El desempleo en España

El desempleo en España ha alcanzado unas cifras insostenibles. Pero un problema, si cabe, aún más grave es que más de la mitad de este colectivo lleva más de un año buscando empleo. A estos individuos se les denomina desempleados de larga duración. El desempleo de larga duración, se dispara en situaciones de desempleo estructural, como el nuestro, y golpea con dureza a los colectivos formados por mujeres, menores de 25 y mayores de 45 años, situación que se agrava si no poseen cualifación y formación adecuada. Se ha convertido en un mal endémico del mercado laboral que es necesario atajar lo antes posible por los efectos perversos, como es la exclusión social.

El desempleo cíclico se da en un momento del ciclo económico en el que la actividad económica no es suficiente para emplear a todos los trabajadores disponibles, como el que hemos vivido en esta última crisis, pero al margen de esta situación cíclica de la economía, el desempleo de larga duración suele también venir acompañado de causas estructurales que bien lo provocan o lo fomentan. El paro de larga duración existe en España, incluso en los momentos no tan recesivos del ciclo económico. Las causas estructurales pueden estar relacionadas con el comportamiento de los individuos o por el comportamiento de las empresas.

La estructura económica española, está basada en el sector servicios. El tejido industrial, se fue deteriorando, tras las reconversiones que se iniciaron en la década de los setenta a ochenta, hasta reducirse a la mitad. En la reciente crisis económica y financiera, fuimos testigos del hundimiento del mercado inmobiliario y el consiguiente parón del sector de la construcción que llevó al colapso al país. Con más o menos fuerza, esta circunstancia golpeó al resto del mundo, lo que se tradujo en una reducción en sector servicios, y más concretamente el turístico.

Desde el inició la crisis no se ha llevado acabo ninguna medida para reactivar o potenciar otros sectores y diversificar el tejido industrial español, no se ha fomentado I+D+i, de hecho el presupuesto para esa partida se ha reducido drásticamente, desde el inicio de la crisis, lo. El fracaso en las aulas y el inherente abandono de los estudios, está dando y dará lugar a desajustes importantes entre la cualificación y la requerida por las empresas, unido a un desajuste geográfico entre las vacantes existentes y el lugar de residencia de los oferentes de trabajo, subsidios de desempleo muy generosos y susceptibles de perpetuación, de modo que ante una oferta salarial el parado no siempre opte por esta en su lugar permanezca parado. Los altos niveles de protección al empleo producen una segmentación del mercado de trabajo entre los que disfrutan y los que nos disfrutan de alta protección, en el actual contexto de trabajo precario y minijobs. Los altos costes de cotizaciones a la Seguridad Social por parte de los empresarios, provocan un descenso en la demanda de empleo. Todos estos factores no hacen más que perpetuar el desempleo estructural en España, que se encuentra instalado, y no parece vaya a abandonarnos en mucho tiempo.

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