Euro Zona

Como en un guión de una película compleja, al menos dos historias han estado en juego para la zona euro este año. Uno es muy luminoso, con el resurgimiento de los consumidores y la confianza empresarial, el regreso de los inversores a las economías con problemas en la periferia europea y la continua recuperación de la recesión de doble caída.El otro es sombría, centrándose en la debilidad de ese repunte, el inicio de la preocupante baja inflación y la continua fragilidad de los sobreendeudados economías y sus bancos. Los últimos días han traído un recordatorio de que esta segunda historia no está aún totalmente dijo.

Una crisis en el Banco Espírito Santo (BES), uno de los mayores bancos de Portugal, provocó una caída en bolsa de valores de Portugal y en menor cae en otro lugar. Angela Merkel, canciller de Alemania, dijo que el episodio ilustra la rapidez con que los nervios del mercado podrían volver y lo frágil que la construcción del euro se mantuvo.

Los renovados temores sobre los bancos han coincidido con algunas cifras económicas sombrías. La producción industrial cayó un 1,1% en mayo con respecto a abril, dejando en manos de sólo el 0,5% en el último año (véase el gráfico). El descenso puede haber sido exagerada por factores temporales, como los trabajadores que tienen más tiempo libre después de los días festivos, pero la producción industrial es todavía un 13% por debajo de su pico en abril de 2008, antes de la crisis financiera. Las encuestas de opinión también se han señalando un enfriamiento en la zona euro desde abril. Confianza de los inversores en la economía alemana, centro neurálgico de Europa, está disminuyendo, según el índice ZEW.

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