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Economía metropolitana industrial.

jsargas20Monografía14 de Noviembre de 2016

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Economía metropolitana industrial

 El sistema capitalista liberal cuyos máximos pensadores fueron Adam Smith (17231790), David Ricardo (1772-1823) y John S. Mill (1806-1873),  conocidos como los clásicos, alcanzó su auge en los finales del siglo XIX hasta la primera guerra mundial. Dentro de la escuela clásica, Thomas R. Malthus (1776-1834) y  John S. Mill  fueron críticos del pensamiento de A. Smith. 

 

Durante la Primera Revolución Industrial de 1780, los trabajadores y obreros aparecían enfrentados a los capitalistas y empresarios, mientras que los terratenientes explotaban a los campesinos y competían con los industriales por la mano de obra que se desplazaba del campo a las ciudades. El trabajo pasa a ser en esta etapa una mercancía, pues deja de ofrecerse como servidumbre y pasa a ofrecerse a cambio de un salario. Bajo la teoría del valor-trabajo, asumida por los clásicos, el trabajo generaba valor (producto) por encima de su costo (salario): un plusvalor. La desigualdad social, se daba como un hecho natural y es en ese contexto que comienzan a desarrollarse las doctrinas socialistas reivindicando la igualdad social.

 

Finalmente Keynes (1883-1946) desarrolla su obra en un marco histórico signado por la grave crisis capitalista entre las dos guerras mundiales, el crack financiero internacional de 1929 -1930 por la necesidad de dar respuesta a los problemas sociales,  pero sin vulnerar la propiedad privada de los medios de producción. 

 

El pensamiento económico de Adam Smith. 

Adam Smith desarrolló su teoría en la primera etapa de la Revolución Industrial (segunda mitad del siglo XVIII) y defendió la libertad de mercado como pieza fundamental de su pensamiento económico. Los “estériles”, según Quesnay, construyen así un discurso opuesto cuyo principal impulsor fue A. Smith. 

 

Smith se presenta como antimercantilista declarando la superioridad de la iniciativa individual sobre la empresa vigilada por el Estado.  Sus principales postulados son:

 Tendencia natural al equilibrio en los mercados.

 La existencia de una “mano Invisible” que hace que la búsqueda del bienestar individual arroje como resultado la felicidad colectiva.

 División técnica del trabajo. Para Adam Smith la división del trabajo provoca un aumento de la productividad y esta es la causa de la riqueza de las naciones.

 El término Valor tiene dos significados diferentes: por un lado, expresa utilidad de un objeto particular (valor de uso) y, por otro, la capacidad de comprar otros bienes (valor de cambio). 

 Teoría del valor trabajo: El valor es independiente de los caprichos del mercado. La cantidad de trabajo necesario para producir un bien es la medida real de su valor permutable en sociedades primitivas. El valor del costo de producción comprendía el salario del trabajador, la renta del terrateniente y el beneficio del capitalista, entendiendo como beneficio al interés del capital más la utilidad del empresario. Estas son las tres fuentes de valor permutativo. Hay un precio natural conformado por la tasa media del salario, la renta y la ganancia y hay un precio de mercado, que no necesariamente coincide con el natural. Si el precio de mercado esta por encima del precio natural, se producirá un exceso de oferta de bienes que se corregirá cuando el precio disminuya y se acerque al precio natural.

 Renta de la tierra Este autor toca el tema de la renta, pero su exposición es confusa. En el capítulo primero sostenía que “La renta, considerada como el precio que se paga por el uso de la tierra, es la más alta que el arrendatario pueda pagar en las circunstancias de la tierra en un momento dado”. Para  Adam Smith, bajo la competencia, los factores que no tenían valor  (por el trabajo incorporado en ellos) eran gratuitos y por lo tanto el pago por los servicios de la tierra, que no era fruto del trabajo humano, es decir su renta, solo se explicaba como una renta de monopolio, porque su uso debía ser gratuito. En su capítulo II  la renta entra en la composición del precio de las mercancías de manera distinta a como lo hacen los salarios y el beneficio, expresa que “Salarios y beneficios altos o bajos son la causa de precios altos o bajos; una renta alta o baja es consecuencia del precio”. 

 Rechaza la noción de riqueza de los mercantilistas (acumulación de oro y plata, riqueza era igual a dinero)  y de los fisiócratas (agricultura). Sostiene que el móvil del comercio mundial es que se pueden producir mercaderías cuyos costos de producción sean más bajos en relación a otros países y, en ese caso, será conveniente exportar mientras que resultará conveniente importar aquellas mercaderías que resulten más baratas en el exterior que producidas dentro del país. Esto implica que para que el comercio mundial tenga sentido hay que hablar de ventajas absolutas  en la producción de mercaderías. Esta es una derivación de su teoría de la división del trabajo, (la división internacional del trabajo)

 

El pensamiento económico de David Ricardo.

