El Impacto De La Crisis Financiera En Los Sistemas Económicos

El impacto de la crisis financiera actual en los sistemas económicos

La difícil situación económica internacional provocada por la crisis financiera en Estados Unidos tiene un impacto parecido al de un maremoto cuyos efectos se extienden en todo el mundo y en muchos ámbitos de la vida social a manera de ondas expansivas. En un comienzo nadie se atrevió a hacer predicciones precisas sobre la profundidad y duración de la crisis económica, y observamos que los gobiernos y los organismos internacionales fueron reaccionando día a día sin un plan de acción de mediano y largo plazo.

El consenso entre los economistas asumió que la crisis financiera de los pasados año se desató de manera directa debido al colapso de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos en el año dos mil seis, que provocó aproximadamente en octubre de 2007 la llamada crisis de las hipotecas suprime. Las repercusiones de la crisis hipotecaria comenzaron a manifestarse de manera extremadamente grave desde inicios de dicho año, contagiándose primero al sistema financiero estadounidense, y después al internacional, teniendo como consecuencia una profunda crisis de liquides, y causando, indirectamente, otros fenómenos económicos, como una crisis alimentaria global, diferentes derrumbes bursátiles, en conjunto, una crisis económica a nivel internacional.

Para poder conocer las causas y las posibles repercusiones que puedan ocurrir y estén ocurriendo en los diferentes sistemas económicos. Todos los analistas están de acuerdo que la crisis de crédito empezada en 2007 se debe al sistema de hipotecas suprime, que consiste en que bancos estadounidenses daban préstamos de alto riesgo a personas con pobres historiales de crédito. Sin embargo, detrás de las causas inmediatas y visibles que provocaron la crisis, las causas fundamentales son complejas: un sistema bancario sin regulación o mal regulado, especialmente en los sectores del préstamo y la inversión, que dio lugar a la creación de vehículos hipotecarios prácticamente especulativos para personas sin una fuente de ingresos estable. Todo ello, unido a tasas de interés bajas de la autoridad monetaria norteamericana durante varios años ofreció un espacio propicio para la especulación y sobre-extensión del crédito. A continuación citaré varios autores como ellos exponen sus criterios, definiciones y causas por la cual atravesó o están atravesando los sistemas económicos mundiales.

Según George Soros. En su libro “El Nuevo Paradigma de los Mercados Financieros” (Taurus 2008)."El estallido de la crisis financiera de 2008 puede fijarse oficialmente en agosto de 2007. Fue cuando los bancos centrales tuvieron que intervenir para proporcionar liquidez",

El autor Agustín Rangugni hace referencia en su escrito al filósofo y economista británico Robert Skidelsky (Noviembre 2008) escribe: “Keynes fue mordaz en su opinión de que la Gran Depresión fue un retorno a la normalidad, una necesaria corrección después de los insostenibles excesos de la década de los 20. Atendiendo a la agudeza del Tratado del Dinero, sobre la actual crisis diría lo mismo: una necesaria corrección forzada por lo precios altamente inflados”.

La periodista Natasha Díaz Bardón hace referencia en su artículo al Director General de la OIT, Juan Somalia (2008): “Mucho antes de la actual crisis financiera, ya vivíamos una crisis de pobreza global y creciente desigualdad social, incremento de la economía informal y trabajo precario, un proceso de globalización que ha generado muchos beneficios pero que es desequilibrado, injusto e insostenible. Además, "Necesitamos equilibrar la balanza y concentrarnos en recuperar a las personas y la producción. Se trata de salvar la economía real".

El periodista Martin Khor hace referencia en su escrito a los autores de la ponencia, titulada “The IMF and the Adjustment of Global Imbalances” Ariel Buira y Martin Abeles (2006). “Los países en desarrollo sufrirán efectos económicos devastadores en el caso de que la caída del dólar, causada por el ajuste al enorme y creciente déficit de cuenta corriente de Estados Unidos, provoque una recesión mundial”.

En los últimos meses el debate público internacional ha centrado su atención en la crisis financiera de los Estados Unidos y en los temores que ella ha generado por su efecto a nivel global. Sin duda, esto es un tema importante para la economía de todos los países puesto que la crisis financiera podría contagiar a la economía real de Estados Unidos lo cual tendrá repercusiones negativas a nivel mundial.

El impacto y temor provocado por el anuncio de la crisis produce el retiro de efectivo en masa, desapareciendo la liquidez y logrando que los bancos restrinjan créditos, activando la recesión.

Una recesión en el epicentro de la economía mundial (por la hegemonía militar, económica y política que Estados Unidos y sus dólares representan) tiene efectos mundiales. Estos efectos a escala global, sus consecuencias y sus significaciones son las que deben permanecer en constante análisis, puesto que la inyección de 700 mil millones de dólares anunciada, debatida y finalmente aprobada como el “rescate del sistema financiero norteamericano” no evitará de ninguna manera el principio de lo que muchos analistas están definiendo certeramente como la crisis del sistema capitalista, ni tampoco la solución inmediata a la crisis económica norteamericana.

El sistema financiero norteamericano es la práctica hegemónica del modelo neoliberal en el mundo. La caída del sistema financiero norteamericano evidencia que el libre mercado, que el “capitalismo salvaje” practicado en el mundo no sólo genera crisis cada vez más incontrolables, sino que la tesis de que el mercado omnipotente libre y soberano debe marcar los destino de la humanidad, llevándonos a un mundo feliz sin restricción alguna de la economía, es ridículamente insostenible.

Los alcances y las consecuencias de una crisis capitalista son tan alarmantes que gobiernos están solicitando un ajuste, ya que cuyas consecuencias tienen alcances internacionales.

El problema es que no sólo los ciudadanos norteamericanos pagaran las consecuencias, sino que en un sistema globalizado y dependiente del funcionamiento económico norteamericano, las consecuencias son globales y masificadas, comparadas a la gran depresión de 1929.

Hay que recordar que las reservas internacionales se encuentran en dólares y que lo más inmediato es que los países reduzcan exportaciones e importaciones, que el precio del petróleo baje, así como las remezas, y claro la inminente devaluación del dólar. El efecto de la crisis evidentemente es mundial, sobre todo para los países pobres y dependientes; y la necesidad de un control internacional

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