Econ Domestica
Enviado por bernatp.bcn • 4 de Diciembre de 2013 • 479 Palabras (2 Páginas) • 512 Visitas
El ahorro empieza por uno mismo, y el mejor lugar para comenzar con una estrategia de contención de gastos no es otro que el propio hogar. Se trata de realizar pequeños gestos cotidianos, que pueden llevarse a cabo de forma sencilla y racional. Incluso se puede aprovechar la llegada del frío para desarrollar nuevas pautas de comportamiento que impliquen un uso más racional de las fuentes de energía en los espacios familiares. A lo largo del siguiente reportaje se exponen algunas de estas ideas de ahorro, fáciles de llevar a la práctica.egún refleja el informe 'Generaciones' del año 2011, realizado por el Instituto Aviva, en España un ciudadano medio que comienza a ahorrar a los 30 años debe conservar cerca del 9% de su renta disponible para mantener el nivel de vida anterior a su retiro. Si empieza a los 40 años tiene que reservar en torno a un 15%, mientras que si lo hace a los 50 años, se eleva al 28%.
La importancia de iniciar un plan de ahorro
El mes de enero es sinónimo de buenas intenciones y renovadas promesas. Desde dejar de fumar, a acudir al gimnasio o aprender inglés. A esta lista conviene añadir, siempre que se disponga del margen necesario para ello, el inicio de un plan de ahorro. Consiste en gastar menos de lo que se ingresa, reducir el consumo, ajustar el gasto y procurar encontrar nuevos ingresos. Todo ello dentro de un proyecto viable y sostenido, que permita empezar en primer término un fondo de contingencia.
Este plan puede llevarse a cabo para conseguir unos objetivos a corto plazo. Pero lo idóneo es intentar marcar unas metas a medio y largo plazo que ofrezcan tranquilidad y seguridad, sobre todo a raíz de la actual crisis económica y las dudas en torno a la sostenibilidad de los sistemas públicos de Seguridad Social y pensiones públicas.
Para poder comenzar a ahorrar habrá que llevar a cabo un plan exhaustivo, que deberá iniciarse con la elaboración de un presupuesto y su posterior cumplimiento. Gracias a su puesta en práctica, podrán conocerse con exactitud tanto las partidas de gasto como los ingresos del hogar. Así, deberán identificarse los gastos superfluos que puedan reducirse o eliminarse. De la correcta confección y ejecución del presupuesto dependerá en gran medida el éxito del plan. Los expertos recomiendan que los gastos no superen el 90% de los ingresos mensuales, o lo que es lo mismo, asegurar un 10% de ahorro.
Por último, conviene recordar que todo plan de ahorro, y toda puesta en marcha de este tipo de actuación, precisa de una gran capacidad de sacrificio, una alta dosis de esfuerzo y mucha disciplina y constancia. Pero esos esfuerzos se verán recompensados con la tranquilidad que aporta el mantenimiento de una economía saneada, libre de deudas y con la posibilidad de afrontar el futuro con mayores garantías y unas positivas perspectivas tras la jubilación.
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