El taller de Prácticas Gerenciale
Enviado por tmatusm • 9 de Junio de 2017 • Apuntes • 565 Palabras (3 Páginas) • 88 Visitas
Ensayo
El taller de Prácticas Gerenciales me enseñó a distinguir cosas importantes de las relaciones humanas, independientemente del contexto en las que se desarrollen: laboral, familiar, pareja o entre desconocidos. Me refiero a la importancia de escuchar a los otros, de una manera consiente, activa, mostrando real interés. Un acto que parece simple, pero que no lo es tanto, pues estamos acostumbrados a vivir acelerados y no detenernos a reflexionar o escuchar libre de prejuicios y analizando lo que los demás nos quieran transmitir; entendiendo que tiene que ver con su visión del mundo, con su historia, su mirada…
Poner en práctica la escucha activa no ha sido fácil, porque soy muy acelerada, y tiendo a interrumpir o a completar mentalmente las frases cuando me están hablando, pero ha sido un ejercicio super enriquecedor, sobre todo en mi ambiente laboral, donde tengo un cargo de jefatura de un equipo conformado de mujeres, de distintas edades que están en etapas de vida diferentes y sus intereses son diversos.
Me ha permitido descubrir cosas nuevas en las personas que me rodean, entenderlas mejor, y en suma, quererlas más; con sus fortalezas y debilidades. A su vez, la cercanía que genera, los espacios de confianza que se van generando van profundizando los vínculos y haciendo una sinergia en el equipo que fortalece la colaboración y el compromiso interpersonal. Además, he mejorado mi capacidad de observación de actitudes corporales, el lenguaje no verbal de mi equipo, y así abrir espacios de conversación, a través de chequear los temas que surgen: desde si se entienden las peticiones que hago, hasta indagar por qué se oponen a hacer las cosas, cómo se sienten, qué les preocupa, qué les aproblema, etc.
Les expliqué lo aprendido en relación con las Promesas, entonces, adoptamos una nueva metodología de trabajo que es en base a promesas, en vez de objetivos. En las reuniones de equipo, cada uno plantea problemas a resolver, soluciones y promesas respecto tanto a temas laborales, como de relaciones interpersonales, horarios, etc. Cada quien se compromete a mejorar algún aspecto que se detectó como punto a resolver, pero las soluciones prometidas nacen de ellos, por lo tanto, se comprometen a hacer lo que pueden y estiman que será efectivo para ellos y los demás. El resto del equipo hace un acto de confianza para darle el espacio a que cumpla, aprenda, mejore. Han tomado esta oportunidad con mucha responsabilidad y al principio hacían promesas muy ambiciosas y con expectativas altas, entonces fuimos adaptando nuestras promesas, para que no quedaran sin cumplir, o no nos frustráramos. Vamos paso a paso, sobretodo cuando se trata de mejorar aspectos de convivencia, donde son temas sensibles y, por lo tanto, las reacciones a favor o en contra suelen ser más apasionadas.
Finalmente, y en lo personal, hay una frase que anote del curso y que siento que es muy sabia “no son las cosas que nos ocurren las que nos afectan, sino lo que juzgamos de ellas”, muchas veces me inunda el pesimismo y analizo las cosas desde una óptica errada, y me genera reacciones desde el miedo, frustración, enojo, estrés... Tener presente que es mi interpretación la que habla y que puede ser distinto me abre un mundo de oportunidades para enfrentar la situación y transformarla de algo amenazante, en algo manejable, sin mayor estrés, o pedir ayuda para resolver. Me ha ayudado para evaluar y contextualizar mejor las cosas.
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