Econegocios
Enviado por AnaRQuiFa • 16 de Marzo de 2014 • 2.415 Palabras (10 Páginas) • 317 Visitas
UNIVERSIDAD CIENTÍFICA DEL PERÚ.
FACULTAD DE NEGOCIOS
ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS
ECONEGOCIOS.
TEMA:
Producción de abonos orgánicos: HUMUS.
ASESOR:
Econ. Regulo Pérez Amasifen.
INTEGRANTES:
Bartra Juárez Wendy.
Epquin Carbajal, Lys Denny.
Huaman Morí, Roly.
Quispe Fasanando, Ana Raquel.
Ramírez Ramírez, Melanie Grifitth.
TARAPOTO – PERÚ
2014.
Presentación
La Universidad Científica del Perú (UCP), conjuntamente con la Facultad de Negocios de la carrera de Administración de Empresas, a través del curso de Eco negocios, han propuesto elaborar un plan de bionegocio. El objetivo de las mismas es contribuir al fomento de una libre contaminación de agroquímicos sintéticos y sustancias tóxicas y así fomentar la protección de la salud humana y el medio ambiente.
En esta ocasión, el tema central es la elaboración abono orgánico (HUMUS) que se está utilizando en la producción orgánica, pues una meta importante de la agricultura es recuperar y mantener la fertilidad de los suelos.
Para desarrollar este tema, se realizó una recopilación y adaptación de documentos y publicaciones de autores nacionales y extranjeros.
Introducción:
El presente proyecto de Producción de abonos orgánicos, tiene como objetivo la producción y comercialización de humus, y el desarrollo de actividades intensivas en el uso del suelo como son la ganadería y agricultura, sobre todo esta última que requiere de una gran cantidad de químicos, que a mediano plazo disminuyen la fertilidad y la sostenibilidad de los cultivos.
Durante décadas, los sectores agrícola y pecuario han atravesado una fuerte crisis en tres vertientes – productiva, económica y ecológica– debido a los altos costos de producción y al uso indiscriminado de pesticidas y abonos de síntesis química, por lo que es necesario presentar propuestas de solución.
La elaboración de abonos orgánicos ocupa un lugar muy importante en la agricultura, ya que contribuye al mejoramiento de las estructuras y fertilización del suelo a través de la incorporación de nutrimento y microorganismos, y también a la regulación del pH del suelo. Con la utilización de los abonos orgánicos los agricultores puede reducir el uso de insumos externos y aumentar la eficiencia de los recursos de la comunidad, protegiendo al mismo tiempo la salud humana y el ambiente.
RESUMEN EJECUTIVO
La fertilidad de la tierra se mide por su mayor o menor facultad para alimentar las plantas que en ella viven. Esta alimentación debe ser completa, procurando no solamente que las plantas se desarrollen y produzcan buenas cosechas, sino que al mismo tiempo crezcan vigorosas, sanas y resistentes a las enfermedades y que sus productos sean, además de abundantes, también de alta calidad. Así constituirán, a su vez, alimentos completos para los animales y los seres humanos que se nutren de ellos.
Y por alimentos completos, entendemos aquellos que proporcionan al organismo no solamente hidratos de carbono, proteínas y vitaminas hasta hoy conocidas, sino también las substancias vitales y protectoras aún desconocidas de nosotros (pero de cuya existencia no podemos dudar) y que gobiernan el crecimiento y la plena salud de los seres.
Las plantas, cuando son cosechadas o taladas sin descanso, imponen un fuerte tributo sobre la fertilidad almacenada en el suelo. Este se va empobreciendo y su producción disminuye en cantidad y calidad. Llega un momento en que su contextura misma se arruina a tal punto que sus partículas pierdan toda la cohesión entre sí y toda capacidad para absorber y almacenar el agua: entonces, se produce la erosión del suelo, por acción de las lluvias, del viento y del sol. La tierra muerta ya, entra en el período de su total desintegración.
Ha sido error de Liebig (Químico Alemán, fundador de la química agrícola) y sus discípulos proclamar que la fertilidad pueda ser devuelta al suelo mediante aplicaciones “racionales” de fertilizantes químicos, que le restituyan las substancias minerales extraídas por las cosechas. Cerca de noventa años de aplicación de este sistema ha probado su falta fundamental, la que consiste en complementar únicamente uno de los aspectos de la alimentación de las plantas, considerando la tierra como un compuesto químico, sin vida, cuando en realidad una tierra fértil es un sistema completo biológico, vivo, en constante fermentación y transformación.
Los trabajos realizados desde casi un siglo por numerosos investigadores, han demostrado que las plantas se alimentan no solamente de soluciones minerales, sino también del micelio de varios hongos microscópicos que viven únicamente en los suelos ricos en humus, en aquellos suelos que llaman “tierra de hojas”. El humus es materia orgánica, de origen vegetal y animal en cierto grado de descomposición, y cuya fermentación ha debido realizarse en determinadas condiciones. El guano de corral, por ejemplo, no es humus, aun cuando puede entrar como materia prima en su elaboración. Los suelos de pantano tampoco lo son: su fermentación se ha realizado bajo condiciones distintas y por la acción de organismos también distintos de los necesarios para obtener una buena tierra de hojas.
Estos hongos, pues, que viven del humus como las vacas viven del pasto, sintetizan en sus organismos proteínas, nitrógeno asimilable, vitaminas y también estas substancias esenciales, pero todavía casi desconocidas, que hemos mencionado más arriba. A su vez, son absorbidos, digeridos por las células externas de las raíces nuevas de las plantas, las que obtienen así proteínas y substancias protectoras. Esto no lo pueden obtener de un suelo muerto, aun cuando se le abone con fertilizantes químicos, porque estos últimos no son el alimento adecuado para la flora microbiana.
Es por esta razón que los abonos artificiales, si bien aumentan por un tiempo los rendimientos, producen en cambio, plantas enfermizas y delicadas; éstas a su vez, serán alimentos incompletos para el hombre y los animales, quienes se criarán también enfermizos y débiles.
Sólo el humus proporciona al suelo la alimentación completa, que da la salud, y el pleno
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