Finanzas Para la Conservación
Enviado por MatiWeiss • 12 de Enero de 2023 • Ensayo • 3.695 Palabras (15 Páginas) • 49 Visitas
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“Finanzas para la Conservación”
Fabio Quintanilla
Emma Romero
Matias Weisskapp
Profesora: María Alejandra Engler
Fecha: 5 de Julio 2022
Introducción
Producto de las actividades humanas, y la poca conciencia que se ha tenido a lo largo del tiempo del efecto de la explotación de los recursos naturales, en el mundo se está generando una pérdida global de biodiversidad acelerada y sin precedentes anteriores. El cambio generalizado que se le ha dado al uso del suelo para instraestructuras, actividades relacionadas con el sector agropecuario y otros desarrollos del hombre, ha sido impulsada por la priorización tanto de líderes políticos, como por el mundo inversionista, en los retornos o ganancias económicas de corto plazo, y la incapacidad de nuestro sistema económico y de los mercados financieros para valorar y proteger adecuadamente nuestro capital natural.
Cabe mencionar que cuatro de los cinco riesgos más relevantes que se presentan tanto para la sociedad como para el sistema financiero son de carácter ambiental, los que son los eventos climáticos extremos, falencias en la mitigación de adaptación al cambio climático, crisis por el agua y desastres naturales, y para lograr hacer frente a estos desafíos es de vital importancia frenar y detener el deterioro de la pérdida de biodiversidad a nivel global, es necesario reformular fundamentos básicos respecto a nuestra relación con la naturaleza, transformando nuestros modelos económicos y sistemas de mercado. Para llevar a cabo estas transformaciones es necesario considerable voluntad política, así como un apoyo amplio del sector privado. Es necesario recalcar que esto no ocurrirá de un día para otro, y en el corto a mediano plazo, existe una urgencia de llevar el financiamiento para la naturaleza a mayores escalas.
Desarrollo
“Argumento Económico para proteger la Biodiversidad”
Hay que entender que la biodiversidad de nuestro planeta y los sistemas naturales en general son esencialmente una reserva de capital, la cual ofrece flujos de servicios a las personas, desde suelos fértiles para producir comida, la polinización que hace posible este proceso, los bosques y cuencas de agua que secuestran carbono y purifican agua para que el ser humano pueda utilizarla, así como la diversidad genética de la que cada día depende más la farmacología, entre otros.
Suena lógico y parecería fundamental ver la biodiversidad y los sistemas naturales como algo necesario para la prosperidad tanto económica como de la supervivencia humana, la tendencia general de los sistemas tanto políticos como económicos ha sido de priorizar las ganancias económicas inmediatas o en el corto plazo, las cuales han llevado a la generación de amenazas tanto para generaciones presentes como futuras. La tendencia actual ha sido de ver los sistemas naturales simplemente como activos infinitos para utilizarlos ya sea en uso, abuso o destrucción.
El capital natural es complejo y difícil de medir, los mercados financieros no reconocen el valor del capital natural a menos que tenga un flujo de dinero definido o un valor de activo que pueda ser medido por los sistemas económicos actuales. Producto de esto, el valor total o los costos de usar o destruir los sistemas naturales son poco conocidos hasta el momento. Este capital natural a diferencia de otros activos no se deprecia, sino que más bien se regenera a sí mismo hasta cierto punto, pero una vez llegado a un punto de desgaste, de inflexión, las propiedades regenerativas del capital se pierden, produciendo el colapso de un ecosistema.
A pesar de la debilidad de los modelos y herramientas para medir el valor del capital natural, recientemente algunos investigadores han estimado que aproximadamente $44 billones del producto interno bruto global depende de la naturaleza, por ejemplo la pérdida de la polinización en todo el mundo podría llevar a una caída de producción agrícola de unos $217.000 millones de dólares. Los investigadores sostienen que cada tonelada de carbono capturada tiene un valor de unos $600 dólares por tonelada, lo que ubicaría el valor de los bosques en su capacidad como sumidero de carbono en más de cien billones de dólares, por indicar algunos números. Si bien estas estimaciones demuestran un enorme potencial de la biodiversidad para la sociedad, por cada contribución de la naturaleza que se puede medir e imputar un valor en dólares, hay muchas más que no. A la hora de estimar el costo de la pérdida de biodiversidad, hay imponderables parcialmente conocidos y otros desconocidos, dada esta falta de conocimiento de información, cualquier estimación del costo económico de la pérdida de biodiversidad, aun cuando se base en el peor de los escenarios, probablemente esté subestimado.
La incapacidad actual de los modelos financieros y sus instrumentos para evaluar correctamente la biodiversidad estriba en la intersección de varias fallas de mercado, esto debido a que estos recursos o capital natural tiene la característica de en muchos casos, ser difícil apropiarse de los efectos, producto de ser un bien público que no son excluibles ni rivales, lo que implica que los mercados probablemente los minusvaloran. Además, los beneficios de la conservación y los costos de este, impactan en terceros a modo de externalidad, generando una nueva falla de mercado, ya que los inversores que financian no son recompensados de forma adecuada. Producto de falta de antecedentes históricos, de casos de éxito que permitan dar confiabilidad, e información recabada respecto al activo, sumado a un problema de temporalidades, en el cual los beneficios suelen ser más a largo que a corto plazo, es que todavía no comienza un volumen importante de inversiones.
Una lección que está clara es que no podemos apoyarnos en los modelos económicos, las fuerzas de mercado o el sector privado por sí solos para resolver el problema de pérdida de biodiversidad, en este sentido la intervención política es esencial. Al margen de las leyes de protección de áreas protegidas y refugios de especies en peligro, es necesario implementar una serie de nuevas herramientas políticas que permitan capturar y poder derivar los beneficios económicos de la naturaleza a través de un enfoque basado en el mercado, como es el caso del ecoturismo, productos provenientes de la biodiversidad y el pago por servicios ambientales. Importante es agregar también, reformas a los subsidios agrícolas y pesqueros perjudiciales para la biodiversidad. así como la promoción de buenas prácticas tanto en la producción de cultivos como en la pesca, esto ayudará a mitigar el impacto de dos de los mayores motores de la pérdida de biodiversidad.
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