Empresas Con éxito Y Fracaso
Enviado por DaniMoreMe • 26 de Agosto de 2013 • 5.343 Palabras (22 Páginas) • 512 Visitas
Casos de éxito.
Los Postres de Lulú
El éxito de una mujer empresaria comenzó como un sueño y el simple antojo de una gelatina.
María de Lourdes Sobrino, Fundadora y Directora de Lulu’s Dessert dice, “Mi historia se basa mucho al deseo de un sueño que se hizo realidad. Toda historia de un pequeño negocio empieza por un sueño. Y mi historia todavía no se ha terminado porque mi sueño sigue todavía abierto.”
Como resultado, Lulú -- como la llaman sus familiares y amigos-- trajo al mercado estadounidense la tradicional gelatina mexicana.
Pero retrocedamos a 1982, cuando la devaluación del peso mexicano afectó también a su negocio de turismo internacional en California.
“Por la devaluación del peso, muchos negocios fueron afectados, entonces yo no quise regresar a México. Y me dije, ‘Tengo que pensar que es lo que voy a hacer,’” dice Sobrino.
Mientras Lulú reflexionaba, a ella se le antojaron esas gelatinas con las que había crecido, pero no pudo encontrar ningún lugar que las vendiera.
“No las encontré, entonces empecé a hacer un estudio del mercado, viendo algunas tiendas alrededor de donde yo vivía,” ella explica.
“Empecé a hacer mis gelatinas y se las daba a mis vecinos y me decían danos más, porque yo les ponía frutas y tres capas de gelatina y todo eso llamó la atención,” dice Sobrino.
Su corazonada era buena pero su plan tenía un defecto. Ella abrió una tienda pequeña y esperaba que muy pronto la gente hiciera fila afuera.
“A los tres meses ya estaba decidida a cerrar el negocio porque nadie entendía que era la gelatina. Pero dije, ‘Si el cliente no quiere venir a mí, yo voy a buscar a mis clientes.’ Lo que hice fue poner mis gelatinas en un vasito y le puse tres colores y las puse en la cajuela de mi carro,” explica Sobrino.
Ella manejó su carro de una tienda a otra solo para recibir la misma reacción.
“No me compraban nada porque decían, ‘¿Quién va a comprar gelatina, si cualquier persona la puede hacer en su casa?’ Una vez yo les dije, ‘Porque no les dejo las gelatinas a consignación y si se vende eso es una garantía. Entonces el mismo día ya tenía un recado que decía, ‘Señora traiga más gelatinas, se vendieron,’” ella dice.
Para Lulú, fue una inesperada combinación de esfuerzo y dedicación con muy buena suerte el día en que sus gelatinas comenzaron a gustar a la gente.
“Un súper mercado muy grande empezaba a hacer una investigación del mercado y fue cuando se dieron cuenta, y dijeron ‘A estas gelatinas de Lulú, vamos a hacerle un pedido de mil cajas.’ Entonces yo les dije, espérense tantito, porque yo no estoy preparada para hacer mil cajas de productos, les dije, ‘Eso es mucho trabajo.’ Y dijeron, ¿Entonces qué hacemos? ¿Pues déjenme pensar que voy a hacer? Les respondí,” dice Sobrino.
La empresaria nativa de ciudad de México decidió que ella estaba lista para dar el paso al mundo del comercio.
“Yo no sabía nada del mercadeo del producto, de la distribución de todo esto. A través de los años lo he aprendido en este negocio y yo creo que ha sido la mejor decisión en mi vida, haberme quedado en Estados Unidos, y haber puesto interés y dedicación a la empresa. Si ya tienes al cliente, no lo vas a dejar. Y dije, ‘Pues vamos a investigar,’ y puse una máquina chiquita para empezar, después el empaque y aprendí cómo conservar un producto. El caso es que en cuanto más me metía en el negocio, más me encantaba iniciarme en una industria totalmente nueva,” nos dice.
Hoy día, Lulu’s Desserts produce tres millones de gelatinas al año. Eso le enseñó a ella la importancia de satisfacer al cliente.
“La gente nos ha apoyado de año en año. Los consumidores le recomiendan nuestro producto a otras personas. Este es un modo de recorrer la palabra cuando uno no tiene los suficientes recursos para pagar por publicidad,” agrega Sobrino.
Al principio, Lulú hizo de todo, incluso manejaba los camiones de su compañía y pagaba por todo de su propio bolsillo.
“Los ahorros que yo tenía y que traje de México se pusieron en este negocio y empecé con una tiendita de gelatinas,” ella dice.
A los pocos años ella calificó para un préstamo de la oficina gubernamental de pequeños negocios- o Small Business Administration. Le dieron casi $1 millón para hacer una inversión en bienes raíces para su negocio.
“Me doy cuenta que en Estados Unidos se motiva mucho al emprendedor, porque al motivar al emprendedor estamos generando empleos y estamos cambiando la economía,” dice Sobrino.
Ahora Lulu pasa mucho de su tiempo ayudando a otras empresarias latinas que también tienen el sueño de empezar su propio negocio.
En su primer libro, “Thriving Latina Entrepeneurs,” o como se dice en español, ‘Latinas Emprendedoras en Estados Unidos,’ ella escribe sobre otras historias exitosas y comparte algunas cosas que le han dado buenos resultados.
“Es tiempo que nosotros como Latinos compartamos nuestras experiencias. Es muy importante que pasemos ese conocimiento a otras personas. Hay tantos lemas en mi vida pero el actual es determinación. Creo que la determinación acapara muchas cosas, que son la responsabilidad, decisión, fuerza, y al mismo tiempo creer en uno mismo y en tus productos,” dice Sobrino.
Caso de Éxito
Google: Un gigante emprendedor
A mediados del decenio de 1990 a 1999, internet surgía apenas. Millones de personas se registraban se comunicaban por correo electrónico (e-mail). Pero a los investigadores los frustraba la revoltura de los sitios web. La búsqueda de información permite a menudo daba por resultado un monto de datos por completo sin sentido. Los motores de búsqueda empezaban a organizar internet, ay así fue como nació Yahoo! Y AltaVista, entre otros. Pero aún dejaban mucho que desear. La respuesta a la investigación más pertinente parecía ser un mejor uso de los enlaces, como una palabra o frase realizada. En 1996, Page y Brin formaron equipo para trabajar en descarga y análisis de enlaces de la web. En el proceso elaboraron un sistema de jerarquización para buscar en internet que arrojaba resultados priorizados, basados en la pertenecía al objetivo de la investigación y con este sistema se encontraban rápidamente respuestas útiles.
En 1997, pusieron el monto de búsqueda a disposición de estudiantes, el cuerpo docente y los administradores del campus Standford, y su popularidad creció de boca a oreja. Al aumentar la base de datos y el número de usuarios hubo necesidad de computadoras. En estos primeros días, Brin y Page conseguían computadoras sin uso enlazaban máquinas baratas. Hacia julio de 1998 tenían un
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