombre es observado en sus relaciones de propiedad, uso y disfrute de bienes, deudores para con terceros, etc.; para la sociología el hombre es estudiado en sus relaciones de convivencia en la sociedad, su comportamiento, etc. por lo tanto, el mismo hombre puede ser objeto de estudio desde varios ángulos, dando origen ala evolución de diversos ramos del conocimiento humano, al mismo tiempo. (Biología, Derecho, Sociología, Administración, Antropología, etc.).
La aspiración, pues, de fijar bien el objeto, el método, la finalidad, de la CONTABILIDAD, da origen a diversas “escuelas” y “corrientes”, doctrinas surgidas al sabor de sus concepciones, resumidamente, tales escuelas situaron sus conceptos básicos de la siguiente forma (en cuanto a su objeto):
1 CONTISMO
Escuela precursora que admitía que “las cuentas” son el objeto de la contabilidad.
Las teorizaciones sobre las cuentas, inicialmente empíricas, tuvieron desarrollo doctrinario a partir del inicio del siglo XIX, atribuyéndose el fomento de tales ideas a un genial contador Italiano, GUISEPPE BORNACCINI, a partir de 1818.
En verdad, la vocación de dar prioridad
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