El Gerente Exitoso
Enviado por themachine0316 • 13 de Octubre de 2011 • 428 Palabras (2 Páginas) • 1.062 Visitas
Rasgos que un gerente exitoso debe tener
Consideremos las siguientes nociones relacionadas con los gerentes: las cosas se complican menos cuando el gerente llega al ápice de la pirámide; el gerente de alto nivel sabe todo lo que está ocurriendo en la organización puede utilizar los recursos que sean necesarios y, por consiguiente, puede ser más determinante; el día normal de un gerente se agota en la formulación de objetivos precisos; la tarea principal de un gerente de alto nivel es conceptuar proyectos a largo plazo.
Sugiero que ninguna de estas declaraciones por separado o en conjunto presenta un panorama claro de lo que un gerente general debería hacer. Pero, entonces, ¿cuáles son los rasgos que un gerente exitoso debería poseer? En mi opinión, un gerente debería contar con los siguientes cinco rasgos:
1. Mantenerse bien informado: sobre un amplio número de las decisiones operativas que se toman en diversos niveles de la compañía. Desarrollar una buena cantidad de fuentes de información en todos los departamentos. Cuando es necesario, busca más de una versión de los hechos.
2. Concentrar el tiempo y la energía: un buen gerente reconoce que sólo le puede prestar atención a un reducido número de situaciones; así que, debe dedicarse a aquellos asuntos que tendrán un mayor impacto a largo plazo en la compañía, y en los que sus habilidades particulares puedan ser más productivas.
3. Practicar el juego del poder: la noción según la cual el que hace el primer movimiento siempre fuerza nuevos programas es errónea. El gerente exitoso es sensible a la estructura de poder de la empresa. Al momento de considerar una propuesta de importancia, es capaz de apoyar u oponerse con determinación. Pero, a medio camino entre estas dos posibilidades, existe un área de indiferencia en la que caen, por lo general, algunos aspectos de la propuesta.
4. Practicar el arte de la imprecisión: el gerente exitoso sabe cómo hacer que la organización tenga un sentido de orientación sin que esto signifique comprometerse públicamente con ciertas metas en particular. Esto no quiere decir que no tenga objetivos (personales, corporativos, a largo y corto plazo).
5. Valerse del desorden: esta última habilidad no tiene nada que ver con la doctrina según la cual la gerencia es (o debería ser) una ciencia comprehensiva, lógica, sistemática y bien programada. Esta es una de las perores herejías que queremos contrarrestar. El desorden también juego un papel importante en la planificación. En vez de crear un árbol definitivo de decisiones, los gerentes exitosos comienzan con una ramita, la hacen crecer, y, luego, pasan a las ramas; pero, sólo cuando han determinado cuánto peso resisten las mismas.
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