David Ricardo desarrolla su teoría en el marco de la transición entre la primera y segunda etapa de la Revolución Industrial, período afectado por la Revolución Francesa de 1789, en donde la burguesía desplaza del poder a los terratenientes, la nobleza y al clero. 

 

Basándose en el fisiócrata Turgot desarrolla la “Ley de rendimientos decrecientes de la tierra y crecientes de la industria”, en la cual sostenía que al aplicar trabajo y capital a una superficie de tierra existía siempre un punto máximo de rendimiento que después  disminuía. En la industria no pasaba lo mismo ya que el rendimiento obtenido era ilimitado y creciente. 

 

La principal obra de Ricardo fue “Principios de economía política y tributación” (1817).  Afirmaba que “el valor de un artículo, o sea la cantidad de cualquier otro articulo por la cuál pueda cambiarse, depende de la cantidad relativa de trabajo que necesita para su producción y no de la mayor o menor compensación que se paga por dicho trabajo”. A diferencia de lo que sostenía Adam Smith, el valor no es explicado por la distribución del ingreso sino que la medición de la cantidad relativa de trabajo se hace en horas hombre. 

 

 La noción de renta, estudiada por los fisiócratas y por Smith, fue aclarada por Ricardo, quien la llamó renta diferencial ya que implicaba la existencia de diferentes calidades de suelos y terrenos fértiles limitados. La renta sólo aparece cuando el crecimiento de la población obliga a cultivar tierras pobres o inferiores y radica en que la oferta de tierras fértiles es limitada. Para Ricardo, la renta del terrateniente aumenta a costa de la ganancia de los empresarios perjudicando a la clase social que, según Ricardo, generaba la riqueza del país. En su  ley de la distribución destacaba que la renta total estaba limitada por los rendimientos decrecientes y, en consecuencia, los incrementos en la renta alcanzados por una clase social tenían que lograrse a costa de arrebatárselos a otro grupo social.

 Deduce que el precio de los productos agrícolas sube porque es preciso más trabajo para producirlos y no porque sea preciso pagar una renta al terrateniente (“la renta se paga porque el trigo es caro” y no “el trigo es caro porque se paga la renta”).  Ricardo sostiene que la renta no entra ni puede entrar como parte integrante del precio natural o valor, determinado exclusivamente por la cantidad de trabajo que cuesta crear una unidad de mercancía en las peores condiciones de productividad. 

 Los salarios tienen su precio natural (el de subsistencia) y el de mercado que fluctúa alrededor del anterior. Los salarios están sujetos a alzas o bajas según dos causas: a) la oferta y demanda de mano de obra y b) el precio de los bienes en que el obrero gasta su salario.

 Mientras las ganancias sean altas habrá motivos para acumular y ello es asociado al progreso de la nación: la acumulación capitalista. Consideraba fundamental el conflicto entre las rentas de los terratenientes y las ganancias de los empresarios, conflicto que se potenciaba en el marco de una economía cerrada. Las leyes del cereal, protegían la producción agrícola inglesa, favoreciendo el aumento de su precio, lo que permitía pagar rentas altas. Por eso Ricardo planteaba la abolición de las leyes de protección de la producción inglesa  y la importación masiva de cereales desde otros países con menores costos de producción que Inglaterra. Una disputa a favor de la creciente burguesía industrial y en contra de los terratenientes. Otro argumento para la división internacional del trabajo.

 Planteaba la existencia de tres clases sociales (trabajadores, terratenientes y empresarios) con sus respectivos ingresos monetarios (salario, renta y ganancia) y criticaba las ideas de Smith  sobre la división del trabajo. 

 El comercio mundial aparece como una solución al conflicto de la distribución del ingreso para favorecer a los empresarios a costa de la renta de los terratenientes. Ricardo explicaba el funcionamiento del comercio mundial a partir de la teoría de las ventajas comparativas ó también llamada de los costos comparativos. Comparaba el rendimiento de la mano de obra en un país (el valor) en referencia a la producción de dos bienes. Así la teoría ricardiana plantea que todos los países pueden beneficiarse con el comercio exterior logrando la armonía que no se verifica en una economía cerrada. Afirmaba que cada país  debía especializarse todo lo posible, por medio de la división del trabajo, y comercializar sin restricciones el excedente de su producción.

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